E
Epicureo
Invitado
El marido estaba en estado de coma. Salió y entró de ese estado durante meses y, aún así, su mujer permaneció a su lado todos los días. Un día despertó, le pidió a su mujer que se acercara y, con lágrimas en los ojos, le dijo:
— Siempre has estado a mi lado en cada momento malo. Cuando fui despedido del trabajo, me diste ánimo; cuando mi negocio quebró, estuviste ahí; cuando me dieron aquella paliza, no te separaste de mí; cuando perdimos la casa, seguiste junto a mí; cuando mi salud empezó a decaer, estabas ahí mismo, a mi lado... ¿Sabes qué?
Ella con lágrimas en sus ojos respondió:
— ¿Qué, querido?
— Pa' mí, que usted es la que me trae mala suerte.
— Siempre has estado a mi lado en cada momento malo. Cuando fui despedido del trabajo, me diste ánimo; cuando mi negocio quebró, estuviste ahí; cuando me dieron aquella paliza, no te separaste de mí; cuando perdimos la casa, seguiste junto a mí; cuando mi salud empezó a decaer, estabas ahí mismo, a mi lado... ¿Sabes qué?
Ella con lágrimas en sus ojos respondió:
— ¿Qué, querido?
— Pa' mí, que usted es la que me trae mala suerte.