¡Aguante, parce! Parece que los chavos andan apretados, pero la gente ya se está poniendo las pilas con el marchamo. El INS soltó la info de que más de 10,000 conductores ya pagaron el derecho de circulación apenas abrió el sistema, moviendo unos ¢1.700 millones. Se nota que la fecha límite da qué pensar, ¿eh?
Este año, la parada es bastante gorda: casi dos millones de vehículos tienen que aflojar la billetera antes del 31 de diciembre. Eso sí, no se crean que es cuento, porque el INS dice que hubo un aumento considerable, ¡más de 58 mil carros nuevos en comparación con el año pasado! Vaya, vaya, parece que cada vez hay más maquinares rodando por nuestras calles.
Y ni hablar de las consultas online, ¡una locura! El INS tuvo que aguantar cerca de dos millones de visitas a su página web en las primeras horas. Imagínate el brete que tuvieron los técnicos ahí, lidiando con todos esos mae buscando cómo pagar. Ya saben, cuando toca meterle al bolsillo, la cosa se pone seria. Pero bueno, al final, la tecnología nos salva un poco de las colas largas, ¿verdad?
Para ponerlo en perspectiva, el costo total que espera juntar el Estado este año es de unos ¢335 mil millones. Una suma descomunal, vamos. Ese dinero no se queda guardado, parce, se va directo a financiar cosas importantes para el país, así que mejor ponernos al corriente rapidito. No queremos andar con el carro retenido, ¿eh?
Ahora, hablemos de dónde se va a parar nuestro esfuerzo económico. Lo primero que debes saber es que el grueso del monto – ¡casi el 60%! – se va directamente al Impuesto a la Propiedad de Vehículos. Luego viene el Seguro Obligatorio de Automóviles (SOA), que toma un buen pedazo también, alrededor del 25%. El resto se divide entre el Cosevi, impuestos varios y hasta algunos chingazos de parquímetros e infracciones pendientes. Un laberinto, diay.
Pero ojo, que no todo es color de rosa. El INS también reveló que la morosidad del año pasado quedó en un 7.44%, lo que significa que más de 140,000 vehículos todavía deben el pago del año anterior. Ahí entran muchos motociclos y bici-bici, pura gente que se le fue la onda. Mejor no caer en ese error, porque luego te complican la vida y terminas pagando intereses, que eso duele, créeme.
Así que, mi consejo es simple: no dejes todo para última hora, parce. Consulta en la página del INS o en cualquier banco, ponte al día y ahorrate los regaños de la policía de tránsito. Recuerda que la fecha límite es el 31 de diciembre, así que tienes tiempo… pero no demasiado. ¡Ponte las pilas y evita jalartela!
Bueno, ahora dime, ¿qué opinas tú? ¿Crees que el precio del marchamo sigue siendo justo considerando la inflación y el mantenimiento de las carreteras? ¿Deberían buscar otras formas de financiar el transporte público y reducir la dependencia del automóvil particular?
Este año, la parada es bastante gorda: casi dos millones de vehículos tienen que aflojar la billetera antes del 31 de diciembre. Eso sí, no se crean que es cuento, porque el INS dice que hubo un aumento considerable, ¡más de 58 mil carros nuevos en comparación con el año pasado! Vaya, vaya, parece que cada vez hay más maquinares rodando por nuestras calles.
Y ni hablar de las consultas online, ¡una locura! El INS tuvo que aguantar cerca de dos millones de visitas a su página web en las primeras horas. Imagínate el brete que tuvieron los técnicos ahí, lidiando con todos esos mae buscando cómo pagar. Ya saben, cuando toca meterle al bolsillo, la cosa se pone seria. Pero bueno, al final, la tecnología nos salva un poco de las colas largas, ¿verdad?
Para ponerlo en perspectiva, el costo total que espera juntar el Estado este año es de unos ¢335 mil millones. Una suma descomunal, vamos. Ese dinero no se queda guardado, parce, se va directo a financiar cosas importantes para el país, así que mejor ponernos al corriente rapidito. No queremos andar con el carro retenido, ¿eh?
Ahora, hablemos de dónde se va a parar nuestro esfuerzo económico. Lo primero que debes saber es que el grueso del monto – ¡casi el 60%! – se va directamente al Impuesto a la Propiedad de Vehículos. Luego viene el Seguro Obligatorio de Automóviles (SOA), que toma un buen pedazo también, alrededor del 25%. El resto se divide entre el Cosevi, impuestos varios y hasta algunos chingazos de parquímetros e infracciones pendientes. Un laberinto, diay.
Pero ojo, que no todo es color de rosa. El INS también reveló que la morosidad del año pasado quedó en un 7.44%, lo que significa que más de 140,000 vehículos todavía deben el pago del año anterior. Ahí entran muchos motociclos y bici-bici, pura gente que se le fue la onda. Mejor no caer en ese error, porque luego te complican la vida y terminas pagando intereses, que eso duele, créeme.
Así que, mi consejo es simple: no dejes todo para última hora, parce. Consulta en la página del INS o en cualquier banco, ponte al día y ahorrate los regaños de la policía de tránsito. Recuerda que la fecha límite es el 31 de diciembre, así que tienes tiempo… pero no demasiado. ¡Ponte las pilas y evita jalartela!
Bueno, ahora dime, ¿qué opinas tú? ¿Crees que el precio del marchamo sigue siendo justo considerando la inflación y el mantenimiento de las carreteras? ¿Deberían buscar otras formas de financiar el transporte público y reducir la dependencia del automóvil particular?