¡Pura vida, maes! Diay, aquí navegando entre las noticias del día, que casi siempre son para jalarse del pelo con el costo de la vida, y de repente me topo con una vara que está bastante tuanis. Parece que la gente del ICE se puso las pilas y está pidiendo formalmente a la ARESEP una rebajita en las tarifas de electricidad para el 2026. Y no es cualquier cosa, es para el recibo que nos llega a la casa a usted y a mí, y también para los comercios. ¡Qué nivel! Después de tantos sustos con la gasolina y la inflación, una noticia así cae como un aguacero en pleno enero.
La vara, según entiendo, es que el Instituto se la jugó bien en el mercado de energía de la región. En lugar de estar comprando electricidad a lo loco a los vecinos, más bien lograron vender bastante. A eso súmenle que no tuvieron que encender tanto esas famosas plantas térmicas que queman combustible y nos salen carísimas. O sea, en resumen: buena gestión y menos dependencia de los combustibles fósiles de respaldo. Un doble gane. Me parece que es un muy buen brete por parte de ellos, porque es fácil subir precios, pero proponer una baja requiere que los números de verdad estén en orden y que la estrategia esté funcionando.
Y aquí viene la parte que me parece más impresionante. Según el mero mero del Grupo ICE, Marco Acuña, esta sería la tercera baja consecutiva que proponen. ¡Tercera! Y ojo al dato: lo lograron a pesar de que acabamos de pasar por el fenómeno de El Niño más fuerte de la historia. Cualquiera hubiera pensado que con la sequía que pegó, más bien nos iban a meter un sablazo para compensar, pero parece que no. ¡Qué carga que pudieran manejar la situación así! Demuestra que la matriz energética del país, aunque no es perfecta, tiene una resiliencia que a veces no le damos el crédito que merece. Es un logro técnico y administrativo que de verdad está para aplaudir.
Ahora, vamos a los números para no quedarnos solo en las buenas vibras. La propuesta es bajar un 2.6% para clientes residenciales y comerciales. A ver, seamos honestos, no es que con eso nos vamos a ir de crucero por el Caribe, pero mae, ¡plata es plata! Ese 2.6% menos en el recibo de la luz es un fresquito para el bolsillo. Es el cafecito extra, la harina para las tortillas o simplemente un poquito menos de estrés a fin de mes. Para las sodas, las pulperías y los pequeños negocios, esta ayuda puede ser todavía más significativa. Además, proponen una rebaja aún más grande, de un 6.9%, en la tarifa para los sistemas de generación, lo cual es un indicador súper sano a largo plazo.
Claro, aquí no hay que cantar victoria todavía. El ICE propone, pero la que tiene la última palabra es la ARESEP. Ya sabemos cómo se las gastan a veces, y el proceso de aprobación tiene sus laberintos técnicos y burocráticos. La pelota está en su cancha para analizar los números y darle el visto bueno a la propuesta. Si todo sale bien y lo aprueban, para enero del 2026 estaríamos quedando a cachete con esta rebaja. Pero bueno, quería compartirles la noticia para ver qué opinan. ¿Ustedes creen que la ARESEP lo apruebe sin ponerle muchos peros o creen que van a salir con alguna sorpresa? ¡Los leo!
La vara, según entiendo, es que el Instituto se la jugó bien en el mercado de energía de la región. En lugar de estar comprando electricidad a lo loco a los vecinos, más bien lograron vender bastante. A eso súmenle que no tuvieron que encender tanto esas famosas plantas térmicas que queman combustible y nos salen carísimas. O sea, en resumen: buena gestión y menos dependencia de los combustibles fósiles de respaldo. Un doble gane. Me parece que es un muy buen brete por parte de ellos, porque es fácil subir precios, pero proponer una baja requiere que los números de verdad estén en orden y que la estrategia esté funcionando.
Y aquí viene la parte que me parece más impresionante. Según el mero mero del Grupo ICE, Marco Acuña, esta sería la tercera baja consecutiva que proponen. ¡Tercera! Y ojo al dato: lo lograron a pesar de que acabamos de pasar por el fenómeno de El Niño más fuerte de la historia. Cualquiera hubiera pensado que con la sequía que pegó, más bien nos iban a meter un sablazo para compensar, pero parece que no. ¡Qué carga que pudieran manejar la situación así! Demuestra que la matriz energética del país, aunque no es perfecta, tiene una resiliencia que a veces no le damos el crédito que merece. Es un logro técnico y administrativo que de verdad está para aplaudir.
Ahora, vamos a los números para no quedarnos solo en las buenas vibras. La propuesta es bajar un 2.6% para clientes residenciales y comerciales. A ver, seamos honestos, no es que con eso nos vamos a ir de crucero por el Caribe, pero mae, ¡plata es plata! Ese 2.6% menos en el recibo de la luz es un fresquito para el bolsillo. Es el cafecito extra, la harina para las tortillas o simplemente un poquito menos de estrés a fin de mes. Para las sodas, las pulperías y los pequeños negocios, esta ayuda puede ser todavía más significativa. Además, proponen una rebaja aún más grande, de un 6.9%, en la tarifa para los sistemas de generación, lo cual es un indicador súper sano a largo plazo.
Claro, aquí no hay que cantar victoria todavía. El ICE propone, pero la que tiene la última palabra es la ARESEP. Ya sabemos cómo se las gastan a veces, y el proceso de aprobación tiene sus laberintos técnicos y burocráticos. La pelota está en su cancha para analizar los números y darle el visto bueno a la propuesta. Si todo sale bien y lo aprueban, para enero del 2026 estaríamos quedando a cachete con esta rebaja. Pero bueno, quería compartirles la noticia para ver qué opinan. ¿Ustedes creen que la ARESEP lo apruebe sin ponerle muchos peros o creen que van a salir con alguna sorpresa? ¡Los leo!