¡Aguántense!, parece que el panorama político se puso más picante que salsa Lizano. Francisco Nicolás, el diputado libertario que siempre anda con polémicas, acaba de mandar un comunicado que dejó a más de uno con la boca abierta. El mae decidió tirar la toalla, o bueno, renunciar a su inmunidad, para enfrentar las acusaciones que le llueven encima por unos chamacos haciendo campaña en horario laboral.
Según cuentan los rumores, el personal de Nicolás estaría usando el tiempo de oficina para moviendo hilos proselitistas. Lo cual, si se comprueba, sería una falta gravísima porque sabemos que la ley es clara en esos temas. Pero el propio Nicolás no se quedó callado, sino que salió con toda la artillería pesada diciendo que todo esto es un 'montaje' para acallarlo. ¡Uy, qué bronca!
En la misiva que mandó, y a la que CRHoy tuvo acceso (como siempre, ellos sí nos traen la carnaza), el diputado no anduvo con rodeos. Dijo textualmente, “A mí nadie me tiene que pedir una renuncia a la inmunidad, por eso yo mismo presenté la renuncia. Está más que claro que esto es un montaje para acallarme y no lo van a lograr”. Claramente, el señor está en modo ofensiva total.
Ahora bien, hay que analizarlo con calma. Las renuncias a la inmunidad han sido frecuentes últimamente. Recordemos el caso de Alexander Barrantes, quien también tuvo que ceder ante la presión de la Corte para investigar unas cosillas relacionadas con embajadas y la diputada Sofía Guillén. Parece que el Congreso se ha convertido en un ring de boxeo donde todos buscan defenderse.
Y ni hablar de la discusión que hubo en el Plenario Legislativo esta semana, donde Nuevo República soltó bombas sobre otras denuncias contra legisladores. Fue un ambiente tenso, lleno de señalamientos cruzados y la amenaza constante de nuevas renuncias. ¡Parece novela venezolana!
Pero volviendo a Nicolás, él asegura que desconoce totalmente las denuncias y que está dispuesto a colaborar con las autoridades para aclarar cualquier duda. En la carta también dice que manifiesta su “voluntad absoluta de colaborar con las autoridades competentes y ponerme a las órdenes del Ministerio Público...”. Eso suena bien, aunque ya saben cómo va el dicho: ‘dime con quién andas y te diré quién eres’.
Lo cierto es que esta polémica llega en un momento delicado para el PLN, que busca recuperar terreno en la opinión pública. Una investigación turbia o, peor aún, una condena para Nicolás, podría pegarle duro a la agrupación libertaria. Por eso, es crucial que todo salga transparente y que se demuestre la inocencia del diputado o, en su defecto, que asuma sus responsabilidades.
Con todo esto, una se pregunta: ¿Estamos frente a un caso de corrupción real o a una persecución política encubierta? ¿Será que el Congreso se volverá a llenar de renuncias y escándalos? ¡Diganme, compañeros del Foro, qué piensan ustedes sobre esta vara? ¿Creen que Nicolás es inocente o que realmente se jaló una torta?
Según cuentan los rumores, el personal de Nicolás estaría usando el tiempo de oficina para moviendo hilos proselitistas. Lo cual, si se comprueba, sería una falta gravísima porque sabemos que la ley es clara en esos temas. Pero el propio Nicolás no se quedó callado, sino que salió con toda la artillería pesada diciendo que todo esto es un 'montaje' para acallarlo. ¡Uy, qué bronca!
En la misiva que mandó, y a la que CRHoy tuvo acceso (como siempre, ellos sí nos traen la carnaza), el diputado no anduvo con rodeos. Dijo textualmente, “A mí nadie me tiene que pedir una renuncia a la inmunidad, por eso yo mismo presenté la renuncia. Está más que claro que esto es un montaje para acallarme y no lo van a lograr”. Claramente, el señor está en modo ofensiva total.
Ahora bien, hay que analizarlo con calma. Las renuncias a la inmunidad han sido frecuentes últimamente. Recordemos el caso de Alexander Barrantes, quien también tuvo que ceder ante la presión de la Corte para investigar unas cosillas relacionadas con embajadas y la diputada Sofía Guillén. Parece que el Congreso se ha convertido en un ring de boxeo donde todos buscan defenderse.
Y ni hablar de la discusión que hubo en el Plenario Legislativo esta semana, donde Nuevo República soltó bombas sobre otras denuncias contra legisladores. Fue un ambiente tenso, lleno de señalamientos cruzados y la amenaza constante de nuevas renuncias. ¡Parece novela venezolana!
Pero volviendo a Nicolás, él asegura que desconoce totalmente las denuncias y que está dispuesto a colaborar con las autoridades para aclarar cualquier duda. En la carta también dice que manifiesta su “voluntad absoluta de colaborar con las autoridades competentes y ponerme a las órdenes del Ministerio Público...”. Eso suena bien, aunque ya saben cómo va el dicho: ‘dime con quién andas y te diré quién eres’.
Lo cierto es que esta polémica llega en un momento delicado para el PLN, que busca recuperar terreno en la opinión pública. Una investigación turbia o, peor aún, una condena para Nicolás, podría pegarle duro a la agrupación libertaria. Por eso, es crucial que todo salga transparente y que se demuestre la inocencia del diputado o, en su defecto, que asuma sus responsabilidades.
Con todo esto, una se pregunta: ¿Estamos frente a un caso de corrupción real o a una persecución política encubierta? ¿Será que el Congreso se volverá a llenar de renuncias y escándalos? ¡Diganme, compañeros del Foro, qué piensan ustedes sobre esta vara? ¿Creen que Nicolás es inocente o que realmente se jaló una torta?