¡Ay, Dios mío! Melissa, esa chinaca, no se cansa de sacudirnos. Aunque ya esté lejos, sus efectos siguen dando qué hablar por todos lados. La CNE amaneció reportando 64 incidentes desde este domingo, ¡una torta! Y eso, parece que ni empieza, porque el tiempo se mantiene bien feo.
Recordemos que el sábado ya teníamos 62 reportes, así que la cosa va escalando. Parece que Melissa le siguió echando ganas desde allá arriba, mandándonos pura humedad por el Pacífico. El IMN no se anda con rodeos: “los mayores impactos se concentran en Puerto Jiménez, Garabito y Santa Cruz”. Ya saben, ahí donde la cosa se pone más seria cuando llueve a cántaros.
Las alertas por lluvia están así: el Pacífico Sur está en alerta naranja – ¡ojo! – la Región Central y la Zona Norte en amarilla, y la Caribe, por ahora, respira tranquila con alerta verde. Pero no hay que confiarse, porque Melissa es traicionera. Imaginen la bronca de los vecinos que viven ahí abajo, lidiando con el río desbordándose y el agua llegando hasta las ventanas, ¡qué carga!
Y hablando de desbordamientos, el reporte es preocupante. En Osa, Sierpe y Drake amanecieron con varias comunidades anegadas. Pueblos como San Juan, La Bonita, Sábalo… ¡un brete! Todo porque los ríos Sábalo, Claro y compañía decidieron darse un chapuzón fuera de lugar. Por fortuna, los comités municipales y comunales andan peinando el territorio, tratando de mantener la calma y coordinando ayuda, aunque el panorama no pinta muy bonito.
En el Pacífico Central, la cosa no es distinta. Jacó, Herradura, Paquera y Lepanto sufrieron con el alcantarillado colapsado. Una verdadera pesadilla para quienes tuvieron que lidiar con el agua entrando en sus casas. Y en Santa Cruz, doce comunidades más entraron en el mapa de afectados, con inundaciones causadas por la quebrada El Llano y el sistema de alcantarillado haciendo fondo. ¡Qué sal!
Ahora, si revisamos los datos del IMN, la cosa se ve complicada por lo menos hasta el martes. Melissa, aunque ya esté lejos, todavía le está tirando humareda al Pacífico Sur y Central, enviándonos vientos cargadísimos de humedad. Ya acumularon hasta 110 milímetros en Puerto Jiménez, 77 en Puntarenas y 50 en Paquera en solo 12 horas. ¡Imagínense! Eso sí que es bueno echarle agua al aserrío.
El pronóstico dice que tendremos lluvias variables, más intensas por las mañanas en el Pacífico Sur y aguaceros fuertes por las tardes. La Zona Norte también recibirá su dosis de lluvias nocturnas y en el Valle Central, aparte de las lluvias débiles, podríamos tener bancos de niebla por la noche. El IMN les recuerda que los suelos están saturados, entonces cualquier precanción extra nunca viene mal, sobre todo si vives cerca de un río o en zona propensa a deslizamientos. ¡No sean descuidados, gente!
Con todo esto, queda claro que Melissa nos dejó un buen susto y aún tenemos que estar atentos. Así que, vamos a seguir vigilantes, informándonos y cuidándonos mutuamente. Ahora me pregunto, ¿creen que deberíamos empezar a considerar medidas más drásticas para enfrentar estos fenómenos climáticos cada vez más frecuentes, o estamos solo parcheando soluciones temporales?
Recordemos que el sábado ya teníamos 62 reportes, así que la cosa va escalando. Parece que Melissa le siguió echando ganas desde allá arriba, mandándonos pura humedad por el Pacífico. El IMN no se anda con rodeos: “los mayores impactos se concentran en Puerto Jiménez, Garabito y Santa Cruz”. Ya saben, ahí donde la cosa se pone más seria cuando llueve a cántaros.
Las alertas por lluvia están así: el Pacífico Sur está en alerta naranja – ¡ojo! – la Región Central y la Zona Norte en amarilla, y la Caribe, por ahora, respira tranquila con alerta verde. Pero no hay que confiarse, porque Melissa es traicionera. Imaginen la bronca de los vecinos que viven ahí abajo, lidiando con el río desbordándose y el agua llegando hasta las ventanas, ¡qué carga!
Y hablando de desbordamientos, el reporte es preocupante. En Osa, Sierpe y Drake amanecieron con varias comunidades anegadas. Pueblos como San Juan, La Bonita, Sábalo… ¡un brete! Todo porque los ríos Sábalo, Claro y compañía decidieron darse un chapuzón fuera de lugar. Por fortuna, los comités municipales y comunales andan peinando el territorio, tratando de mantener la calma y coordinando ayuda, aunque el panorama no pinta muy bonito.
En el Pacífico Central, la cosa no es distinta. Jacó, Herradura, Paquera y Lepanto sufrieron con el alcantarillado colapsado. Una verdadera pesadilla para quienes tuvieron que lidiar con el agua entrando en sus casas. Y en Santa Cruz, doce comunidades más entraron en el mapa de afectados, con inundaciones causadas por la quebrada El Llano y el sistema de alcantarillado haciendo fondo. ¡Qué sal!
Ahora, si revisamos los datos del IMN, la cosa se ve complicada por lo menos hasta el martes. Melissa, aunque ya esté lejos, todavía le está tirando humareda al Pacífico Sur y Central, enviándonos vientos cargadísimos de humedad. Ya acumularon hasta 110 milímetros en Puerto Jiménez, 77 en Puntarenas y 50 en Paquera en solo 12 horas. ¡Imagínense! Eso sí que es bueno echarle agua al aserrío.
El pronóstico dice que tendremos lluvias variables, más intensas por las mañanas en el Pacífico Sur y aguaceros fuertes por las tardes. La Zona Norte también recibirá su dosis de lluvias nocturnas y en el Valle Central, aparte de las lluvias débiles, podríamos tener bancos de niebla por la noche. El IMN les recuerda que los suelos están saturados, entonces cualquier precanción extra nunca viene mal, sobre todo si vives cerca de un río o en zona propensa a deslizamientos. ¡No sean descuidados, gente!
Con todo esto, queda claro que Melissa nos dejó un buen susto y aún tenemos que estar atentos. Así que, vamos a seguir vigilantes, informándonos y cuidándonos mutuamente. Ahora me pregunto, ¿creen que deberíamos empezar a considerar medidas más drásticas para enfrentar estos fenómenos climáticos cada vez más frecuentes, o estamos solo parcheando soluciones temporales?