Maes, pónganle atención a esta vara porque nos cambia un poco la jugada a la hora de ir de compras. ¿Ubican esa escena de siempre? Uno va al Masxmenos o al Palí, compra cualquier chunche, llega a la caja y suelta el clásico: "¿Me regala la factura electrónica, por favor?". Diay, pues parece que esa costumbre va a tener un asterisco bien grande a partir de ya, específicamente desde este 23 de agosto. Resulta que Walmart y todas sus cadenas (Maxi Palí y Masxmenos incluidos) anunciaron que ahora la factura electrónica oficial, esa que sirve para reportar gastos y todo el enredo, solo se la van a dar a la gente que esté debidamente inscrita en la Dirección General de Tributación. O sea, en el Ministerio de Hacienda.
Esto no es un capricho de Walmart, que quede claro. La cadena simplemente está acatando las nuevas órdenes que vienen de arriba, específicamente de una cosa que suena súper técnica llamada "versión 4.4 del Sistema de Comprobantes Electrónicos". En resumen, Hacienda está apretando tuercas con su transformación digital y ahora, para que le emitan ese documento fiscal con todos los juguetes, usted va a tener que estar en la base de datos de ellos sí o sí. Y no es solo dar la cédula. Prepárese para soltar, por una única vez, su número de identificación, nombre, actividad económica, la dirección fiscal completa (con provincia, cantón y hasta las señas del palo de mango) y su correo. Una vez que uno entrega toda esa info, ya queda registrado en el sistema de ellos para futuras compras.
Ahora, aquí es donde la cosa se pone interesante y donde a más de uno se le puede hacer un enredo. ¿Qué pasa con el resto de los mortales? ¿Con el estudiante que compra una refri, la señora que compra el diario o el mae que simplemente quiere un respaldo por si el tele le sale malo? ¡Menuda torta sería si se quedaran sin nada! Pero tranquilos, que no cunda el pánico. Para todos los que no estamos inscritos en Hacienda (o simplemente no nos da la gana de estarlo), nos van a dar el tiquete de compra de toda la vida. Si uno quiere, le pueden poner el nombre, pero sigue siendo un tiquete simple. Y si usted es un profesional independiente o tiene una pyme y necesita justificar hasta el último clip que compra para su brete, pero no está formalmente inscrito... pues, ¡salado! Le va a tocar ponerse al día con Hacienda si quiere esas facturas.
La pregunta del millón, claro, es sobre las garantías. Porque uno siempre guarda la factura "por si acaso". Sobre este punto, el director de Asuntos Corporativos de Walmart Centroamérica, un señor de nombre Aquileo Sánchez, salió a calmar las aguas. Explicó que el tiquete de compra, tenga o no tenga su nombre, es un respaldo "totalmente válido" para aplicar garantías, hacer cambios o pedir devoluciones. Según él, las políticas de la empresa no han cambiado en lo más mínimo y seguirán respaldando cada compra como siempre. O sea, que si se compró una licuadora y se le quemó a la semana, con el tiquete de caja debería ser más que suficiente para ir a reclamar. Habrá que ver si en la práctica es tan sencillo.
Al final, esta nueva directriz parece ser más un tema de formalización y control fiscal por parte de Hacienda que una decisión comercial de las tiendas. Ellos solo son los mensajeros. Sin embargo, no deja de ser un trámite más, una pequeña barrera burocrática que nos ponen en el día a día. Para muchos será un cambio insignificante, pero para otros, especialmente los que viven de su trabajo independiente y necesitan declarar cada gasto, es una señal más de que hay que andar sí o sí por la línea que dicta el Gobierno. La era de la factura electrónica "fácil" para todos parece que llegó a su fin.
Y ahora, la pregunta para el foro: ¿Qué les parece esta nueva movida de Hacienda? ¿Lo ven como un paso necesario para ordenar el tema de los impuestos o simplemente como un dolor de cabeza más para el ciudadano de a pie? ¿Les va a afectar en algo o les da exactamente lo mismo?
Esto no es un capricho de Walmart, que quede claro. La cadena simplemente está acatando las nuevas órdenes que vienen de arriba, específicamente de una cosa que suena súper técnica llamada "versión 4.4 del Sistema de Comprobantes Electrónicos". En resumen, Hacienda está apretando tuercas con su transformación digital y ahora, para que le emitan ese documento fiscal con todos los juguetes, usted va a tener que estar en la base de datos de ellos sí o sí. Y no es solo dar la cédula. Prepárese para soltar, por una única vez, su número de identificación, nombre, actividad económica, la dirección fiscal completa (con provincia, cantón y hasta las señas del palo de mango) y su correo. Una vez que uno entrega toda esa info, ya queda registrado en el sistema de ellos para futuras compras.
Ahora, aquí es donde la cosa se pone interesante y donde a más de uno se le puede hacer un enredo. ¿Qué pasa con el resto de los mortales? ¿Con el estudiante que compra una refri, la señora que compra el diario o el mae que simplemente quiere un respaldo por si el tele le sale malo? ¡Menuda torta sería si se quedaran sin nada! Pero tranquilos, que no cunda el pánico. Para todos los que no estamos inscritos en Hacienda (o simplemente no nos da la gana de estarlo), nos van a dar el tiquete de compra de toda la vida. Si uno quiere, le pueden poner el nombre, pero sigue siendo un tiquete simple. Y si usted es un profesional independiente o tiene una pyme y necesita justificar hasta el último clip que compra para su brete, pero no está formalmente inscrito... pues, ¡salado! Le va a tocar ponerse al día con Hacienda si quiere esas facturas.
La pregunta del millón, claro, es sobre las garantías. Porque uno siempre guarda la factura "por si acaso". Sobre este punto, el director de Asuntos Corporativos de Walmart Centroamérica, un señor de nombre Aquileo Sánchez, salió a calmar las aguas. Explicó que el tiquete de compra, tenga o no tenga su nombre, es un respaldo "totalmente válido" para aplicar garantías, hacer cambios o pedir devoluciones. Según él, las políticas de la empresa no han cambiado en lo más mínimo y seguirán respaldando cada compra como siempre. O sea, que si se compró una licuadora y se le quemó a la semana, con el tiquete de caja debería ser más que suficiente para ir a reclamar. Habrá que ver si en la práctica es tan sencillo.
Al final, esta nueva directriz parece ser más un tema de formalización y control fiscal por parte de Hacienda que una decisión comercial de las tiendas. Ellos solo son los mensajeros. Sin embargo, no deja de ser un trámite más, una pequeña barrera burocrática que nos ponen en el día a día. Para muchos será un cambio insignificante, pero para otros, especialmente los que viven de su trabajo independiente y necesitan declarar cada gasto, es una señal más de que hay que andar sí o sí por la línea que dicta el Gobierno. La era de la factura electrónica "fácil" para todos parece que llegó a su fin.
Y ahora, la pregunta para el foro: ¿Qué les parece esta nueva movida de Hacienda? ¿Lo ven como un paso necesario para ordenar el tema de los impuestos o simplemente como un dolor de cabeza más para el ciudadano de a pie? ¿Les va a afectar en algo o les da exactamente lo mismo?
