¡Ay, mi gente! Qué emoción contarles esta historia que salió directamente del corazón. Un jovencito tico, Bernardo, de apenas 14 años, logró vencer al cáncer después de una batalla dura como piedras. Imagínense, casi dos años luchando contra la leucemia linfoblástica aguda, pero gracias a la fe, la perseverancia de su familia y un gesto solidario desde Polonia, hoy está celebrando su alta médica y listo para vivir a lleno pulmón.
Todo comenzó hace poco más de dos años, cuando Bernardo, quien jugaba judo y fútbol sala como cualquier chamaquito, empezó a sentir dolores articulares que no pasaban. Sus papás, preocupadísimos, lo llevaron al hospital y ahí le dieron el golpe: leucemia linfoblástica aguda. ¡Imaginen el susto! Pero Bernardo, ese gallito, nunca bajó la cabeza y encaró el tratamiento con quimio e inmunoterapia.
Al principio, parecía que iba todo bien, pero lamentablemente en marzo del año pasado sufrieron una recaída. Según cuenta su mamá, Mona Lisa, “fue como si el suelo se nos moviera bajo los pies”. Pero el mae este, Bernardo, demostró ser de pura cepa, entendiendo cada paso del proceso y manteniendo la fe intacta. Eso sí, se armó un brete porque ni siquiera sus familiares eran compatibles para un trasplante de médula.
Entonces, la familia, con mucho coraje, lanzó una campaña en redes sociales que se hizo viral rapidísimo. ¡Más de dos millones de vistas en unos días! Lograron concienciar a muchísima gente sobre la importancia de donar médula ósea y motivaron a muchos a registrarse. Fue un verdadero llamado de atención para toda la comunidad, demostrando que un pequeño acto puede salvar una vida. ¡Qué crack la gente!
Pero la verdadera magia ocurrió el 24 de julio, cuando recibieron la noticia que tanto esperaban: ¡encontraron un donante 100% compatible en Polonia! “De rodillas, le dimos gracias a Dios. Fue una bendición,” dice Mona Lisa, visiblemente emocionada. Parecía sacado de una novela, ¿verdad?
La extracción de la médula se hizo en Polonia y, ¡aguas!, al día siguiente ya se estaba transplantando a Bernardo. Después de doce días angustiantes, llegó la confirmación: la médula había prendido con éxito. ¡Se armó la fiesta en el hospital! Los doctores, orgullosos de haber hecho posible semejante milagro, celebraron junto a la familia.
Y entonces, vino el momento más emotivo: el día que lo dieron de alta. Según relata su papá, Bernardo lo miró fijamente y le dijo, con esa vocecita suya: “Me dieron de alta, papá”. ¡Ay, qué momento! Mona Lisa no pudo contener las lágrimas de alegría. Después de dos años de tratamientos intensos, recaídas y muchas plegarias, Bernardo volvió a casa, libre del cáncer y listo para abrazar la vida con todas sus fuerzas.
Ahora, la familia quiere aprovechar esta experiencia para crear conciencia sobre la donación de médula y sangre, y también para promover la detección temprana del cáncer infantil. Como les decía la doctora Ana Virgínia Lopes, “la leucemia infantil no tiene pruebas de detección temprana específicas, así que es vital estar atentos a síntomas persistentes” Como dolor de huesos, cansancio extremo, fiebre, infecciones, sangrados nasales… ¡No lo ignoren, mi gente! Ahora, cuéntenme: ¿Qué opinan ustedes de cómo la solidaridad internacional puede marcar la diferencia en situaciones como ésta? ¿Serían capaces de considerar ser donantes de médula ósea y contribuir a dar una segunda oportunidad a alguien como Bernardo?
Todo comenzó hace poco más de dos años, cuando Bernardo, quien jugaba judo y fútbol sala como cualquier chamaquito, empezó a sentir dolores articulares que no pasaban. Sus papás, preocupadísimos, lo llevaron al hospital y ahí le dieron el golpe: leucemia linfoblástica aguda. ¡Imaginen el susto! Pero Bernardo, ese gallito, nunca bajó la cabeza y encaró el tratamiento con quimio e inmunoterapia.
Al principio, parecía que iba todo bien, pero lamentablemente en marzo del año pasado sufrieron una recaída. Según cuenta su mamá, Mona Lisa, “fue como si el suelo se nos moviera bajo los pies”. Pero el mae este, Bernardo, demostró ser de pura cepa, entendiendo cada paso del proceso y manteniendo la fe intacta. Eso sí, se armó un brete porque ni siquiera sus familiares eran compatibles para un trasplante de médula.
Entonces, la familia, con mucho coraje, lanzó una campaña en redes sociales que se hizo viral rapidísimo. ¡Más de dos millones de vistas en unos días! Lograron concienciar a muchísima gente sobre la importancia de donar médula ósea y motivaron a muchos a registrarse. Fue un verdadero llamado de atención para toda la comunidad, demostrando que un pequeño acto puede salvar una vida. ¡Qué crack la gente!
Pero la verdadera magia ocurrió el 24 de julio, cuando recibieron la noticia que tanto esperaban: ¡encontraron un donante 100% compatible en Polonia! “De rodillas, le dimos gracias a Dios. Fue una bendición,” dice Mona Lisa, visiblemente emocionada. Parecía sacado de una novela, ¿verdad?
La extracción de la médula se hizo en Polonia y, ¡aguas!, al día siguiente ya se estaba transplantando a Bernardo. Después de doce días angustiantes, llegó la confirmación: la médula había prendido con éxito. ¡Se armó la fiesta en el hospital! Los doctores, orgullosos de haber hecho posible semejante milagro, celebraron junto a la familia.
Y entonces, vino el momento más emotivo: el día que lo dieron de alta. Según relata su papá, Bernardo lo miró fijamente y le dijo, con esa vocecita suya: “Me dieron de alta, papá”. ¡Ay, qué momento! Mona Lisa no pudo contener las lágrimas de alegría. Después de dos años de tratamientos intensos, recaídas y muchas plegarias, Bernardo volvió a casa, libre del cáncer y listo para abrazar la vida con todas sus fuerzas.
Ahora, la familia quiere aprovechar esta experiencia para crear conciencia sobre la donación de médula y sangre, y también para promover la detección temprana del cáncer infantil. Como les decía la doctora Ana Virgínia Lopes, “la leucemia infantil no tiene pruebas de detección temprana específicas, así que es vital estar atentos a síntomas persistentes” Como dolor de huesos, cansancio extremo, fiebre, infecciones, sangrados nasales… ¡No lo ignoren, mi gente! Ahora, cuéntenme: ¿Qué opinan ustedes de cómo la solidaridad internacional puede marcar la diferencia en situaciones como ésta? ¿Serían capaces de considerar ser donantes de médula ósea y contribuir a dar una segunda oportunidad a alguien como Bernardo?
