¡Ay, patético! Se cerró la licitación para las redes 5G del ICE y, diay, cinco empresas se presentaron para intentar llevarse este jugoso brete. Después de meses de movidas legales y fechas aplazadas que dieron vuelta al calendario, parece que finalmente vamos a ver quién se queda con el pastel de los 250 palos verdes destinados a modernizar nuestras comunicaciones. ¡Un cartel así da escalofríos!
Como bien saben, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ha estado buscando desde hace tiempo cómo implementar estas redes de última generación. La onda es dejar atrás las tecnologías antiguas y abrazar el modelo Open RAN, que promete ser más flexible y eficiente. Pero, ¡qué te digo!, esto ha sido un proceso lleno de trabas y pausas, con varios actores intentando meterle mano al asunto legalmente hablando.
Entre las empresas que pusieron sus propuestas están nombres conocidos como Huawei, Samsung, Ericsson y Nokia. También vimos algunas opciones nacionales, como Datasys-Ciber-ITC y SISAP Infosec, que le metieron toda la husta para quedarse con alguna partida. Se dividió la licitación en seis partes, abarcando equipos, licencias y servicios tanto para la red de acceso inalámbrico como para la infraestructura backhaul. Claramente, hay hartas cosas en juego y cada empresa quiere asegurarse de obtener una tajada.
En cuanto a los números, estamos hablando de un contrato millonario. Unos 250 millones de dólares que podrían transformar la forma en que nos comunicamos en Costa Rica. Esto implica mejores velocidades de internet, conexión más estable y nuevas oportunidades para el desarrollo tecnológico, especialmente en zonas rurales donde la conectividad sigue siendo un problema serio. ¡Imagínate poder teletrabajar desde cualquier rincón del país sin que se te caiga la videollamada!
Ahora, la bola está en la cancha del ICE, quienes tienen la responsabilidad de evaluar cuidadosamente cada propuesta y elegir a la empresa o empresas que mejor cumplan con los requisitos técnicos y económicos. No es tarea fácil, porque todos quieren el premio gordo, pero también hay que estar ojo avizor para asegurar que se haga una elección transparente y justa. Que no haya ningún despiche ahí dentro, ¿me entienden?
Lo interesante de este proceso es que se está apostando por el modelo Open RAN. A diferencia de las redes tradicionales, este enfoque permite utilizar equipos de diferentes fabricantes, lo cual podría reducir costos y fomentar la competencia. Además, la arquitectura Stand Alone (SA) elimina la dependencia de la infraestructura celular antigua, lo que significa una mayor eficiencia y flexibilidad. Claro, hay que ver si todas estas promesas se cumplen en la práctica, pero pinta prometedor.
Sin embargo, la historia de esta licitación está llena de idas y vueltas. Las constantes demoras debido a las demandas judiciales generaron incertidumbre y retrasaron el avance del proyecto. Algunas empresas argumentaban que los términos de la licitación eran desventajosos o que favorecían a determinados competidores. Por eso, ahora toca esperar a ver si el ICE logra resolver todas estas cuestiones y avanzar con el plan original. ¡Esperemos que sí, porque ya llevamos demasiado tiempo esperando este cambio!
Y bueno, con tanta empresa queriendo quedarse con la licitación, y con tantas implicaciones económicas y tecnológicas, me pregunto... ¿cree usted que el modelo Open RAN realmente va a revolucionar la comunicación en Costa Rica, o será otro intento más que terminará yéndose al traste por burocracia y problemas políticos? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
Como bien saben, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ha estado buscando desde hace tiempo cómo implementar estas redes de última generación. La onda es dejar atrás las tecnologías antiguas y abrazar el modelo Open RAN, que promete ser más flexible y eficiente. Pero, ¡qué te digo!, esto ha sido un proceso lleno de trabas y pausas, con varios actores intentando meterle mano al asunto legalmente hablando.
Entre las empresas que pusieron sus propuestas están nombres conocidos como Huawei, Samsung, Ericsson y Nokia. También vimos algunas opciones nacionales, como Datasys-Ciber-ITC y SISAP Infosec, que le metieron toda la husta para quedarse con alguna partida. Se dividió la licitación en seis partes, abarcando equipos, licencias y servicios tanto para la red de acceso inalámbrico como para la infraestructura backhaul. Claramente, hay hartas cosas en juego y cada empresa quiere asegurarse de obtener una tajada.
En cuanto a los números, estamos hablando de un contrato millonario. Unos 250 millones de dólares que podrían transformar la forma en que nos comunicamos en Costa Rica. Esto implica mejores velocidades de internet, conexión más estable y nuevas oportunidades para el desarrollo tecnológico, especialmente en zonas rurales donde la conectividad sigue siendo un problema serio. ¡Imagínate poder teletrabajar desde cualquier rincón del país sin que se te caiga la videollamada!
Ahora, la bola está en la cancha del ICE, quienes tienen la responsabilidad de evaluar cuidadosamente cada propuesta y elegir a la empresa o empresas que mejor cumplan con los requisitos técnicos y económicos. No es tarea fácil, porque todos quieren el premio gordo, pero también hay que estar ojo avizor para asegurar que se haga una elección transparente y justa. Que no haya ningún despiche ahí dentro, ¿me entienden?
Lo interesante de este proceso es que se está apostando por el modelo Open RAN. A diferencia de las redes tradicionales, este enfoque permite utilizar equipos de diferentes fabricantes, lo cual podría reducir costos y fomentar la competencia. Además, la arquitectura Stand Alone (SA) elimina la dependencia de la infraestructura celular antigua, lo que significa una mayor eficiencia y flexibilidad. Claro, hay que ver si todas estas promesas se cumplen en la práctica, pero pinta prometedor.
Sin embargo, la historia de esta licitación está llena de idas y vueltas. Las constantes demoras debido a las demandas judiciales generaron incertidumbre y retrasaron el avance del proyecto. Algunas empresas argumentaban que los términos de la licitación eran desventajosos o que favorecían a determinados competidores. Por eso, ahora toca esperar a ver si el ICE logra resolver todas estas cuestiones y avanzar con el plan original. ¡Esperemos que sí, porque ya llevamos demasiado tiempo esperando este cambio!
Y bueno, con tanta empresa queriendo quedarse con la licitación, y con tantas implicaciones económicas y tecnológicas, me pregunto... ¿cree usted que el modelo Open RAN realmente va a revolucionar la comunicación en Costa Rica, o será otro intento más que terminará yéndose al traste por burocracia y problemas políticos? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!
