¡Pero qué bronca, raza! Se armó un quite gordo en Hatillo durante unos allanamientos de la Policía de Control de Drogas (PCD). Resulta que un periodista de CRHoy, trabajando solito cubriendo la movida, terminó con el celular hecho pedazos, cortesía de un oficial, según denuncian.
Al parecer, el periodista Álvaro Sánchez estaba documentando los operativos, donde se realizaron trece allanamientos, cuando comenzó a grabar a un oficial de la PCD. De acuerdo con el relato del medio, el agente se acercó a él y, sin mediar palabra, le aventó el celular al suelo, lo pisoteó y lo destrozó. ¡Imagínate el papelón!
Y eso no fue todo, chunche. Otro oficial, presuntamente, llegó al sitio y remató la tarea, golpeando el teléfono aún más con su pistola. ¡A quién le dieron por sacarle tanto coraje! El incidente ha encendido todas las alarmas sobre la libertad de prensa y el respeto hacia los trabajadores de medios en Costa Rica.
Jimena Soto, directora de CRHoy, no se anduvo con rodeos y salió al frente. “Es un ataque sumamente lamentable contra la prensa. Un funcionario armado que no puede controlar sus emociones es un riesgo no solo para nosotros, sino también para los ciudadanos”, declaró, dejando claro que esto no se queda así.
Stephen Madden, director de la PCD, aunque reconoció que el periodista se acercó a él posteriormente para informarle de lo sucedido, asegura no haber recibido reportes de sus oficiales sobre la agresión. Dijo que necesita escuchar ambas versiones antes de tomar cualquier medida, pero, diay, parece que ya hay testigos claros.
Desde el Ministerio de Seguridad Pública, aseguran que van a iniciar una investigación para esclarecer los hechos. Lo bueno es que al menos reconocieron la denuncia, aunque a veces pa’ esos temas tardan una eternidad en moverse. El medio CRHoy, por supuesto, ya anunció que presentará una denuncia formal por abuso de autoridad. ¡Esto va a tener ribete, mae!
Este caso nos recuerda, otra vez, lo delicada que es la relación entre los medios de comunicación y las fuerzas de seguridad. No es la primera vez que ocurre algo similar, y cada incidente socava la confianza ciudadana en las instituciones y limita nuestro derecho a estar bien informados. El rol de la prensa es fundamental para mantener a raya cualquier tipo de abuso de poder, y protegerla es responsabilidad de todos.
Ahora, cuéntenme, raza: ¿Les sorprende este tipo de incidentes en Costa Rica o ya estamos acostumbrados? ¿Cómo creen que deberíamos fortalecer la protección de los periodistas y garantizar que puedan hacer su trabajo sin temor a represalias?
Al parecer, el periodista Álvaro Sánchez estaba documentando los operativos, donde se realizaron trece allanamientos, cuando comenzó a grabar a un oficial de la PCD. De acuerdo con el relato del medio, el agente se acercó a él y, sin mediar palabra, le aventó el celular al suelo, lo pisoteó y lo destrozó. ¡Imagínate el papelón!
Y eso no fue todo, chunche. Otro oficial, presuntamente, llegó al sitio y remató la tarea, golpeando el teléfono aún más con su pistola. ¡A quién le dieron por sacarle tanto coraje! El incidente ha encendido todas las alarmas sobre la libertad de prensa y el respeto hacia los trabajadores de medios en Costa Rica.
Jimena Soto, directora de CRHoy, no se anduvo con rodeos y salió al frente. “Es un ataque sumamente lamentable contra la prensa. Un funcionario armado que no puede controlar sus emociones es un riesgo no solo para nosotros, sino también para los ciudadanos”, declaró, dejando claro que esto no se queda así.
Stephen Madden, director de la PCD, aunque reconoció que el periodista se acercó a él posteriormente para informarle de lo sucedido, asegura no haber recibido reportes de sus oficiales sobre la agresión. Dijo que necesita escuchar ambas versiones antes de tomar cualquier medida, pero, diay, parece que ya hay testigos claros.
Desde el Ministerio de Seguridad Pública, aseguran que van a iniciar una investigación para esclarecer los hechos. Lo bueno es que al menos reconocieron la denuncia, aunque a veces pa’ esos temas tardan una eternidad en moverse. El medio CRHoy, por supuesto, ya anunció que presentará una denuncia formal por abuso de autoridad. ¡Esto va a tener ribete, mae!
Este caso nos recuerda, otra vez, lo delicada que es la relación entre los medios de comunicación y las fuerzas de seguridad. No es la primera vez que ocurre algo similar, y cada incidente socava la confianza ciudadana en las instituciones y limita nuestro derecho a estar bien informados. El rol de la prensa es fundamental para mantener a raya cualquier tipo de abuso de poder, y protegerla es responsabilidad de todos.
Ahora, cuéntenme, raza: ¿Les sorprende este tipo de incidentes en Costa Rica o ya estamos acostumbrados? ¿Cómo creen que deberíamos fortalecer la protección de los periodistas y garantizar que puedan hacer su trabajo sin temor a represalias?
