¡Dengue!, resulta que Panamá ahora lleva las riendas del Foro de Ministras y Ministros de Medio Ambiente de Latinoamérica y el Caribe. Sí, nuestro país, recién asumiendo la presidencia pro tempore de la CCAD, se comió otro brete. Suenan cosas raras, ¿verdad?
Como bien les comentaba el colega, esto significa que durante los próximos tres años, Panamá será el encargado de guiar las decisiones y estrategias ambientales de toda la región. Esto sucede luego de una elección por consenso, bastante tranqui, durante la reciente reunión en Lima. No sé ustedes, pero yo me pregunto si estamos listos para semejante responsabilidad.
El ministro Juan Carlos Navarro, con toda la razón del mundo, soltó unas verdades que hay que masticar a gusto: ya no vamos a andar jugando con el tema ambiental. Dice que no podemos seguir viendo cómo se pierden bosques a mansalva, ni cómo se extinguen especies que ni siquiera sabíamos que existían. Qué torta, amigos. Parece que nos toca despertar, y rápido.
Pero no todo es drama. Navarro, con un toque de optimismo bien tico, asegura que sí podemos darle la vuelta a la tortilla. Propone enfocar los esfuerzos en la conservación real, en proteger la biodiversidad que nos hace únicos, y en frenar la contaminación que está jodiendo a todos. A ver si esta vez sí le ponemosle ganas, porque las aguas van a subir, literalmente.
Y ojo, porque el plan no es solo eso. También quieren dinamizar la cooperación entre los países, empujar a los gobiernos a tomar medidas más contundentes y mostrarle al mundo que Latinoamérica y el Caribe pueden ser líderes en sostenibilidad. ¡Un paso a la vez, maes!
Para ponerles en perspectiva, el Foro de Ministras y Ministros de Medio Ambiente reúne a representantes de 33 países de la región. Es un espacio clave para definir prioridades y coordinar acciones ante los desafíos ambientales que enfrentamos. Piensen en la magnitud de eso: 33 países buscando soluciones juntos. ¡Qué nivel!
Además, como les decía, Panamá viene arrastrando otra responsabilidad importante: la presidencia pro tempore de la CCAD. Eso quiere decir que estamos metidos hasta el cuello en temas ambientales centroamericanos. ¿Será que tener doble rol nos ayudará a avanzar más rápido o simplemente nos complicará el panorama?
Ahora, dime tú: ¿Crees que Panamá está preparado para asumir este liderazgo regional en materia ambiental? ¿Será suficiente con buenas intenciones o necesitamos una movilización social masiva para lograr cambios reales? Déjanos tus comentarios y analicemos juntos el futuro verde de nuestra región. ¡Vamos a darle caña a esta vara!
Como bien les comentaba el colega, esto significa que durante los próximos tres años, Panamá será el encargado de guiar las decisiones y estrategias ambientales de toda la región. Esto sucede luego de una elección por consenso, bastante tranqui, durante la reciente reunión en Lima. No sé ustedes, pero yo me pregunto si estamos listos para semejante responsabilidad.
El ministro Juan Carlos Navarro, con toda la razón del mundo, soltó unas verdades que hay que masticar a gusto: ya no vamos a andar jugando con el tema ambiental. Dice que no podemos seguir viendo cómo se pierden bosques a mansalva, ni cómo se extinguen especies que ni siquiera sabíamos que existían. Qué torta, amigos. Parece que nos toca despertar, y rápido.
Pero no todo es drama. Navarro, con un toque de optimismo bien tico, asegura que sí podemos darle la vuelta a la tortilla. Propone enfocar los esfuerzos en la conservación real, en proteger la biodiversidad que nos hace únicos, y en frenar la contaminación que está jodiendo a todos. A ver si esta vez sí le ponemosle ganas, porque las aguas van a subir, literalmente.
Y ojo, porque el plan no es solo eso. También quieren dinamizar la cooperación entre los países, empujar a los gobiernos a tomar medidas más contundentes y mostrarle al mundo que Latinoamérica y el Caribe pueden ser líderes en sostenibilidad. ¡Un paso a la vez, maes!
Para ponerles en perspectiva, el Foro de Ministras y Ministros de Medio Ambiente reúne a representantes de 33 países de la región. Es un espacio clave para definir prioridades y coordinar acciones ante los desafíos ambientales que enfrentamos. Piensen en la magnitud de eso: 33 países buscando soluciones juntos. ¡Qué nivel!
Además, como les decía, Panamá viene arrastrando otra responsabilidad importante: la presidencia pro tempore de la CCAD. Eso quiere decir que estamos metidos hasta el cuello en temas ambientales centroamericanos. ¿Será que tener doble rol nos ayudará a avanzar más rápido o simplemente nos complicará el panorama?
Ahora, dime tú: ¿Crees que Panamá está preparado para asumir este liderazgo regional en materia ambiental? ¿Será suficiente con buenas intenciones o necesitamos una movilización social masiva para lograr cambios reales? Déjanos tus comentarios y analicemos juntos el futuro verde de nuestra región. ¡Vamos a darle caña a esta vara!