¡Ay, Dios mío! Quién lo diría… resulta que Juan Manuel García Hernández, alias ‘El Güero’, no era precisamente un turista chapucero dando vueltas por acá. Este señor, parece que andaba manejando toda la logística pa’ el Cártel del Golfo, uno de los carteles más pesados de México. La bronca salió a la luz en el juicio por el caso Fénix, que ya saben, puro lavado de plata y negocios turbios. ¡Qué despiche!
Pa' ponerle contexto, el Cártel del Golfo tiene historia, una historia bien larga y llena de mugre. Antiguamente, su líder, Osiel Cárdenas Guillén, era el amo y señor, el capo más temido de México. Pero como pasa en estas cosas, las peleas internas y las divisiones fueron comiéndose al cartel, dejando espacio para otras bandas. Ahora, estos señores se dedican a todo, desde el tráfico de migrantes hasta meter cocaína y metanfetamina en Estados Unidos. Insight Crime, una organización gringa, lo explica clarito.
Y ahí entra ‘El Güero’. Este señor no es nuevo por aquí. Ya lo agarraron en 2012, se le condenó a 11 años de cárcel, pero para 2019, ¡milagro!, estaba suelto, paseándose por el país con una libertad sospechosa. Imaginen, el jefe de operaciones logísticas de cárteles mexicanos correteando por Costa Rica, ¡qué barbaridad! Como si fuera un chunche más vendiendo pan.
Lo que más me da chirria es que pa’ atraparlo necesitó una investigación de casi diez meses, rastreando sus movimientos. Resulta que este tipo usaba unas quince propiedades – algunas bien lujosas, pa’ que se queden cómodos– para esconder cocaína traída desde Colombia. La droga terminaba en contenedores y camiones, cruzando fronteras de Paso Canoas a Peñas Blancas. Esto es pa’ que se hagan una idea de la magnitud de la operación.
Pero ojo, que ‘El Güero’ no estaba solito en esto. Tenía conexiones con Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias ‘El Coss’, otro personaje pesado del Cártel del Golfo. Él era el vendedor, digamos, el que conseguía las rutas seguras pa’ pasar la cocaína a Guatemala. Un negocio redondo, ¡diay! Hasta el Hotel Talamanca se vio involucrado, donde lo agarraron junto con otros mexicanos en 2012. Luego, en 2013 lo sentenciaron a once añitos, pero bueno, ya sabemos cómo van esas cosas por aquí…
Ahora volviendo al caso Fénix, que es el que está candela ahorita. Resulta que un grupito de veinticinco vándalos se dedicaba a lavar las ganancias del narcotráfico. Según la Fiscalía, ‘El Güero’ y compañía formaron una organización criminal pa’ traficar cocaína desde 2011. Usaban Costa Rica como almacén y punto de partida pa’ enviar la droga a otros países. Lo hacían escondiendo la cocaína dentro de los aros de las llantas de furgones, ¡qué ingenio! Narizón, uno de los implicados, aparentemente era el encargado de todo eso, de captar gente y asignar tareas.
Y ahí viene lo interesante, el modus operandi. Tenían un taller en Pérez Zeledón pa’ modificar los vehículos y esconder la droga. Las autoridades encontraron tres llantas con casi 50 kilogramos de coca adheridos a estructuras de metal, ¡una verdadera obra de arte! Además, tenían una casa en Paso Canoas que servía como centro de planificación y reuniones, ¡pa’ echar el bromazo mientras lavan miles de dólares! No nos olvidemos del departamento en Barrio Boston, donde guardaban fajos de billetes producto de sus fechorías. ¡Qué vida fácil estaban llevando!
El juicio sigue en marcha, y ahora toca ver cuánto tiempo les caen a estos señores. Se calcula que esta banda movió alrededor de ¢9 mil millones en dinero sucio entre 2015 y 2022. ‘El Güero’ parece que fue el jefe máximo, el nexo entre los cárteles mexicanos y las operaciones aquí en Costa Rica. Pero la pregunta que queda en el aire es: ¿Realmente hemos cortado todas las conexiones de este cartel con Costa Rica, o hay más peces gordos esperando a salir del agua?
	
		
			
		
		
	
				
			Pa' ponerle contexto, el Cártel del Golfo tiene historia, una historia bien larga y llena de mugre. Antiguamente, su líder, Osiel Cárdenas Guillén, era el amo y señor, el capo más temido de México. Pero como pasa en estas cosas, las peleas internas y las divisiones fueron comiéndose al cartel, dejando espacio para otras bandas. Ahora, estos señores se dedican a todo, desde el tráfico de migrantes hasta meter cocaína y metanfetamina en Estados Unidos. Insight Crime, una organización gringa, lo explica clarito.
Y ahí entra ‘El Güero’. Este señor no es nuevo por aquí. Ya lo agarraron en 2012, se le condenó a 11 años de cárcel, pero para 2019, ¡milagro!, estaba suelto, paseándose por el país con una libertad sospechosa. Imaginen, el jefe de operaciones logísticas de cárteles mexicanos correteando por Costa Rica, ¡qué barbaridad! Como si fuera un chunche más vendiendo pan.
Lo que más me da chirria es que pa’ atraparlo necesitó una investigación de casi diez meses, rastreando sus movimientos. Resulta que este tipo usaba unas quince propiedades – algunas bien lujosas, pa’ que se queden cómodos– para esconder cocaína traída desde Colombia. La droga terminaba en contenedores y camiones, cruzando fronteras de Paso Canoas a Peñas Blancas. Esto es pa’ que se hagan una idea de la magnitud de la operación.
Pero ojo, que ‘El Güero’ no estaba solito en esto. Tenía conexiones con Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias ‘El Coss’, otro personaje pesado del Cártel del Golfo. Él era el vendedor, digamos, el que conseguía las rutas seguras pa’ pasar la cocaína a Guatemala. Un negocio redondo, ¡diay! Hasta el Hotel Talamanca se vio involucrado, donde lo agarraron junto con otros mexicanos en 2012. Luego, en 2013 lo sentenciaron a once añitos, pero bueno, ya sabemos cómo van esas cosas por aquí…
Ahora volviendo al caso Fénix, que es el que está candela ahorita. Resulta que un grupito de veinticinco vándalos se dedicaba a lavar las ganancias del narcotráfico. Según la Fiscalía, ‘El Güero’ y compañía formaron una organización criminal pa’ traficar cocaína desde 2011. Usaban Costa Rica como almacén y punto de partida pa’ enviar la droga a otros países. Lo hacían escondiendo la cocaína dentro de los aros de las llantas de furgones, ¡qué ingenio! Narizón, uno de los implicados, aparentemente era el encargado de todo eso, de captar gente y asignar tareas.
Y ahí viene lo interesante, el modus operandi. Tenían un taller en Pérez Zeledón pa’ modificar los vehículos y esconder la droga. Las autoridades encontraron tres llantas con casi 50 kilogramos de coca adheridos a estructuras de metal, ¡una verdadera obra de arte! Además, tenían una casa en Paso Canoas que servía como centro de planificación y reuniones, ¡pa’ echar el bromazo mientras lavan miles de dólares! No nos olvidemos del departamento en Barrio Boston, donde guardaban fajos de billetes producto de sus fechorías. ¡Qué vida fácil estaban llevando!
El juicio sigue en marcha, y ahora toca ver cuánto tiempo les caen a estos señores. Se calcula que esta banda movió alrededor de ¢9 mil millones en dinero sucio entre 2015 y 2022. ‘El Güero’ parece que fue el jefe máximo, el nexo entre los cárteles mexicanos y las operaciones aquí en Costa Rica. Pero la pregunta que queda en el aire es: ¿Realmente hemos cortado todas las conexiones de este cartel con Costa Rica, o hay más peces gordos esperando a salir del agua?
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		