¡Ay, mi alma! Resulta que la naturaleza siempre nos sorprende, ¿verdad, maes? Carlos Morales Araya, un vecino nuestro de Curridabat, mandó esta foto que te va a dejar boquiabierto: unos pajaritos diminutos, crías de colibrí, ganzuando en su nido justo ahí, en medio de su jardín. ¡Una maravilla, diay!
Ahora, pa’ entender la magnitud de esto, hay que saber que los colibríes son pura energía volando. Son los Superman del mundo de las aves, ¿me entienden? Suelen estar buscando néctar a toda velocidad, así que verlos criando tranquilos en un jardín, bien resguardados, es como ver un milagro en plena ciudad. Esto demuestra, chavón, que hasta en el concreto podemos encontrar pedacitos de paraíso.
Morales Araya, quien parece que tiene bastante ojo pa’ estas cosas, nos cuenta que ha estado observando este nido desde hace unas semanas. Dice que se levantaba temprano para ver cómo estaban los polluelos, y que los alimentaba con agua azucarada. ¡Un pana dedicado! Lo bueno es que él mismo comparte la pasión por la fotografía, y capturó este momento mágico pa' compartirlo con todos nosotros.
Y eso no es todo, porque los colibríes tienen un rol importantísimo en nuestro ecosistema. Son polinizadores clave, ayudando a que muchas plantas puedan reproducirse. Así que, al proteger a estos pajaritos, estamos protegiendo también la biodiversidad de Costa Rica, ¡qué buena vara! Hay que darle valor a esas cositas pequeñas que hacen la diferencia.
Muchos vecinos de Curridabat ya han visto la foto y están comentando en redes sociales, diciendo que es increíble que haya tanta vida silvestre tan cerca de casa. Algunos incluso dicen que van a empezar a ponerle más cariño a sus jardines, para atraer a más colibríes y otras aves. ¡Qué contagio positivo, diay! Se armó un buen ambiente de respeto por la fauna en el barrio.
Pero ahora, hablemos de lo complicado que es fotografiar a estos pajaritos. Son rapidísimos, casi invisibles. Según me cuentan algunos expertos ornitólogos, requiere de mucha paciencia, técnica y un buen lente para poder capturar su belleza en movimiento. Imagínate la dedicación que tuvo Morales pa’ conseguir esta foto espectacular, ¡una verdadera obra de arte!
Este caso nos recuerda lo importante que es cuidar nuestros espacios verdes, por pequeños que sean. Un balcón con algunas flores, un jardín con árboles frutales, un parqueito con vegetación… todo suma. Al crear ambientes naturales, estamos dando refugio a animales como los colibríes y contribuyendo a mantener el equilibrio ecológico de nuestro planeta. Además, ¡nos alegramos la vida, chavón!
En fin, qué tuanis esta historia. Nos demuestra que la vida está llena de sorpresas si sabemos dónde buscar. Pero dime tú, ¿alguna vez has tenido la suerte de observar de cerca a los colibríes? ¿Qué medidas crees que deberíamos tomar para proteger a estas aves y su hábitat, especialmente en áreas urbanas?
Ahora, pa’ entender la magnitud de esto, hay que saber que los colibríes son pura energía volando. Son los Superman del mundo de las aves, ¿me entienden? Suelen estar buscando néctar a toda velocidad, así que verlos criando tranquilos en un jardín, bien resguardados, es como ver un milagro en plena ciudad. Esto demuestra, chavón, que hasta en el concreto podemos encontrar pedacitos de paraíso.
Morales Araya, quien parece que tiene bastante ojo pa’ estas cosas, nos cuenta que ha estado observando este nido desde hace unas semanas. Dice que se levantaba temprano para ver cómo estaban los polluelos, y que los alimentaba con agua azucarada. ¡Un pana dedicado! Lo bueno es que él mismo comparte la pasión por la fotografía, y capturó este momento mágico pa' compartirlo con todos nosotros.
Y eso no es todo, porque los colibríes tienen un rol importantísimo en nuestro ecosistema. Son polinizadores clave, ayudando a que muchas plantas puedan reproducirse. Así que, al proteger a estos pajaritos, estamos protegiendo también la biodiversidad de Costa Rica, ¡qué buena vara! Hay que darle valor a esas cositas pequeñas que hacen la diferencia.
Muchos vecinos de Curridabat ya han visto la foto y están comentando en redes sociales, diciendo que es increíble que haya tanta vida silvestre tan cerca de casa. Algunos incluso dicen que van a empezar a ponerle más cariño a sus jardines, para atraer a más colibríes y otras aves. ¡Qué contagio positivo, diay! Se armó un buen ambiente de respeto por la fauna en el barrio.
Pero ahora, hablemos de lo complicado que es fotografiar a estos pajaritos. Son rapidísimos, casi invisibles. Según me cuentan algunos expertos ornitólogos, requiere de mucha paciencia, técnica y un buen lente para poder capturar su belleza en movimiento. Imagínate la dedicación que tuvo Morales pa’ conseguir esta foto espectacular, ¡una verdadera obra de arte!
Este caso nos recuerda lo importante que es cuidar nuestros espacios verdes, por pequeños que sean. Un balcón con algunas flores, un jardín con árboles frutales, un parqueito con vegetación… todo suma. Al crear ambientes naturales, estamos dando refugio a animales como los colibríes y contribuyendo a mantener el equilibrio ecológico de nuestro planeta. Además, ¡nos alegramos la vida, chavón!
En fin, qué tuanis esta historia. Nos demuestra que la vida está llena de sorpresas si sabemos dónde buscar. Pero dime tú, ¿alguna vez has tenido la suerte de observar de cerca a los colibríes? ¿Qué medidas crees que deberíamos tomar para proteger a estas aves y su hábitat, especialmente en áreas urbanas?