Okay, maes, sentémonos un toquecito porque hay que hablar de una vara que está pasando y que, sinceramente, es para preocuparse. Acaban de salir los datos de salud y parece que a un montón de gente se le olvidó el capítulo de “cuídese usted y cuide al resto”. Las infecciones de transmisión sexual (ITS) como la gonorrea, el herpes y el papiloma humano se dispararon este año en comparación con el anterior. Y no estamos hablando de un poquito, los números son para que a uno se le pare el pelo. Esto ya no es un tema de tabú o de “a mí no me pasa”, es una realidad que nos está reventando en la cara y que demuestra que, en materia de salud sexual, nos estamos jalando una torta monumental.
Vamos por partes, como diría Jack. Empecemos con la gonorrea: casi 900 casos reportados en lo que va del año. Eso es casi un 7% más que en el mismo periodo de 2024. Pero aquí es donde la cosa se pone más densa: el 85% de los casos son hombres. ¡Ochocientos noventa y cinco casos y la gran mayoría, maes! Diay, la pregunta cae por su propio peso: ¿qué está pasando? Y para que el susto sea completo, se reportaron casos en menores de un año, en chiquitos de 1 a 4 años y en adolescentes. Esto va más allá de la fiesta del fin de semana; estamos hablando de un problema de salud pública que está afectando hasta a los más vulnerables, y eso sí que es un despiche.
Si pensaban que eso era todo, agárrense. Con el virus del herpes, la tortilla se vuelve y las mujeres son las más afectadas, con casi el 70% de los más de 500 casos. De nuevo, un aumento del 15% que no es para tomarse a la ligera. Pero el premio al incremento más salvaje se lo lleva el Virus del Papiloma Humano (VPH). Aquí la cosa de verdad que se fue al traste: un aumento del 47.7%. ¡Casi un 50% más de casos que el año pasado! Y otra vez, el golpe es desproporcionado para las mujeres, que representan un increíble 92% de los diagnósticos. Es una cifra que debería ponernos a todos a pensar sobre acceso a la información, vacunación y la responsabilidad compartida que parece no existir.
Entonces, más allá de la lista de números y porcentajes que parecen sacados de una película de terror, la pregunta de fondo es: ¿por qué? ¿Será que la pandemia nos dejó tan necesitados de contacto que se nos olvidó el ABC de la prevención? ¿O es que las campañas de la Caja y el Ministerio de Salud simplemente no están conectando con la gente? Hablar de usar condón, de hacerse chequeos regulares y de comunicarse con la pareja parece un disco rayado, pero a la luz de estas cifras, es evidente que el mensaje no está llegando o, peor aún, lo estamos ignorando por completo. Es muy fácil echarle la culpa al gobierno o al sistema, pero al final del día, la decisión de cuidarse es personal e intransferible.
En resumen, la situación es delicada. Estos no son solo números en un reporte de CRHoy; son personas, son historias, son sistemas de salud que se saturan y son vidas que se complican por infecciones que, en su mayoría, son prevenibles. ¡Qué torta que en pleno 2025 sigamos en estas! No se trata de asustar por asustar, sino de entender que la salud sexual es un brete de todos. Es hora de dejar la pena de lado, de hablar claro y de actuar. Porque si seguimos así, los números del próximo año van a ser todavía peores.
Más allá del susto, ¿qué creen ustedes que está fallando? ¿Falta de educación en los coles, pura irresponsabilidad personal, o es que la Caja no está dando la talla con las campañas? ¡Los leo en los comentarios, maes!
Vamos por partes, como diría Jack. Empecemos con la gonorrea: casi 900 casos reportados en lo que va del año. Eso es casi un 7% más que en el mismo periodo de 2024. Pero aquí es donde la cosa se pone más densa: el 85% de los casos son hombres. ¡Ochocientos noventa y cinco casos y la gran mayoría, maes! Diay, la pregunta cae por su propio peso: ¿qué está pasando? Y para que el susto sea completo, se reportaron casos en menores de un año, en chiquitos de 1 a 4 años y en adolescentes. Esto va más allá de la fiesta del fin de semana; estamos hablando de un problema de salud pública que está afectando hasta a los más vulnerables, y eso sí que es un despiche.
Si pensaban que eso era todo, agárrense. Con el virus del herpes, la tortilla se vuelve y las mujeres son las más afectadas, con casi el 70% de los más de 500 casos. De nuevo, un aumento del 15% que no es para tomarse a la ligera. Pero el premio al incremento más salvaje se lo lleva el Virus del Papiloma Humano (VPH). Aquí la cosa de verdad que se fue al traste: un aumento del 47.7%. ¡Casi un 50% más de casos que el año pasado! Y otra vez, el golpe es desproporcionado para las mujeres, que representan un increíble 92% de los diagnósticos. Es una cifra que debería ponernos a todos a pensar sobre acceso a la información, vacunación y la responsabilidad compartida que parece no existir.
Entonces, más allá de la lista de números y porcentajes que parecen sacados de una película de terror, la pregunta de fondo es: ¿por qué? ¿Será que la pandemia nos dejó tan necesitados de contacto que se nos olvidó el ABC de la prevención? ¿O es que las campañas de la Caja y el Ministerio de Salud simplemente no están conectando con la gente? Hablar de usar condón, de hacerse chequeos regulares y de comunicarse con la pareja parece un disco rayado, pero a la luz de estas cifras, es evidente que el mensaje no está llegando o, peor aún, lo estamos ignorando por completo. Es muy fácil echarle la culpa al gobierno o al sistema, pero al final del día, la decisión de cuidarse es personal e intransferible.
En resumen, la situación es delicada. Estos no son solo números en un reporte de CRHoy; son personas, son historias, son sistemas de salud que se saturan y son vidas que se complican por infecciones que, en su mayoría, son prevenibles. ¡Qué torta que en pleno 2025 sigamos en estas! No se trata de asustar por asustar, sino de entender que la salud sexual es un brete de todos. Es hora de dejar la pena de lado, de hablar claro y de actuar. Porque si seguimos así, los números del próximo año van a ser todavía peores.
Más allá del susto, ¿qué creen ustedes que está fallando? ¿Falta de educación en los coles, pura irresponsabilidad personal, o es que la Caja no está dando la talla con las campañas? ¡Los leo en los comentarios, maes!