Hace unos años de paseo con la familia de mi novia nos quedamos cerca de una playa y en la habitación donde yo dormía también dormía mi novia y la abuela. Resulta que teníamos varios días sin acción y en ese paseo andábamos con la calentura a todo lo que daba.
Me esperé a que la señora se durmiera y cuando empezó a roncar empecé a besar a mi novia. Yo dormía en un nido y ellas en la cama de arriba. Mi novia al propio se acostó en el borde de la cama y le dejó el rincón a la abuela.
Pues de los besos pasamos a los besos con lengua y de los besos con lengua a la manoseada de tetas. Mi novia es un poco gordita pero tiene cuerpo como reloj de arena (buenas tetas y unas nalgas paradas y grandes).
De la calentura le subí la blusa para mamarle las tetas y ella empezó a gemir. Después a alternar entre besos y mamarle las tetas, hasta que ya no aguantó y ella me empezó a masturbar. Todo esto mientras la abuela estaba ronque y ronque.
La cosa es que se me sube más la calentura y a como puedo empiezo a darle dedo. Pero no fue por mucho tiempo por lo incómodo y porque mi novia estaba a punto de gemir más fuerte. Para no quedarme con las ganas y como ya podía más el deseo. Me levanté de la cama (el nido) y de frente a mi novia me saqué el pene y se lo metí en la boca. ¡Para qué lo hice! Me empezó a dar una mamada riquísima, no le interesó la situación en la que estábamos y yo ya muy excitado agarré su cabeza y le clave algunas veces toda la longitud de mi pene. El momento no duró mucho pero fue sumamente excitante. No aguanté más y me vine en su boca.
Cuando terminé le dí un beso y nos dormimos cada uno en su cama y como si no hubiera pasado nada.
Al siguiente día nos fuimos a caminar a la playa y le dije que me disculpara por haber perdido el control, pero para sopresa mía mi novia me dijo que le había encantado la noche anterior. Que lo más rico fue cuando la agarré de la cabeza y la puse a mamar.
Lamentablemente, no pudimos seguir con la faena la siguiente noche.
Me esperé a que la señora se durmiera y cuando empezó a roncar empecé a besar a mi novia. Yo dormía en un nido y ellas en la cama de arriba. Mi novia al propio se acostó en el borde de la cama y le dejó el rincón a la abuela.
Pues de los besos pasamos a los besos con lengua y de los besos con lengua a la manoseada de tetas. Mi novia es un poco gordita pero tiene cuerpo como reloj de arena (buenas tetas y unas nalgas paradas y grandes).
De la calentura le subí la blusa para mamarle las tetas y ella empezó a gemir. Después a alternar entre besos y mamarle las tetas, hasta que ya no aguantó y ella me empezó a masturbar. Todo esto mientras la abuela estaba ronque y ronque.
La cosa es que se me sube más la calentura y a como puedo empiezo a darle dedo. Pero no fue por mucho tiempo por lo incómodo y porque mi novia estaba a punto de gemir más fuerte. Para no quedarme con las ganas y como ya podía más el deseo. Me levanté de la cama (el nido) y de frente a mi novia me saqué el pene y se lo metí en la boca. ¡Para qué lo hice! Me empezó a dar una mamada riquísima, no le interesó la situación en la que estábamos y yo ya muy excitado agarré su cabeza y le clave algunas veces toda la longitud de mi pene. El momento no duró mucho pero fue sumamente excitante. No aguanté más y me vine en su boca.
Cuando terminé le dí un beso y nos dormimos cada uno en su cama y como si no hubiera pasado nada.
Al siguiente día nos fuimos a caminar a la playa y le dije que me disculpara por haber perdido el control, pero para sopresa mía mi novia me dijo que le había encantado la noche anterior. Que lo más rico fue cuando la agarré de la cabeza y la puse a mamar.
Lamentablemente, no pudimos seguir con la faena la siguiente noche.