¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con el circo mediático, mi gente. Resulta que el ministro Gerald Campos Valverde, el mismo que anda hablando de paz y justicia, ahora tiene encima un buen brete legal. La Corte Suprema de Justicia lo indagó por un caso de corrupción que viene rodando desde hace años, ¡años!, y que parecía haberse ido al traste gracias a sus inmunidades. Pero parece que la cosa se puso seria y ahí sí tuvieron que sacarlo del escondite.
Según nos cuentan, todo esto empezó hace casi dos años, cuando la Fiscalía General le echó la lupa con acusaciones de peculado, falsedad ideológica y hasta reconocimiento ilegal de beneficios laborales. Todo esto, dicen, ocurrió cuando él todavía estaba chambeando como subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Uno se pregunta, ¿cómo se le escapa semejante maje a hacer esas cosas?, porque es un descuido que te puede costar caro, ¿verdad?
Y claro, el tema es que todo este tiempo el señor Campos se refugió detrás de su inmunidad como ministro, un escudo bastante efectivo para evitar que lo metieran en cintura. Estuvo empantanado por ahí, tratando de ganar tiempo, buscando alguna laguna legal que le permitiera seguir campante. Pero al final, el agua llegó a digamos, ¿sí o qué?
Lo interesante es que todo este proceso se aceleró cuando el mismo Campos decidió renunciar a esa inmunidad, aparentemente para poder enfrentar el juicio. Eso, después de que la Asamblea Legislativa estuviera a punto de levantarla, pero bueno, prefirió darle un giro diferente a la cosa y meterse de lleno en la pelea. ¡Qué valor, mae! O quizás… ¿será que sabía que no tenía salida?
Ahora, la cosa va a ir por la vía de la instrucción de la causa, un proceso que, según nos explican, no es como los juicios normales. En este caso, será el magistrado Rafael Segura, de la Sala Tercera, quien lidere el expediente y tome la declaración indagatoria. Él tendrá que dirigir el juego, y las partes tendrán que presentar sus pruebas de cara al juicio. ¡Aquí sí hay que tener cuidado de no jalársela!
Pero miren nomás, la acusación contra el ministro es un verdadero chimbo. No solo se le acusa de usar un carro institucional de manera irregular, sino también de cobrar horas extras exageradas para un custodio, el tal Jara, y de meterle mano a unos viáticos para justificar gastos que nunca hubo. ¡Un festín de trapisíes!, vamos. Según la Fiscalía, estamos hablando de cientos de miles de colones desviados, entre viáticos y “beneficios” para sus allegados. ¡Qué barbaridad!
Y para rematar, resulta que todo este escándalo salió a la luz pública gracias a un video que apareció en YouTube allá por 2016. Un video titulado “La cereza del pastel de GCV1”. ¡Imagínense!, un nombre así, como si quisiera presumirlo. Parece que la verdad siempre encuentra la forma de salir a flote, aunque a veces tarde un poquito. Esta vaina es digna de novela, sinceramente. Lo que me pregunto es si esto afectará la credibilidad del gobierno, viendo que este caso se arrastra desde hace tanto tiempo y involucra a un miembro clave del gabinete... ¿Ustedes creen que el Presidente Chaves debería pedirle la renuncia a Campos o defenderlo a pesar de todo?
Bueno, mi gente, ahí les dejo este panorama bien completo del brete legal que tiene al ministro Campos en aprietos. Ahora, cuéntenme ustedes: ¿creen que el sistema judicial de Costa Rica es capaz de llevar este caso hasta el final y demostrar la culpabilidad o inocencia del ministro, o este es otro caso que se va a quedar en el limbo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!
Según nos cuentan, todo esto empezó hace casi dos años, cuando la Fiscalía General le echó la lupa con acusaciones de peculado, falsedad ideológica y hasta reconocimiento ilegal de beneficios laborales. Todo esto, dicen, ocurrió cuando él todavía estaba chambeando como subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Uno se pregunta, ¿cómo se le escapa semejante maje a hacer esas cosas?, porque es un descuido que te puede costar caro, ¿verdad?
Y claro, el tema es que todo este tiempo el señor Campos se refugió detrás de su inmunidad como ministro, un escudo bastante efectivo para evitar que lo metieran en cintura. Estuvo empantanado por ahí, tratando de ganar tiempo, buscando alguna laguna legal que le permitiera seguir campante. Pero al final, el agua llegó a digamos, ¿sí o qué?
Lo interesante es que todo este proceso se aceleró cuando el mismo Campos decidió renunciar a esa inmunidad, aparentemente para poder enfrentar el juicio. Eso, después de que la Asamblea Legislativa estuviera a punto de levantarla, pero bueno, prefirió darle un giro diferente a la cosa y meterse de lleno en la pelea. ¡Qué valor, mae! O quizás… ¿será que sabía que no tenía salida?
Ahora, la cosa va a ir por la vía de la instrucción de la causa, un proceso que, según nos explican, no es como los juicios normales. En este caso, será el magistrado Rafael Segura, de la Sala Tercera, quien lidere el expediente y tome la declaración indagatoria. Él tendrá que dirigir el juego, y las partes tendrán que presentar sus pruebas de cara al juicio. ¡Aquí sí hay que tener cuidado de no jalársela!
Pero miren nomás, la acusación contra el ministro es un verdadero chimbo. No solo se le acusa de usar un carro institucional de manera irregular, sino también de cobrar horas extras exageradas para un custodio, el tal Jara, y de meterle mano a unos viáticos para justificar gastos que nunca hubo. ¡Un festín de trapisíes!, vamos. Según la Fiscalía, estamos hablando de cientos de miles de colones desviados, entre viáticos y “beneficios” para sus allegados. ¡Qué barbaridad!
Y para rematar, resulta que todo este escándalo salió a la luz pública gracias a un video que apareció en YouTube allá por 2016. Un video titulado “La cereza del pastel de GCV1”. ¡Imagínense!, un nombre así, como si quisiera presumirlo. Parece que la verdad siempre encuentra la forma de salir a flote, aunque a veces tarde un poquito. Esta vaina es digna de novela, sinceramente. Lo que me pregunto es si esto afectará la credibilidad del gobierno, viendo que este caso se arrastra desde hace tanto tiempo y involucra a un miembro clave del gabinete... ¿Ustedes creen que el Presidente Chaves debería pedirle la renuncia a Campos o defenderlo a pesar de todo?
Bueno, mi gente, ahí les dejo este panorama bien completo del brete legal que tiene al ministro Campos en aprietos. Ahora, cuéntenme ustedes: ¿creen que el sistema judicial de Costa Rica es capaz de llevar este caso hasta el final y demostrar la culpabilidad o inocencia del ministro, o este es otro caso que se va a quedar en el limbo? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!
