Ay, mi gente, qué emoción vivimos estos días con Mahyla Roth en Miss Universo. Pese a que no llegó al Top 12, la neta es que dejó el alma en la tarima y demostró que nos puede sentir bien siendo ticos, ¿eh? Mucho revuelo en redes sociales, mensajes de apoyo y un orgullo nacional que se palpaba a kilómetros. Acá les cuento cómo se vivieron estos momentos desde Costa Rica.
Para quienes anduvieron desconectados, Mahyla representó a nuestro país en el Impact Arena, en Pak Kret, Tailandia. Avanzó hasta el Top 30, un logro significativo considerando la cantidad de candidatas que había. Ahí fue donde se esfumaron las esperanzas de algunos, pero la verdad es que el camino recorrido ya era motivo de celebración. El brete de representar a un país entero no es pa' bromear, chunches.
Pero la verdadera historia, más allá de la corona, es el impacto emocional que generó Mahyla. Desde sus entrevistas previas al concurso, mostrando su personalidad chispeante y su compromiso con causas sociales, hasta su desempeño en el escenario, transmitió una energía positiva contagiosa. Se nota que se preparó a consciencia, dejando el corazón en cada movimiento, cada sonrisa. Eso sí que vale la pena aplaudirlo, diay.
Y hablando de aplausos, sus padres Estela Benavides y Rafa Pérez fueron el ejemplo perfecto de apoyo incondicional. En videos que circularon como reguero de pólvora, se les veía emocionados y orgullosos. Su madre, Estela, declaró entre lágrimas: "Orgullosa y feliz. Creo que hizo un trabajo extraordinario de principio a fin. Tenemos que aplaudirla y abrazarla con el corazón. Lo que Mahyla está haciendo es historia: unió a un país por un sueño y eso es maravilloso. Lo que está haciendo es mover corazones e inspirar." Qué nivel de mambré, mi gente, pero así se apoya a la familia.
Se nota que el respaldo familiar tuvo mucho que ver con la actitud de Mahyla. Rafa Pérez, quien viajó a Tailandia para estar presente, expresó su orgullo diciendo: "Yo estoy muy orgulloso". Y es que verlo ahí mismo, apoyándola desde la distancia, moviendo la cola al ritmo de la música tailandesa, demostraba que este es un esfuerzo de toda la familia, ¿me entienden?
Más allá del resultado, hay que reconocer que Mahyla puso el nombre de Costa Rica en vitrina internacional. No solo por su belleza física, sino por su inteligencia, su gracia y su capacidad de conectar con la audiencia. Rompió barreras y abrió caminos para futuras generaciones de candidatas costarricenses. Esta vara es importante, porque demuestra que podemos competir con las mejores del mundo, siempre y cuando tengamos talento y ganas de salir adelante.
Mientras tanto, internet explotó con memes, felicitaciones y mensajes de cariño para Mahyla. Hasta hubo quien dijo que le valió más publicidad a Costa Rica que todo el departamento de turismo juntito. Obviamente, exagerando un poco, pero la realidad es que la visibilidad que adquirimos gracias a su participación es invaluable. Ahora todos saben que somos un país lindo, con gente linda y con sueños grandes, a pesar de las picaditas que nos da la vida.
En fin, mi gente, Mahyla Roth nos dio motivos para sentirnos orgullosos. Demostró que el esfuerzo y la perseverancia pueden llevarnos lejos, incluso si no alcanzamos la meta final. Pero me pregunto: ¿Ustedes creen que el enfoque en concursos de belleza como Miss Universo debería ser priorizado por el gobierno, destinando recursos que podrían ir a otras áreas? ¿O es que Mahyla ya inspiró a suficientes jóvenes para buscar otros rumbos y oportunidades en Costa Rica?
Para quienes anduvieron desconectados, Mahyla representó a nuestro país en el Impact Arena, en Pak Kret, Tailandia. Avanzó hasta el Top 30, un logro significativo considerando la cantidad de candidatas que había. Ahí fue donde se esfumaron las esperanzas de algunos, pero la verdad es que el camino recorrido ya era motivo de celebración. El brete de representar a un país entero no es pa' bromear, chunches.
Pero la verdadera historia, más allá de la corona, es el impacto emocional que generó Mahyla. Desde sus entrevistas previas al concurso, mostrando su personalidad chispeante y su compromiso con causas sociales, hasta su desempeño en el escenario, transmitió una energía positiva contagiosa. Se nota que se preparó a consciencia, dejando el corazón en cada movimiento, cada sonrisa. Eso sí que vale la pena aplaudirlo, diay.
Y hablando de aplausos, sus padres Estela Benavides y Rafa Pérez fueron el ejemplo perfecto de apoyo incondicional. En videos que circularon como reguero de pólvora, se les veía emocionados y orgullosos. Su madre, Estela, declaró entre lágrimas: "Orgullosa y feliz. Creo que hizo un trabajo extraordinario de principio a fin. Tenemos que aplaudirla y abrazarla con el corazón. Lo que Mahyla está haciendo es historia: unió a un país por un sueño y eso es maravilloso. Lo que está haciendo es mover corazones e inspirar." Qué nivel de mambré, mi gente, pero así se apoya a la familia.
Se nota que el respaldo familiar tuvo mucho que ver con la actitud de Mahyla. Rafa Pérez, quien viajó a Tailandia para estar presente, expresó su orgullo diciendo: "Yo estoy muy orgulloso". Y es que verlo ahí mismo, apoyándola desde la distancia, moviendo la cola al ritmo de la música tailandesa, demostraba que este es un esfuerzo de toda la familia, ¿me entienden?
Más allá del resultado, hay que reconocer que Mahyla puso el nombre de Costa Rica en vitrina internacional. No solo por su belleza física, sino por su inteligencia, su gracia y su capacidad de conectar con la audiencia. Rompió barreras y abrió caminos para futuras generaciones de candidatas costarricenses. Esta vara es importante, porque demuestra que podemos competir con las mejores del mundo, siempre y cuando tengamos talento y ganas de salir adelante.
Mientras tanto, internet explotó con memes, felicitaciones y mensajes de cariño para Mahyla. Hasta hubo quien dijo que le valió más publicidad a Costa Rica que todo el departamento de turismo juntito. Obviamente, exagerando un poco, pero la realidad es que la visibilidad que adquirimos gracias a su participación es invaluable. Ahora todos saben que somos un país lindo, con gente linda y con sueños grandes, a pesar de las picaditas que nos da la vida.
En fin, mi gente, Mahyla Roth nos dio motivos para sentirnos orgullosos. Demostró que el esfuerzo y la perseverancia pueden llevarnos lejos, incluso si no alcanzamos la meta final. Pero me pregunto: ¿Ustedes creen que el enfoque en concursos de belleza como Miss Universo debería ser priorizado por el gobierno, destinando recursos que podrían ir a otras áreas? ¿O es que Mahyla ya inspiró a suficientes jóvenes para buscar otros rumbos y oportunidades en Costa Rica?
