¡Ay, Dios mío! El gobierno le soltó la bomba a todos nosotros: ya está abierto el concurso para construir la temida – o esperada, pa' algunos – megacárcel. Publicaron todo el papeleo en el Sicop, así que oficialmente, ya estamos en marcha con este brete que nos va a durar unos buenos años. Dicen que quieren adjudicarlo rapidito, pa' empezar a mover piedras antes de que termine el mundo.
Como bien saben, la historia detrás de esta mamarracha viene desde atrás. La Sala Constitucional les puso la lupa encima al ejecutivo, dándoles solo seis meses para aliviar el hacinamiento en las cárceles. Imaginen la presión, mae… ¡Si no hacen algo, tienen que empezar a dejar salir presos!
Gerald Campos, el ministro de Justicia, justificó la prisa argumentando que si no apuran el asunto, van a tener que empezar a abrir las puertas y dejar ir a los llamados “golondrinas”. Esa palabra siempre da escalofríos, ¿verdad? Uno piensa en qué tipo de personas podrían terminar liberándose, y ahí se pone feo el panorama.
Esta megacárcel, que le han puesto el nombre elegante de Centro de Alta Contención de Crimen Organizado (Cacco), va a levantar en La Reforma, en un terrenito de casi 91 mil metros cuadrados. Ya tienen los planos aprobados por el CFIA, así que parece que todo va encaminado. Prometen que estará lista pa’ junio del próximo año... ¡Con la velocidad que vamos, puede ser realidad o un sueño lejano!
Pero aquí viene lo interesante, o preocupante pa' algunos. Resulta que el diseño de la Cacco es prácticamente una copia fiel del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador, esa mega prisión que levantó Bukele. Nos regalaron los planos, dicen, como parte de un acuerdo de cooperación. El ministro Campos incluso estuvo allá pa' ver cómo funciona esa máquina de encarcelar gente. ¿Será que ahora nos vamos a poner a imitar todo lo que haga nuestro vecino del norte?
Dicen que con estos planos ahorramos unos 25 millones de dólares. Claro, pero a qué precio, ¿no creen? Porque aunque el dinero es importante, también deberíamos pensar en si realmente necesitamos construir una cárcel de esas dimensiones, parecida a la de Bukele, que puede meter a miles de personas. El costo total de la obra es de 21 mil millones de colones. Eso es una suma considerable, y muchos se preguntan si ese dinero no podría invertirse en programas sociales o educativos.
Imagínense el lugar: cinco módulos enormes, cada uno con capacidad para 1,020 privados de libertad. Vigilancia constante, consultorios médicos, celdas de aislamiento, edificios mixtos, puestos de control… ¡Parece un hotel militar! Además, tendrán 25 aposentos de visita íntima. ¡Uf, qué ambiente! Se supone que va a ser pa’ los más peligrosos: reos de crimen organizado, riesgos pa’ la seguridad nacional, extraditables, y quienes necesitan protección especial. Un verdadero festín de acero y concreto.
Y ahora la pregunta que me quema: ¿Estamos realmente solucionando el problema del hacinamiento carcelario, o simplemente construyendo una réplica de la política punitiva de otro país? ¿Es esta la manera correcta de abordar la inseguridad en Costa Rica, o deberíamos estar invirtiendo en rehabilitación y reinserción social? Vengan al Foro y cuéntenme qué piensan, ¡que esto amerita un buen debate!
Como bien saben, la historia detrás de esta mamarracha viene desde atrás. La Sala Constitucional les puso la lupa encima al ejecutivo, dándoles solo seis meses para aliviar el hacinamiento en las cárceles. Imaginen la presión, mae… ¡Si no hacen algo, tienen que empezar a dejar salir presos!
Gerald Campos, el ministro de Justicia, justificó la prisa argumentando que si no apuran el asunto, van a tener que empezar a abrir las puertas y dejar ir a los llamados “golondrinas”. Esa palabra siempre da escalofríos, ¿verdad? Uno piensa en qué tipo de personas podrían terminar liberándose, y ahí se pone feo el panorama.
Esta megacárcel, que le han puesto el nombre elegante de Centro de Alta Contención de Crimen Organizado (Cacco), va a levantar en La Reforma, en un terrenito de casi 91 mil metros cuadrados. Ya tienen los planos aprobados por el CFIA, así que parece que todo va encaminado. Prometen que estará lista pa’ junio del próximo año... ¡Con la velocidad que vamos, puede ser realidad o un sueño lejano!
Pero aquí viene lo interesante, o preocupante pa' algunos. Resulta que el diseño de la Cacco es prácticamente una copia fiel del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador, esa mega prisión que levantó Bukele. Nos regalaron los planos, dicen, como parte de un acuerdo de cooperación. El ministro Campos incluso estuvo allá pa' ver cómo funciona esa máquina de encarcelar gente. ¿Será que ahora nos vamos a poner a imitar todo lo que haga nuestro vecino del norte?
Dicen que con estos planos ahorramos unos 25 millones de dólares. Claro, pero a qué precio, ¿no creen? Porque aunque el dinero es importante, también deberíamos pensar en si realmente necesitamos construir una cárcel de esas dimensiones, parecida a la de Bukele, que puede meter a miles de personas. El costo total de la obra es de 21 mil millones de colones. Eso es una suma considerable, y muchos se preguntan si ese dinero no podría invertirse en programas sociales o educativos.
Imagínense el lugar: cinco módulos enormes, cada uno con capacidad para 1,020 privados de libertad. Vigilancia constante, consultorios médicos, celdas de aislamiento, edificios mixtos, puestos de control… ¡Parece un hotel militar! Además, tendrán 25 aposentos de visita íntima. ¡Uf, qué ambiente! Se supone que va a ser pa’ los más peligrosos: reos de crimen organizado, riesgos pa’ la seguridad nacional, extraditables, y quienes necesitan protección especial. Un verdadero festín de acero y concreto.
Y ahora la pregunta que me quema: ¿Estamos realmente solucionando el problema del hacinamiento carcelario, o simplemente construyendo una réplica de la política punitiva de otro país? ¿Es esta la manera correcta de abordar la inseguridad en Costa Rica, o deberíamos estar invirtiendo en rehabilitación y reinserción social? Vengan al Foro y cuéntenme qué piensan, ¡que esto amerita un buen debate!