¡Aguante, pura vida! Parece que ya nos quieren preparando para lo peor (o lo mejor, si son precavidos). Tránsito confirmó que van a estar pisándole duro a los carros por casi dos años, desde ahora hasta febrero del 2026. Así que ya se imaginan, si iban pensando en relajarse al volante luego de las fiestas, ¡mejor reconsideren!
La onda es que esto va más allá de los aguinaldos y las posadas. Según los jerarcas, es una medida para mantener la seguridad en las carreteras durante todo el período vacacional y, encima, conectarlo directamente con el reinicio de clases. ¡Imaginen la movida! Desde diciembre hasta que los mocosos vuelvan a la escuela, serán ojo avizor en todas las rutas principales.
Y ni crean que andan jugando. Este operativo está diseñado a punta de datos, analizando dónde se pega más tráfico y dónde ocurren los más accidentes. En otras palabras, han estudiado el terreno y saben exactamente dónde hay que ponerle presión. Van a tener sus radares calibrados y listos para meterle a cualquiera que se pase de la velocidad permitida, diay.
Las cuatro rutas que tienen en la mira son las clásicas: la 27 rumbo a Caldera y Guanacaste, la 1 Interamericana, la 32 hacia Limón y la 34 Costanera Sur. Todas esas, ya saben, son las que se llenan como sardinas los fines de semana y feriados largos. Ahí es donde se concentrarán la mayoría de los agentes, así que preparen los cinturones de seguridad y mantengan la calma.
Pero la sorpresa más grande es la alianza con la Fuerza Pública. Ya no solo van a estar buscando borrachos y manejadores temerarios, también van a estar alertas a cualquier otra cosita rara que esté pasando: traslados ilegales, armas, gente con órdenes de captura... ¡Un combo completo de seguridad! Martín Sánchez, el subdirector de Tránsito, lo dejó bien claro: “Ya tenemos un cronograma en diferentes partes del país y estamos en coordinación directa con el Ministerio de Seguridad Pública”. ¡Eso sí que es amplio!
La idea es evitar que la curva de accidentes siga subiendo en enero, cuando el turismo nacional está en su máxima expresión. Muchos ticos aprovechan para ir a disfrutar de las playas después de Navidad, y eso significa más carros en la carretera y más riesgo de accidentes. Por eso, los controles estarán activos sin pausa hasta que empiece el nuevo ciclo escolar.
Ahora, más allá de las medidas y los anuncios oficiales, la pregunta que queda es: ¿realmente este tipo de operativos prolongados ayudan a reducir los accidentes o simplemente generan frustración entre los conductores? Porque a veces, sentirse perseguido te distrae más que ayudarte a conducir con precaución. Hay quien dice que deberían enfocarse más en mejorar la infraestructura de las carreteras, porque ahí sí que hay mucho por hacer.
Así que ya saben, ¡prepárense! Este operativo promete ser largo y exigente. Pero bueno, al final del día, lo importante es llegar seguros a destino. Díganme, ¿creen que estas medidas drásticas son necesarias o deberían explorar otros enfoques para mejorar la seguridad vial en Costa Rica?
La onda es que esto va más allá de los aguinaldos y las posadas. Según los jerarcas, es una medida para mantener la seguridad en las carreteras durante todo el período vacacional y, encima, conectarlo directamente con el reinicio de clases. ¡Imaginen la movida! Desde diciembre hasta que los mocosos vuelvan a la escuela, serán ojo avizor en todas las rutas principales.
Y ni crean que andan jugando. Este operativo está diseñado a punta de datos, analizando dónde se pega más tráfico y dónde ocurren los más accidentes. En otras palabras, han estudiado el terreno y saben exactamente dónde hay que ponerle presión. Van a tener sus radares calibrados y listos para meterle a cualquiera que se pase de la velocidad permitida, diay.
Las cuatro rutas que tienen en la mira son las clásicas: la 27 rumbo a Caldera y Guanacaste, la 1 Interamericana, la 32 hacia Limón y la 34 Costanera Sur. Todas esas, ya saben, son las que se llenan como sardinas los fines de semana y feriados largos. Ahí es donde se concentrarán la mayoría de los agentes, así que preparen los cinturones de seguridad y mantengan la calma.
Pero la sorpresa más grande es la alianza con la Fuerza Pública. Ya no solo van a estar buscando borrachos y manejadores temerarios, también van a estar alertas a cualquier otra cosita rara que esté pasando: traslados ilegales, armas, gente con órdenes de captura... ¡Un combo completo de seguridad! Martín Sánchez, el subdirector de Tránsito, lo dejó bien claro: “Ya tenemos un cronograma en diferentes partes del país y estamos en coordinación directa con el Ministerio de Seguridad Pública”. ¡Eso sí que es amplio!
La idea es evitar que la curva de accidentes siga subiendo en enero, cuando el turismo nacional está en su máxima expresión. Muchos ticos aprovechan para ir a disfrutar de las playas después de Navidad, y eso significa más carros en la carretera y más riesgo de accidentes. Por eso, los controles estarán activos sin pausa hasta que empiece el nuevo ciclo escolar.
Ahora, más allá de las medidas y los anuncios oficiales, la pregunta que queda es: ¿realmente este tipo de operativos prolongados ayudan a reducir los accidentes o simplemente generan frustración entre los conductores? Porque a veces, sentirse perseguido te distrae más que ayudarte a conducir con precaución. Hay quien dice que deberían enfocarse más en mejorar la infraestructura de las carreteras, porque ahí sí que hay mucho por hacer.
Así que ya saben, ¡prepárense! Este operativo promete ser largo y exigente. Pero bueno, al final del día, lo importante es llegar seguros a destino. Díganme, ¿creen que estas medidas drásticas son necesarias o deberían explorar otros enfoques para mejorar la seguridad vial en Costa Rica?