¡Qué movida, raza! Resulta que Lilliana Carranza, esa periodista que siempre te da la lata con sus análisis bien fonditos, decidió decirle adiós a Televisora de Costa Rica. No solo renunció a su curul en la comunicación institucional del canal 7, sino que también cerró las cortinas de 'Estado Nacional', el programa que buscaba darle un empujón al debate político en el país.
Según Mario Nájera, el gerente de Voz Institucional de Teletica, la decisión de Carranza implica el fin de la temporada de ‘Estado Nacional’. Él mismo soltó que ha sido un programa “muy positivo, con una gran calidad periodística” – pa’ que no le lluevan críticas – , pero aparentemente ya no tienen planes de revivirlo pronto. Prefieren volver a la programación regular, dicen, aunque uno se queda pensando si realmente les interesa tener un espacio dedicado al análisis serio.
Carranza, con toda la humildad del mundo, compartió la noticia en sus redes sociales. Le dio las gracias a don René Picado y a su familia, a su jefe directo, Ignacio Santos, y a todos los compañeros con quienes trabajó durante esos años. También recordó con cariño haber cubierto desde la visita presidencial allá por el 2000 hasta los tratos con Estados Unidos, Chile y Canadá – esas varas que tanto nos dieron dolor de cabeza – pasando por la pandemia que nos sacudió a todos.
Pa’ ella, ahora viene un tiempo para enfocarse en sus propios proyectos, pa’ darle duro a lo que realmente le apasiona. Uno se imagina que estará escribiendo libros o dando conferencias, quién sabe. Lo cierto es que se va con la frente en alto, dejando un legado importante en el periodismo costarricense. Esta señora sí le pusoleca al brete, diay.
Y hablando de legados, Teletica también le dedicó unas palabras bonitas. Agredecieron a Carranza por su “trayectoria ejemplar” y resaltaron que deja una huella imborrable en la compañía y en el público del canal 7. Uno diría que estaban tratando de suavizar la caída, pero bueno, es lo que hay. Al final, los canales siempre quieren mantener una imagen positiva, aunque a veces la realidad sea otra diferente.
Recordemos que Lilliana Carranza no es precisamente nueva en este juego. Ha recorrido muchos caminos en el periodismo, cubriendo eventos trascendentales para el país y mostrando su talento como analista política. Desde los pasillos del Congreso hasta las negociaciones comerciales, siempre estuvo ahí, buscando la verdad detrás de las apariencias. Es un golpe duro para el periodismo crítico, sin duda alguna, porque cada vez es más difícil encontrar profesionales con su experiencia y compromiso.
Ahora bien, uno se pregunta si la salida de Carranza es simplemente una decisión personal o si hay factores externos involucrados. En tiempos donde la polarización política está a todas horas, es posible que la presión haya sido demasiada para algunos periodistas. Que tengan que tomar decisiones difíciles, incluso si eso significa dejar el lugar donde trabajaron durante tantos años. A veces, el ambiente se pone tan cargado que es mejor buscar aires nuevos, ¿no creen?
En fin, parece que estamos ante el cierre de un capítulo importante en la historia del periodismo tico. Liliana Carranza se va, 'Estado Nacional' dice adiós, y nosotros, los televidentes, nos quedamos con la incertidumbre de qué nos espera en el futuro. Con todo esto, me pregunto: ¿cree usted que la desaparición de programas como 'Estado Nacional' refleja una decadencia en el periodismo crítico en Costa Rica o es parte de una evolución necesaria hacia nuevas formas de comunicar?
Según Mario Nájera, el gerente de Voz Institucional de Teletica, la decisión de Carranza implica el fin de la temporada de ‘Estado Nacional’. Él mismo soltó que ha sido un programa “muy positivo, con una gran calidad periodística” – pa’ que no le lluevan críticas – , pero aparentemente ya no tienen planes de revivirlo pronto. Prefieren volver a la programación regular, dicen, aunque uno se queda pensando si realmente les interesa tener un espacio dedicado al análisis serio.
Carranza, con toda la humildad del mundo, compartió la noticia en sus redes sociales. Le dio las gracias a don René Picado y a su familia, a su jefe directo, Ignacio Santos, y a todos los compañeros con quienes trabajó durante esos años. También recordó con cariño haber cubierto desde la visita presidencial allá por el 2000 hasta los tratos con Estados Unidos, Chile y Canadá – esas varas que tanto nos dieron dolor de cabeza – pasando por la pandemia que nos sacudió a todos.
Pa’ ella, ahora viene un tiempo para enfocarse en sus propios proyectos, pa’ darle duro a lo que realmente le apasiona. Uno se imagina que estará escribiendo libros o dando conferencias, quién sabe. Lo cierto es que se va con la frente en alto, dejando un legado importante en el periodismo costarricense. Esta señora sí le pusoleca al brete, diay.
Y hablando de legados, Teletica también le dedicó unas palabras bonitas. Agredecieron a Carranza por su “trayectoria ejemplar” y resaltaron que deja una huella imborrable en la compañía y en el público del canal 7. Uno diría que estaban tratando de suavizar la caída, pero bueno, es lo que hay. Al final, los canales siempre quieren mantener una imagen positiva, aunque a veces la realidad sea otra diferente.
Recordemos que Lilliana Carranza no es precisamente nueva en este juego. Ha recorrido muchos caminos en el periodismo, cubriendo eventos trascendentales para el país y mostrando su talento como analista política. Desde los pasillos del Congreso hasta las negociaciones comerciales, siempre estuvo ahí, buscando la verdad detrás de las apariencias. Es un golpe duro para el periodismo crítico, sin duda alguna, porque cada vez es más difícil encontrar profesionales con su experiencia y compromiso.
Ahora bien, uno se pregunta si la salida de Carranza es simplemente una decisión personal o si hay factores externos involucrados. En tiempos donde la polarización política está a todas horas, es posible que la presión haya sido demasiada para algunos periodistas. Que tengan que tomar decisiones difíciles, incluso si eso significa dejar el lugar donde trabajaron durante tantos años. A veces, el ambiente se pone tan cargado que es mejor buscar aires nuevos, ¿no creen?
En fin, parece que estamos ante el cierre de un capítulo importante en la historia del periodismo tico. Liliana Carranza se va, 'Estado Nacional' dice adiós, y nosotros, los televidentes, nos quedamos con la incertidumbre de qué nos espera en el futuro. Con todo esto, me pregunto: ¿cree usted que la desaparición de programas como 'Estado Nacional' refleja una decadencia en el periodismo crítico en Costa Rica o es parte de una evolución necesaria hacia nuevas formas de comunicar?