¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que en San Ramón se agarraron a dos Pérez, padre e hijo, y ahora andan pensando cómo van a salir de esta. La Fiscalía contra el Narcotráfico los metió en prisión preventiva, acusándolos de estar vendiendo crack. Tres meses tendrán que pasar entre rejas mientras se desarrolla la investigación, ¡una pena!
Según fuentes cercanas a la Fiscalía, todo empezó hace unos mesecitos, allá por septiembre, cuando llegó una “vara” de información al despacho. Al parecer, estos señores estaban dedicándose a mover la blanca en el parque de San Ramón. Imagínate, justo ahí donde los niños juegan y los abuelitos se sientan a tomar café… ¡Qué falta de respeto!
La investigación, que lleva ya varios días de rodaje, se basa en testimonios y evidencias recogidas en el lugar. Se dice que tenían un sistema bien organizado, con puntos de venta estratégicos y clientes frecuentes. La policía ha estado trabajando duro para desenmascararlos y ponerle fin a esta actividad ilegal que afecta a la comunidad.
El Juzgado Penal de San Ramón, luego de evaluar las pruebas presentadas por la Fiscalía, determinó que existían “fundamentados motivos” para dictar la medida cautelar de prisión preventiva. Esto significa que, hasta que se demuestre lo contrario, los Pérez Arias y Pérez Madrigal deberán permanecer recluidos en el centro penitenciario, esperando el resultado del juicio.
La causa judicial, identificada como 25-001973-0068-PE, sigue abierta y activa. La Fiscalía asegura que continuará profundizando en la investigación para determinar si hay otros implicados en este caso. No descartan la posibilidad de que estén trabajando para una organización mayor, ¡qué susto!
Y hablando de cosas turbias, recuerden el escándalo del año pasado con los funcionarios corruptos en el Ministerio de Hacienda. Esa “varecita” causó un revuelo nacional, demostrando que la corrupción es una enfermedad que nos come por dentro. Uno piensa, ¿cuándo vamos a tener gobernantes honestos que trabajen por el país y no por sus propios bolsillos?
Ahora, volviendo al caso de los Pérez, muchos vecinos de San Ramón expresaron su sorpresa y decepción al enterarse de la noticia. Dicen que eran “maes tranquilos”, que nunca les vieron hacer ninguna tontería. Pero bueno, como dice el dicho, “de cantaro roto, agua barata”. Es triste ver cómo una familia se desmorona por culpa de malas decisiones, pero también es importante recordar que todos merecen una oportunidad de redimirse...si realmente lo quieren.
En fin, esta historia nos deja varias preguntas en el aire: ¿Cómo podemos fortalecer la prevención del consumo de drogas en nuestras comunidades? ¿Qué medidas debemos tomar para combatir la corrupción y proteger a nuestros jóvenes de caer en redes criminales? ¿Ustedes creen que la justicia tica podrá llevar este caso a buen término y enviar un mensaje claro a aquellos que se atreven a desafiar la ley? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
Según fuentes cercanas a la Fiscalía, todo empezó hace unos mesecitos, allá por septiembre, cuando llegó una “vara” de información al despacho. Al parecer, estos señores estaban dedicándose a mover la blanca en el parque de San Ramón. Imagínate, justo ahí donde los niños juegan y los abuelitos se sientan a tomar café… ¡Qué falta de respeto!
La investigación, que lleva ya varios días de rodaje, se basa en testimonios y evidencias recogidas en el lugar. Se dice que tenían un sistema bien organizado, con puntos de venta estratégicos y clientes frecuentes. La policía ha estado trabajando duro para desenmascararlos y ponerle fin a esta actividad ilegal que afecta a la comunidad.
El Juzgado Penal de San Ramón, luego de evaluar las pruebas presentadas por la Fiscalía, determinó que existían “fundamentados motivos” para dictar la medida cautelar de prisión preventiva. Esto significa que, hasta que se demuestre lo contrario, los Pérez Arias y Pérez Madrigal deberán permanecer recluidos en el centro penitenciario, esperando el resultado del juicio.
La causa judicial, identificada como 25-001973-0068-PE, sigue abierta y activa. La Fiscalía asegura que continuará profundizando en la investigación para determinar si hay otros implicados en este caso. No descartan la posibilidad de que estén trabajando para una organización mayor, ¡qué susto!
Y hablando de cosas turbias, recuerden el escándalo del año pasado con los funcionarios corruptos en el Ministerio de Hacienda. Esa “varecita” causó un revuelo nacional, demostrando que la corrupción es una enfermedad que nos come por dentro. Uno piensa, ¿cuándo vamos a tener gobernantes honestos que trabajen por el país y no por sus propios bolsillos?
Ahora, volviendo al caso de los Pérez, muchos vecinos de San Ramón expresaron su sorpresa y decepción al enterarse de la noticia. Dicen que eran “maes tranquilos”, que nunca les vieron hacer ninguna tontería. Pero bueno, como dice el dicho, “de cantaro roto, agua barata”. Es triste ver cómo una familia se desmorona por culpa de malas decisiones, pero también es importante recordar que todos merecen una oportunidad de redimirse...si realmente lo quieren.
En fin, esta historia nos deja varias preguntas en el aire: ¿Cómo podemos fortalecer la prevención del consumo de drogas en nuestras comunidades? ¿Qué medidas debemos tomar para combatir la corrupción y proteger a nuestros jóvenes de caer en redes criminales? ¿Ustedes creen que la justicia tica podrá llevar este caso a buen término y enviar un mensaje claro a aquellos que se atreven a desafiar la ley? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, quiero saber qué piensan!
