¡Ay, Dios mío, qué movida! Resulta que el Presidente panameño, José Raúl Mulino, tuvo que irse a la ONU a defender el canal de Panamá de los ataques de Donaldo Trump. Parece que el exmandatario gringo anda con unas ganas locas de echarle mano otra vez al canal, argumentando que está influenciado por China. ¡Imagínate la bronca!
Para ponerlos al día, el canal de Panamá, esa maravilla de ingeniería que nos da vuelta al mundo, fue construido por los estadounidenses allá por 1914. Pero ojo, desde el año 2000, ¡ya somos dueños nosotros!, gracias a unos tratados que firmamos con Estados Unidos. Eso sí, tienen sus cláusulas, y ahí radica parte del problema.
Mulino, frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, salió a decirles que el canal es nuestro, punto final, y que mantiene su neutralidad. Dijo que esa es la clave para protegerlo y que beneficia a todo el mundo. Un buen mensaje, la verdad, porque andar discutiendo con los gringos por el canal no pinta nada bueno, especialmente considerando nuestra historia.
Trump, que ya anda calenturiento pensando en volver a gobernar, venía presionando para que Panamá le regalara el peaje a los barcos americanos, tanto civiles como militares. ¡Pero ni hablar! Los tratados dicen clarito que todos pagan lo mismo, dependiendo del tamaño y lo que traigan. Y eso es así, sin excepciones. Un verdadero despache querría hacer eso, ¡y nosotros no estamos pa' bromitas!
Y ojo, que el canal es importantísimo para la economía mundial. Por ahí pasan alrededor del 5% del comercio marítimo global, y son clientes pesados como Estados Unidos y China. Imagínate si el canal se estanca por alguna disputa... ¡sería un tremendo problemón para todos!
Mulino también recalcó que hemos manejado el canal de forma excelente, contribuyendo al desarrollo de nuestro país y beneficiando a la navegación internacional. Hizo hincapié en la importancia del multilateralismo para enfrentar los desafíos actuales, lo cual suena muy bien en teoría, pero a ver si luego se ponen las pilas en la práctica.
La verdad, es que esta jugada de Trump me huele a campaña política. Seguro está buscando llamar la atención de su gente, echándole leña al fuego de siempre. Porque ya saben cómo son algunos políticos… buscan el protagonismo a cualquier costo. Esperemos que la diplomacia haga su trabajo y que podamos seguir disfrutando de un canal funcionando a toda máquina, sin problemas.
Con todo esto, me pregunto: ¿creen ustedes que veremos un resurgimiento de esas viejas disputas entre Panamá y Estados Unidos por el canal? ¿Es posible que Trump vuelva a mover el dedo sobre nuestro territorio, o la diplomacia prevalecerá y podremos mantener la paz y el progreso?
Para ponerlos al día, el canal de Panamá, esa maravilla de ingeniería que nos da vuelta al mundo, fue construido por los estadounidenses allá por 1914. Pero ojo, desde el año 2000, ¡ya somos dueños nosotros!, gracias a unos tratados que firmamos con Estados Unidos. Eso sí, tienen sus cláusulas, y ahí radica parte del problema.
Mulino, frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, salió a decirles que el canal es nuestro, punto final, y que mantiene su neutralidad. Dijo que esa es la clave para protegerlo y que beneficia a todo el mundo. Un buen mensaje, la verdad, porque andar discutiendo con los gringos por el canal no pinta nada bueno, especialmente considerando nuestra historia.
Trump, que ya anda calenturiento pensando en volver a gobernar, venía presionando para que Panamá le regalara el peaje a los barcos americanos, tanto civiles como militares. ¡Pero ni hablar! Los tratados dicen clarito que todos pagan lo mismo, dependiendo del tamaño y lo que traigan. Y eso es así, sin excepciones. Un verdadero despache querría hacer eso, ¡y nosotros no estamos pa' bromitas!
Y ojo, que el canal es importantísimo para la economía mundial. Por ahí pasan alrededor del 5% del comercio marítimo global, y son clientes pesados como Estados Unidos y China. Imagínate si el canal se estanca por alguna disputa... ¡sería un tremendo problemón para todos!
Mulino también recalcó que hemos manejado el canal de forma excelente, contribuyendo al desarrollo de nuestro país y beneficiando a la navegación internacional. Hizo hincapié en la importancia del multilateralismo para enfrentar los desafíos actuales, lo cual suena muy bien en teoría, pero a ver si luego se ponen las pilas en la práctica.
La verdad, es que esta jugada de Trump me huele a campaña política. Seguro está buscando llamar la atención de su gente, echándole leña al fuego de siempre. Porque ya saben cómo son algunos políticos… buscan el protagonismo a cualquier costo. Esperemos que la diplomacia haga su trabajo y que podamos seguir disfrutando de un canal funcionando a toda máquina, sin problemas.
Con todo esto, me pregunto: ¿creen ustedes que veremos un resurgimiento de esas viejas disputas entre Panamá y Estados Unidos por el canal? ¿Es posible que Trump vuelva a mover el dedo sobre nuestro territorio, o la diplomacia prevalecerá y podremos mantener la paz y el progreso?