¡Ay, Dios mío! Imagínate esto: 178 morritos, esos ojitos lindos del Pacífico Central, recibiendo atención médica GRATIS gracias a una movida bárbara del Hospital Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez. No se trata de lujo, sino de prevenirle a estos pequeños un problema que puede cambiarles toda la vida: la ambliopía, alias ‘ojo perezoso’. Y eso, mis amigos, sí que es grande.
La campaña, que anduvo rodando por comunidades como Chomes, Costa de Pájaros, Manzanillo, Abangaritos, El Roble y Barranca, no solo se enfocó en los peques. También le echaron un ojo a 27 adultos para detectar glaucoma, porque la salud es pa’ to’ el mundo, ¿verdad? Y vaya que se quitaron un brete de la lista de espera, eso es lo bueno.
Según la doctora Marisela Salas Vargas, coordinadora del COCOE (Consejo Costarricense de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo), este tipo de jornadas son cruciales, especialmente en Latinoamérica donde se promueve la detección temprana en menores de siete años. Dijo que la organización y el esfuerzo logístico de la gente que participó fueron 'de otro planeta', ¡qué carga!
Pero espérense, que hay más. Además de revisar sus ojitos, a estos nenes les hicieron una limpieza dental a toda máquina, gracias a los estudiantes de Odontopediatría de la UCR. Como dice el doctor Joseph Ulate Jiménez, director del Departamento de Odontología Social de la UCR, la unión entre la universidad y la Caja es una bendición, 'pa’ los pacientes y pa’ la gente que necesita los servicios'. De verdad, qué bonita la onda de trabajar juntos así.
El doctor Randall Álvarez Juárez, director general del hospital, se puso contento diciendo que esto demuestra el compromiso del hospital con la sociedad y, sobre todo, con la niñez. Con este enfoque completo, se pudieron identificar problemitas de visión y boca que, si no se hubieran detectado a tiempo, podrían haberle complicado la vida a muchos de estos chamacos. Ya saben, prevenir siempre es mejor que lamentar, diay.
Las mamás y papás estaban felices, obviamente. Hazel Medrano, de Costa de Pájaros, nos dijo que “me parece excelente” que hagan este tipo de cosas. Y Diana Valdés, mamá de Santiago, resaltó lo valioso que es traer estas campañas hasta Puntarenas, porque no todos pueden meterse hasta San José para recibir atención especializada. Es pura verdad, viajar con niños no es pan comido, ¡y menos si tienes que ir hasta la capital!
Pa’ rematar, la jornada se metió en el Programa Bandera Azul Ecológica y sacó una nota perfecta de 100, demostrando que se hizo todo bien y con conciencia ambiental. Más de 60 personas, entre funcionarios, voluntarios y empresas, pusieron manos a la obra pa’ hacer realidad esta movida. Una verdadera muestra de que cuando nos echamos unas ganas, podemos lograr cosas increíbles, ¿no creen?
Esta campaña es una luz de esperanza para muchas familias del Pacífico, pero me pregunto... ¿Será que debemos invertir aún más en programas preventivos como este, especialmente en zonas rurales donde el acceso a la salud es más limitado? ¿Qué otras estrategias podríamos implementar para asegurar que todos los niños costarricenses tengan la oportunidad de crecer sanos y fuertes?
La campaña, que anduvo rodando por comunidades como Chomes, Costa de Pájaros, Manzanillo, Abangaritos, El Roble y Barranca, no solo se enfocó en los peques. También le echaron un ojo a 27 adultos para detectar glaucoma, porque la salud es pa’ to’ el mundo, ¿verdad? Y vaya que se quitaron un brete de la lista de espera, eso es lo bueno.
Según la doctora Marisela Salas Vargas, coordinadora del COCOE (Consejo Costarricense de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo), este tipo de jornadas son cruciales, especialmente en Latinoamérica donde se promueve la detección temprana en menores de siete años. Dijo que la organización y el esfuerzo logístico de la gente que participó fueron 'de otro planeta', ¡qué carga!
Pero espérense, que hay más. Además de revisar sus ojitos, a estos nenes les hicieron una limpieza dental a toda máquina, gracias a los estudiantes de Odontopediatría de la UCR. Como dice el doctor Joseph Ulate Jiménez, director del Departamento de Odontología Social de la UCR, la unión entre la universidad y la Caja es una bendición, 'pa’ los pacientes y pa’ la gente que necesita los servicios'. De verdad, qué bonita la onda de trabajar juntos así.
El doctor Randall Álvarez Juárez, director general del hospital, se puso contento diciendo que esto demuestra el compromiso del hospital con la sociedad y, sobre todo, con la niñez. Con este enfoque completo, se pudieron identificar problemitas de visión y boca que, si no se hubieran detectado a tiempo, podrían haberle complicado la vida a muchos de estos chamacos. Ya saben, prevenir siempre es mejor que lamentar, diay.
Las mamás y papás estaban felices, obviamente. Hazel Medrano, de Costa de Pájaros, nos dijo que “me parece excelente” que hagan este tipo de cosas. Y Diana Valdés, mamá de Santiago, resaltó lo valioso que es traer estas campañas hasta Puntarenas, porque no todos pueden meterse hasta San José para recibir atención especializada. Es pura verdad, viajar con niños no es pan comido, ¡y menos si tienes que ir hasta la capital!
Pa’ rematar, la jornada se metió en el Programa Bandera Azul Ecológica y sacó una nota perfecta de 100, demostrando que se hizo todo bien y con conciencia ambiental. Más de 60 personas, entre funcionarios, voluntarios y empresas, pusieron manos a la obra pa’ hacer realidad esta movida. Una verdadera muestra de que cuando nos echamos unas ganas, podemos lograr cosas increíbles, ¿no creen?
Esta campaña es una luz de esperanza para muchas familias del Pacífico, pero me pregunto... ¿Será que debemos invertir aún más en programas preventivos como este, especialmente en zonas rurales donde el acceso a la salud es más limitado? ¿Qué otras estrategias podríamos implementar para asegurar que todos los niños costarricenses tengan la oportunidad de crecer sanos y fuertes?