¡Ay, Dios mío! El Partido Liberación Nacional (PLN) anda con el agua al cuello, mae. Después del rechazo del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), parece que la situación con la asamblea cantonal en San Ramón podría llegar a la Sala Cuatro, ¡y eso sí que es brete!
Todo empezó con la apelación presentada por Miguel Guillén, el secretario general del PLN, buscando que se les permitiera acceder a la deuda política. Resulta que la asamblea cantonal de San Ramón dejó algunos puestos pendientes, y el PLN quería arreglarlo por la vía rápida, utilizando una norma interna que habilitaba a la Asamblea Nacional para hacer los nombramientos directamente. Pero el TSE, con toda la calma del mundo, le dijo “no podrá ser”.
El TSE básicamente le dio una bofetada legal, indicándole que esa norma interna no aplica porque va contra las leyes electorales. Ni siquiera le hicieron gracia los argumentos de Guillén de que no se les podía negar el derecho a la deuda política solo porque no tenían la asamblea en San Ramón actualizada. ¡Imagínate la cara de papelón que debió sentir!
Ahora, resulta que el ente electoral explicó, con lujo de detalle, que aunque un partido no tenga todo en orden con sus renovaciones internas, pueden seguir presentando cuentas y pedir reembolsos, pero la plata queda congelada hasta que demuestren que todo está al día. Suena a que el PLN tendrá que sudar la camiseta para convencer a la Sala Cuatro de que merecen ese dinero.
Guillén, tratando de ponerle paños fríos al asunto, dice que respetan las decisiones del TSE, que van a organizar la asamblea de San Ramón y que Dios mediante, lo van a solucionar pronto. Pero también advierte que se guardará el derecho a presentar un recurso ante la Sala Constitucional, argumentando que sus argumentos jurídicos son sólidos. ¡Uf, qué quilombo!
Lo interesante de todo esto es que pone de manifiesto la importancia de cumplir con los procesos internos de los partidos políticos. Parece que el PLN se relajó un poco con la organización en San Ramón, y ahora está pagando las consecuencias. Esto nos recuerda que la transparencia y el cumplimiento de las normas son fundamentales para mantener la confianza ciudadana.
Y claro, esto no es bueno para la imagen del PLN, especialmente cuando se avecina el cambio de mando en 2025. Ya andaban medio apuestos, y ahora este traspiés puede afectarles bastante. Se rumora que algunos dentro del partido están diciendo que esto es pura sal, que alguien los quiere perjudicar intencionalmente. ¡Pero vamos, eso siempre pasa en política, diay!
En fin, el caso del PLN en San Ramón sigue abierto, y ahora la pelota está en el techo de la Sala Cuatro. ¿Creen ustedes que el PLN logrará convencer a la Sala Constitucional de que merece recuperar la deuda política, o tendrán que tragarse sapo y organizarse a conciencia en San Ramón? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, estoy deseando saber qué piensa el público!
Todo empezó con la apelación presentada por Miguel Guillén, el secretario general del PLN, buscando que se les permitiera acceder a la deuda política. Resulta que la asamblea cantonal de San Ramón dejó algunos puestos pendientes, y el PLN quería arreglarlo por la vía rápida, utilizando una norma interna que habilitaba a la Asamblea Nacional para hacer los nombramientos directamente. Pero el TSE, con toda la calma del mundo, le dijo “no podrá ser”.
El TSE básicamente le dio una bofetada legal, indicándole que esa norma interna no aplica porque va contra las leyes electorales. Ni siquiera le hicieron gracia los argumentos de Guillén de que no se les podía negar el derecho a la deuda política solo porque no tenían la asamblea en San Ramón actualizada. ¡Imagínate la cara de papelón que debió sentir!
Ahora, resulta que el ente electoral explicó, con lujo de detalle, que aunque un partido no tenga todo en orden con sus renovaciones internas, pueden seguir presentando cuentas y pedir reembolsos, pero la plata queda congelada hasta que demuestren que todo está al día. Suena a que el PLN tendrá que sudar la camiseta para convencer a la Sala Cuatro de que merecen ese dinero.
Guillén, tratando de ponerle paños fríos al asunto, dice que respetan las decisiones del TSE, que van a organizar la asamblea de San Ramón y que Dios mediante, lo van a solucionar pronto. Pero también advierte que se guardará el derecho a presentar un recurso ante la Sala Constitucional, argumentando que sus argumentos jurídicos son sólidos. ¡Uf, qué quilombo!
Lo interesante de todo esto es que pone de manifiesto la importancia de cumplir con los procesos internos de los partidos políticos. Parece que el PLN se relajó un poco con la organización en San Ramón, y ahora está pagando las consecuencias. Esto nos recuerda que la transparencia y el cumplimiento de las normas son fundamentales para mantener la confianza ciudadana.
Y claro, esto no es bueno para la imagen del PLN, especialmente cuando se avecina el cambio de mando en 2025. Ya andaban medio apuestos, y ahora este traspiés puede afectarles bastante. Se rumora que algunos dentro del partido están diciendo que esto es pura sal, que alguien los quiere perjudicar intencionalmente. ¡Pero vamos, eso siempre pasa en política, diay!
En fin, el caso del PLN en San Ramón sigue abierto, y ahora la pelota está en el techo de la Sala Cuatro. ¿Creen ustedes que el PLN logrará convencer a la Sala Constitucional de que merece recuperar la deuda política, o tendrán que tragarse sapo y organizarse a conciencia en San Ramón? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, estoy deseando saber qué piensa el público!