¡Ay, paté! Quién iba a decir que el aeropuerto más grande del país estaría haciendo cosas tan bacanas. Resulta que el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría (AIJS), nuestro orgullo nacional, acaba de recibir un premio internacional, el Green Airport Recognition 2025, cortesía de la Asociación de Aeropuertos Latinoamericanos y del Caribe (ACI-LAC). Pero no es cualquier premio, mi gente, sino uno que reconoce sus esfuerzos por cuidar la biodiversidad, específicamente por proteger a las abejas.
Todo empezó hace unos años, allá por el 2020, cuando se dieron cuenta de que el aeropuerto era un imán para las abejas. Con la expansión urbana y la pérdida de hábitats naturales, estas pequeñas obreras estaban buscando nuevos lugares donde vivir y polinizar. Como sabemos, las abejas son cruciales para la vida, y si desaparecen, nos vamos todos al garete. Entonces, AERIS, la empresa que opera el aeropuerto, decidió hacer algo al respecto, y vaya que lo hicieron.
La jugada maestra fue crear el programa “Amigos de las Abejas”. No es un nombre cualquiera, ¡es un compromiso de verdad! Hasta ahora, han logrado rescatar y reubicar 96 enjambres de abejas. ¡Imagínense la cantidad de miel que esas abejitas están produciendo! Este año ya van por 22 rescates más, así que la cosa va viento en popa. Dicen que este brete les ha costado un buen dinero, pero vale la pena porque además de ayudar a las abejas, aseguran las operaciones del aeropuerto. ¡Eso sí es pensar a largo plazo!
¿Cómo funciona esto, se preguntarán? Pues resulta que tienen todo un protocolo especializado. Primero, capacitan al personal del aeropuerto para identificar y manejar a las abejas con cuidado. Luego, cuando encuentran un enjambre cerca de las pistas, lo capturan y lo trasladan a un apiario temporal. Ahí las dejan tranquilas hasta que consiguen un nuevo hogar, que usualmente es una finca acreditada donde pueden seguir produciendo miel de manera sostenible. Para esto, trabajan codo a codo con el Cuerpo de Bomberos, con el Ministerio de Ambiente y con María Elena Naranjo, una apicultora certificada que sabe un rush de abejas.
Adriana Bejarano, la jefa de gestión ambiental de AERIS, lo explicó muy bien: “El entorno del aeropuerto es un espacio habitual para las abejas. Contar con un protocolo especializado protege tanto a las abejas como a nuestras operaciones”. ¡Dicho y hecho! Además, este proyecto está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que buscan impulsar comunidades sostenibles y conservar nuestros ecosistemas. Así que, doble ganancia: cuidamos el medio ambiente y hacemos negocios.
Y eso no es todo, mi gente. AERIS no piensa quedarse ahí. Están planeando desarrollar aún más iniciativas ambientales para reducir la huella de carbono e hídrica del AIJS. Quieren convertir al aeropuerto en un modelo de sostenibilidad en toda la región. Imaginen un aeropuerto que no solo conecta destinos turísticos, sino que también cuida el planeta. ¡Sería una maravilla!
Ricardo Hernández, el director ejecutivo de AERIS, resaltó que este reconocimiento demuestra que “la innovación ambiental se convierte en competitividad y responsabilidad empresarial”. Totalmente de acuerdo. En este mundo globalizado, las empresas que no se preocupan por el medio ambiente están destinadas a irse al traste. Este premio es una señal clara de que hacer lo correcto puede ser bueno para los negocios y para el planeta. ¡Un verdadero ejemplo para seguir!
Ahora, díganme, queridos lectores del Foro de Costa Rica: ¿creen que otros aeropuertos y empresas deberían tomar nota del caso del AIJS y adoptar prácticas similares para proteger nuestra fauna y fomentar la sostenibilidad? ¿Se imaginan ver colmenas en las terminales de buses o paneles solares en los centros comerciales? ¡Compartan sus ideas y opiniones en los comentarios!
Todo empezó hace unos años, allá por el 2020, cuando se dieron cuenta de que el aeropuerto era un imán para las abejas. Con la expansión urbana y la pérdida de hábitats naturales, estas pequeñas obreras estaban buscando nuevos lugares donde vivir y polinizar. Como sabemos, las abejas son cruciales para la vida, y si desaparecen, nos vamos todos al garete. Entonces, AERIS, la empresa que opera el aeropuerto, decidió hacer algo al respecto, y vaya que lo hicieron.
La jugada maestra fue crear el programa “Amigos de las Abejas”. No es un nombre cualquiera, ¡es un compromiso de verdad! Hasta ahora, han logrado rescatar y reubicar 96 enjambres de abejas. ¡Imagínense la cantidad de miel que esas abejitas están produciendo! Este año ya van por 22 rescates más, así que la cosa va viento en popa. Dicen que este brete les ha costado un buen dinero, pero vale la pena porque además de ayudar a las abejas, aseguran las operaciones del aeropuerto. ¡Eso sí es pensar a largo plazo!
¿Cómo funciona esto, se preguntarán? Pues resulta que tienen todo un protocolo especializado. Primero, capacitan al personal del aeropuerto para identificar y manejar a las abejas con cuidado. Luego, cuando encuentran un enjambre cerca de las pistas, lo capturan y lo trasladan a un apiario temporal. Ahí las dejan tranquilas hasta que consiguen un nuevo hogar, que usualmente es una finca acreditada donde pueden seguir produciendo miel de manera sostenible. Para esto, trabajan codo a codo con el Cuerpo de Bomberos, con el Ministerio de Ambiente y con María Elena Naranjo, una apicultora certificada que sabe un rush de abejas.
Adriana Bejarano, la jefa de gestión ambiental de AERIS, lo explicó muy bien: “El entorno del aeropuerto es un espacio habitual para las abejas. Contar con un protocolo especializado protege tanto a las abejas como a nuestras operaciones”. ¡Dicho y hecho! Además, este proyecto está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que buscan impulsar comunidades sostenibles y conservar nuestros ecosistemas. Así que, doble ganancia: cuidamos el medio ambiente y hacemos negocios.
Y eso no es todo, mi gente. AERIS no piensa quedarse ahí. Están planeando desarrollar aún más iniciativas ambientales para reducir la huella de carbono e hídrica del AIJS. Quieren convertir al aeropuerto en un modelo de sostenibilidad en toda la región. Imaginen un aeropuerto que no solo conecta destinos turísticos, sino que también cuida el planeta. ¡Sería una maravilla!
Ricardo Hernández, el director ejecutivo de AERIS, resaltó que este reconocimiento demuestra que “la innovación ambiental se convierte en competitividad y responsabilidad empresarial”. Totalmente de acuerdo. En este mundo globalizado, las empresas que no se preocupan por el medio ambiente están destinadas a irse al traste. Este premio es una señal clara de que hacer lo correcto puede ser bueno para los negocios y para el planeta. ¡Un verdadero ejemplo para seguir!
Ahora, díganme, queridos lectores del Foro de Costa Rica: ¿creen que otros aeropuertos y empresas deberían tomar nota del caso del AIJS y adoptar prácticas similares para proteger nuestra fauna y fomentar la sostenibilidad? ¿Se imaginan ver colmenas en las terminales de buses o paneles solares en los centros comerciales? ¡Compartan sus ideas y opiniones en los comentarios!