A ver, maes, siéntense un toque porque esta vara está para alquilar balcón. ¿Se acuerdan que hace una semana, con bombos y platillos, el presi Chaves y el jefe del ICE, Marco Acuña, salieron en conferencia de prensa casi que jurando por la Negrita que iban a pedir una rebaja en la luz? Bueno, agarrense, porque parece que alguien no leyó el memo. La ARESEP acaba de salir a apagar el incendio con un balde de gasolina, confirmando que el ICE no solo no pidió rebaja, sino que mandó una solicitud para meternos un sablazo del 37.27% en distribución para el 2026. Así como lo leen. Un despiche total.
Vamos por partes, como diría Jack. El 3 de setiembre, el discurso oficial era pura miel: una rebaja del 2.6% venía en camino para aliviar el bolsillo. ¡Qué alegría, qué alboroto! Pero resulta que esa era solo una parte de la historia, y parece que la más pequeña. La solicitud que el ICE de verdad mandó a la ARESEP, esa que se hace todos los años en setiembre para cubrir los costos de su brete, es la que trae el verdadero susto. Un aumento del 37.27% en distribución, más otros picos para generación, transmisión y hasta el alumbrado público. O sea, en la práctica, se jalaron una torta de comunicación monumental, o peor aún, nos estaban dorando la píldora de una forma olímpica.
Aquí es donde la vara se pone técnica, pero se las traduzco. La tarifa eléctrica tiene dos componentes grandes. Uno es el costo fijo del ICE para operar (el ajuste ordinario), que es donde pidieron el mega aumento. El otro es el Costo Variable de Generación (CVG), que depende de si llueve mucho o poco. Como este año, por suerte, ha llovido bastante, se ha usado menos combustible caro en las plantas térmicas, y ese costo (el CVG) sí va a bajar como un 13%. El Gobierno, muy convenientemente, parece que solo nos estaba hablando de esta segunda parte, la que baja por obra y gracia de Tláloc, no por eficiencia ni por un milagro administrativo.
La misma ARESEP, en un intento casi heroico por poner orden, tuvo que salir a aclarar el panorama “para no confundir a la ciudadanía”. Una frase que, a estas alturas, suena a chiste. Según ellos, la rebaja que se podría dar por la lluvia apenas alcanzaría para “compensar” el tremendo aumento que pide el ICE por sus costos operativos. En resumen, cualquier cálculo bonito que se tenía sobre una posible rebaja gracias a las lluvias, simplemente se fue al traste con la solicitud formal del Instituto. Es como que te prometan un postre gratis, pero te suban el precio del plato fuerte un 40% sin avisarte.
Al final, quedamos en el medio de un pleito que parece más un malentendido de compas que una comunicación seria de Estado. Por un lado, el Poder Ejecutivo vende una narrativa de alivio económico, y por otro, la institución técnica presenta una realidad financiera que apunta en la dirección totalmente opuesta. La gran pregunta es si fue un error de cálculo, una estrategia para manejar las expectativas o simplemente una desconexión total entre lo que se dice en conferencias de prensa y lo que se escribe en los documentos oficiales que de verdad importan.
Diay, maes, ahora les pregunto a ustedes, ¿qué opinan de toda esta vara? ¿Es una jugada maestra para enredarnos con números y que no entendamos nada, o de verdad hay un despiche administrativo de este calibre? ¿Le creemos a la promesa del presi o a los papeles que el mismo ICE manda? Los leo.
Vamos por partes, como diría Jack. El 3 de setiembre, el discurso oficial era pura miel: una rebaja del 2.6% venía en camino para aliviar el bolsillo. ¡Qué alegría, qué alboroto! Pero resulta que esa era solo una parte de la historia, y parece que la más pequeña. La solicitud que el ICE de verdad mandó a la ARESEP, esa que se hace todos los años en setiembre para cubrir los costos de su brete, es la que trae el verdadero susto. Un aumento del 37.27% en distribución, más otros picos para generación, transmisión y hasta el alumbrado público. O sea, en la práctica, se jalaron una torta de comunicación monumental, o peor aún, nos estaban dorando la píldora de una forma olímpica.
Aquí es donde la vara se pone técnica, pero se las traduzco. La tarifa eléctrica tiene dos componentes grandes. Uno es el costo fijo del ICE para operar (el ajuste ordinario), que es donde pidieron el mega aumento. El otro es el Costo Variable de Generación (CVG), que depende de si llueve mucho o poco. Como este año, por suerte, ha llovido bastante, se ha usado menos combustible caro en las plantas térmicas, y ese costo (el CVG) sí va a bajar como un 13%. El Gobierno, muy convenientemente, parece que solo nos estaba hablando de esta segunda parte, la que baja por obra y gracia de Tláloc, no por eficiencia ni por un milagro administrativo.
La misma ARESEP, en un intento casi heroico por poner orden, tuvo que salir a aclarar el panorama “para no confundir a la ciudadanía”. Una frase que, a estas alturas, suena a chiste. Según ellos, la rebaja que se podría dar por la lluvia apenas alcanzaría para “compensar” el tremendo aumento que pide el ICE por sus costos operativos. En resumen, cualquier cálculo bonito que se tenía sobre una posible rebaja gracias a las lluvias, simplemente se fue al traste con la solicitud formal del Instituto. Es como que te prometan un postre gratis, pero te suban el precio del plato fuerte un 40% sin avisarte.
Al final, quedamos en el medio de un pleito que parece más un malentendido de compas que una comunicación seria de Estado. Por un lado, el Poder Ejecutivo vende una narrativa de alivio económico, y por otro, la institución técnica presenta una realidad financiera que apunta en la dirección totalmente opuesta. La gran pregunta es si fue un error de cálculo, una estrategia para manejar las expectativas o simplemente una desconexión total entre lo que se dice en conferencias de prensa y lo que se escribe en los documentos oficiales que de verdad importan.
Diay, maes, ahora les pregunto a ustedes, ¿qué opinan de toda esta vara? ¿Es una jugada maestra para enredarnos con números y que no entendamos nada, o de verdad hay un despiche administrativo de este calibre? ¿Le creemos a la promesa del presi o a los papeles que el mismo ICE manda? Los leo.