Mae, hay días en que uno lee las noticias y se le revuelve el estómago con tanto despiche. Que la política, que las presas, que la plata no alcanza... pero de vez en cuando, entre tanto ruido, sale una historia que le devuelve a uno la fe en este pedacito de tierra. Y la de hoy, que a primera vista parece una nota roja más, es en realidad todo lo contrario. La vara es que un señor se fue a una quebrada en San Carlos, pero el final de este cuento es la prueba de que aquí, cuando las cosas se tienen que hacer bien, se hacen a otro nivel.
Imagínense la escena: son casi las tres de la tarde en Aguas Zarcas. Un señor, por la razón que sea —un resbalón, un mareo, un mal paso, ¡qué salado!—, termina en el fondo de la quebrada La Ahogada. Solo el nombre ya da escalofríos, ¿verdad? Uno piensa lo peor. Pero aquí es donde la historia da un giro tuanis. En cuestión de minutos, el lugar parecía una base de operaciones de una película de acción. Llegaron los Bomberos de Aguas Zarcas, pero no venían solos. Se activó el personal de Rescate en Cavernas y Montañas y hasta la unidad G-USAR, que son los maes más cargas para rescates urbanos complejos. No era un simple "ay, se cayó, vamos a ver cómo lo sacamos". No, mae, esto fue una operación coordinada, precisa y ejecutada a cachete.
Pensemos un momento en el brete que implica una vara así. No es solo tirar una cuerda y jalar. Es evaluar el terreno, que seguro estaba hecho una nada, estabilizar al paciente en un lugar súper incómodo y peligroso, y coordinar a varios equipos con diferentes especialidades para que todo salga perfecto. Y lo lograron. Sacaron al señor, se lo entregaron a la Cruz Roja y el reporte final es "condición estable" en el Hospital San Carlos. Esa frase, "condición estable", suena tan simple, tan de machote de noticiero, pero detrás de esas dos palabras hay un despliegue de profesionalismo que es simplemente impresionante. ¡Qué carga el nivel de coordinación!
Esto va más allá de un simple rescate. En un país donde a veces sentimos que todo se va al traste, ver la eficiencia de nuestros cuerpos de socorro es un respiro de aire fresco. Son esa gente que no sale en las discusiones políticas, que no anda haciendo show, pero que a la hora de la verdad, se juegan el pellejo con una preparación de primer mundo. Desde los bomberos locales hasta las unidades especializadas, demostraron que la inversión en capacitación y equipo vale cada bendito colón. Mientras en otras áreas se jalan cada torta, estos maes demuestran que la excelencia es posible y que, cuando se trata de salvar una vida, no se andan con juegos.
Al final del día, lo que queda no es la imagen del hombre cayendo, sino la de decenas de ticos uniformados trabajando en equipo para sacarlo de ahí. Es un recordatorio de que, más allá de los problemas, hay un sistema de respuesta a emergencias que funciona, y funciona muy bien. Nos recuerda que tenemos héroes anónimos que, sin capa pero con mucho coraje, hacen que una tragedia potencial se convierta en una anécdota con final feliz. Y eso, en estos tiempos, es una noticia que vale oro. Diay, no sé ustedes, pero a mí me llena de orgullo.
Así que, compas del foro, les dejo la pregunta picando: ¿Creen que en Costa Rica le damos el reconocimiento y el apoyo que se merecen a nuestros cuerpos de socorro, o solo nos acordamos de ellos cuando pasa una emergencia como esta? ¡Los leo!
Imagínense la escena: son casi las tres de la tarde en Aguas Zarcas. Un señor, por la razón que sea —un resbalón, un mareo, un mal paso, ¡qué salado!—, termina en el fondo de la quebrada La Ahogada. Solo el nombre ya da escalofríos, ¿verdad? Uno piensa lo peor. Pero aquí es donde la historia da un giro tuanis. En cuestión de minutos, el lugar parecía una base de operaciones de una película de acción. Llegaron los Bomberos de Aguas Zarcas, pero no venían solos. Se activó el personal de Rescate en Cavernas y Montañas y hasta la unidad G-USAR, que son los maes más cargas para rescates urbanos complejos. No era un simple "ay, se cayó, vamos a ver cómo lo sacamos". No, mae, esto fue una operación coordinada, precisa y ejecutada a cachete.
Pensemos un momento en el brete que implica una vara así. No es solo tirar una cuerda y jalar. Es evaluar el terreno, que seguro estaba hecho una nada, estabilizar al paciente en un lugar súper incómodo y peligroso, y coordinar a varios equipos con diferentes especialidades para que todo salga perfecto. Y lo lograron. Sacaron al señor, se lo entregaron a la Cruz Roja y el reporte final es "condición estable" en el Hospital San Carlos. Esa frase, "condición estable", suena tan simple, tan de machote de noticiero, pero detrás de esas dos palabras hay un despliegue de profesionalismo que es simplemente impresionante. ¡Qué carga el nivel de coordinación!
Esto va más allá de un simple rescate. En un país donde a veces sentimos que todo se va al traste, ver la eficiencia de nuestros cuerpos de socorro es un respiro de aire fresco. Son esa gente que no sale en las discusiones políticas, que no anda haciendo show, pero que a la hora de la verdad, se juegan el pellejo con una preparación de primer mundo. Desde los bomberos locales hasta las unidades especializadas, demostraron que la inversión en capacitación y equipo vale cada bendito colón. Mientras en otras áreas se jalan cada torta, estos maes demuestran que la excelencia es posible y que, cuando se trata de salvar una vida, no se andan con juegos.
Al final del día, lo que queda no es la imagen del hombre cayendo, sino la de decenas de ticos uniformados trabajando en equipo para sacarlo de ahí. Es un recordatorio de que, más allá de los problemas, hay un sistema de respuesta a emergencias que funciona, y funciona muy bien. Nos recuerda que tenemos héroes anónimos que, sin capa pero con mucho coraje, hacen que una tragedia potencial se convierta en una anécdota con final feliz. Y eso, en estos tiempos, es una noticia que vale oro. Diay, no sé ustedes, pero a mí me llena de orgullo.
Así que, compas del foro, les dejo la pregunta picando: ¿Creen que en Costa Rica le damos el reconocimiento y el apoyo que se merecen a nuestros cuerpos de socorro, o solo nos acordamos de ellos cuando pasa una emergencia como esta? ¡Los leo!