¡Ay, Dios mío! Aquí estamos, disfrutando de unos dólarazos y viendo cómo la lana corre por todos lados en Costa Rica. Parece que estamos viviendo otro boom, pero la cosa se puso turbia con unas cositas que empiezan a sonar feísimo. Algunos dicen que detrás de toda esta bonanza económica anda moviéndose gente rara, gente que no trabaja honestamente, ¿me entienden?
La verdad es que la preocupación viene porque la seguridad ha dado un batacazo. Los asesinatos se le están poniendo encima, las rencillas por territorio de los que andan haciendo cosas turbias se escuchan cada vez más seguido, y bueno, el consumo de polvos también está pegando un brinco. Todo esto pinta raro, ¿no les parece?
Entonces, algunos expertos empezaron a rumiar qué estará pasando. No saben si todo este dinero que entra a los hogares es producto de trabajos limpios, o si alguien está lavando billetes sucios. Lo que sí sabemos es que hasta ahorita nadie tiene ni idea de cuánto dinero ilícito anda circulando por nuestras venas. Por eso, proponen crear un observatorio, una especie de lupa especial para seguirle la corriente a este flujo de plata turbia.
El INEC, esos señores que siempre tienen los números bajo control, hicieron una encuesta bastante interesante. Resulta que el ingreso de los hogares ha ido creciendo, de manera 'estadísticamente significativa', como ellos dicen, casi un seis por ciento. Pero ahí viene el detalle: no pueden comprobar si esa lana viene de actividades legales o ilegales. Anni Chaves, la encargada de la encuesta, dice textualmente que no pueden saber si alguien está vendiendo drogas y reportándolo como trabajo honesto. ¡Imagínense!
Karen Jiménez Morales, de la UNED, nos explica que es complicado medir la verdadera dimensión de esta economía subterránea. Sin embargo, dan ejemplos de otros países que usan métodos distintos, como analizar decomisos de armas y drogas, rastrear transacciones sospechosas y observar los precios de los productos ilícitos. Nos recuerda que, según estudios internacionales, el narcotráfico puede representar entre el uno y el tres por ciento del PIB en Latinoamérica. ¡Un buen pellizquito!
Y luego tenemos a Gerardo Castaing, el exjefe del OIJ, quien nos pone la ficha en claro: los narcos necesitan lavar la plata que consiguen con sus trapisondas. Y cómo lo hacen, preguntas tú... fácil, comprando propiedades, carros lujosos y montando proyectos turísticos. Pasan la lana por negocios que parecen normales, pero en realidad están tapando la fuente original del dinero sucio. Además, Castaing nos advierte que también se compran a funcionarios públicos para facilitar las cosas, ¡una barbaridad!
El panorama pinta complejo, amigos. Tenemos una economía que va viento en popa, pero con sombras que podrían echarnos a perder la fiesta. Se habla de distorsión en los mercados, inflación en el sector inmobiliario, competencia desleal y hasta riesgo para la estabilidad bancaria. Necesitamos urgentemente ponerle freno a esta situación antes de que nos vaya peor.
Ahora bien, mi pregunta para ustedes es: ¿creen que el gobierno debería priorizar la creación de este observatorio para investigar el flujo de dinero ilícito, o consideran que existen otras medidas más urgentes para combatir la creciente inseguridad en Costa Rica? ¡Den su opinión en el foro, estoy ansioso por leerlas!
La verdad es que la preocupación viene porque la seguridad ha dado un batacazo. Los asesinatos se le están poniendo encima, las rencillas por territorio de los que andan haciendo cosas turbias se escuchan cada vez más seguido, y bueno, el consumo de polvos también está pegando un brinco. Todo esto pinta raro, ¿no les parece?
Entonces, algunos expertos empezaron a rumiar qué estará pasando. No saben si todo este dinero que entra a los hogares es producto de trabajos limpios, o si alguien está lavando billetes sucios. Lo que sí sabemos es que hasta ahorita nadie tiene ni idea de cuánto dinero ilícito anda circulando por nuestras venas. Por eso, proponen crear un observatorio, una especie de lupa especial para seguirle la corriente a este flujo de plata turbia.
El INEC, esos señores que siempre tienen los números bajo control, hicieron una encuesta bastante interesante. Resulta que el ingreso de los hogares ha ido creciendo, de manera 'estadísticamente significativa', como ellos dicen, casi un seis por ciento. Pero ahí viene el detalle: no pueden comprobar si esa lana viene de actividades legales o ilegales. Anni Chaves, la encargada de la encuesta, dice textualmente que no pueden saber si alguien está vendiendo drogas y reportándolo como trabajo honesto. ¡Imagínense!
Karen Jiménez Morales, de la UNED, nos explica que es complicado medir la verdadera dimensión de esta economía subterránea. Sin embargo, dan ejemplos de otros países que usan métodos distintos, como analizar decomisos de armas y drogas, rastrear transacciones sospechosas y observar los precios de los productos ilícitos. Nos recuerda que, según estudios internacionales, el narcotráfico puede representar entre el uno y el tres por ciento del PIB en Latinoamérica. ¡Un buen pellizquito!
Y luego tenemos a Gerardo Castaing, el exjefe del OIJ, quien nos pone la ficha en claro: los narcos necesitan lavar la plata que consiguen con sus trapisondas. Y cómo lo hacen, preguntas tú... fácil, comprando propiedades, carros lujosos y montando proyectos turísticos. Pasan la lana por negocios que parecen normales, pero en realidad están tapando la fuente original del dinero sucio. Además, Castaing nos advierte que también se compran a funcionarios públicos para facilitar las cosas, ¡una barbaridad!
El panorama pinta complejo, amigos. Tenemos una economía que va viento en popa, pero con sombras que podrían echarnos a perder la fiesta. Se habla de distorsión en los mercados, inflación en el sector inmobiliario, competencia desleal y hasta riesgo para la estabilidad bancaria. Necesitamos urgentemente ponerle freno a esta situación antes de que nos vaya peor.
Ahora bien, mi pregunta para ustedes es: ¿creen que el gobierno debería priorizar la creación de este observatorio para investigar el flujo de dinero ilícito, o consideran que existen otras medidas más urgentes para combatir la creciente inseguridad en Costa Rica? ¡Den su opinión en el foro, estoy ansioso por leerlas!
