¡Ey, pura vida, gente del Foro! Resulta que este finde pasado, la capital se puso como chancleta con la Gran Maratón Costa Rica. Imagínate, más de 10 mil corredores, unos cracks todos, agarraron el brete pa’ recorrer las calles y, encima, ayudar a mejorar nuestro querido Parque La Sabana. ¡Esto sí que es hacer las cosas bien!
La maratón, organizada como siempre por los amiguitos del Grupo INS, tuvo un toque especial porque además de ser un evento deportivo de primer nivel, demostró que acá en Costa Rica somos capaces de unirnos pa’ apoyar causas nobles. Ocho paratletas súper talentosos –Alexander Reyes, Amalia Ortuño, Laurens Molina y Heidy Arias, entre otros– se rifaron el circuito, inspirando a muchos con su entrega y mostrando que las capacidades no tienen límites. ¡Qué nivel, esos mae!
Y no es solo eso, mi gente. La onda es que el Grupo INS, con toda su buena voluntad, hizo posible que estos atletas puedan participar y darlo todo en competencias internacionales. Esto demuestra que el apoyo a los deportistas paralímpicos es fundamental pa’ seguir creciendo como país. ¡Pa’ qué les digo! Ellos nos dan motivos pa’ estar orgullosos.
Pero la verdadera jugada maestra es que el 100% de la taquilla de la maratón se va directo a la rehabilitación del Parque La Sabana. Ya saben, ese pulmón verde donde nos echamos unas risas con los amigos, hacemos ejercicio o simplemente disfrutamos de un día tranquilo en familia. ¡Necesitaba un buen empujoncito, el parque!
Para darle aún más sabor a la actividad, los organizadores diseñaron un recorrido con forma de corazón, abrazando así a San José. Hubo música, actividades culturales pa’ los más puros y espacios de recreación totalmente gratis pa’ los niños. Un verdadero plan familiar a todo dar, ¡y sin gastarle una fortuna!
Ahora, hablando en plata, ¿por qué es tan importante este parque? Pues miren, La Sabana es el espacio público más grande de la capital. Sirve pa’ casi todo: conciertos, ferias, campeonatos deportivos…Es un lugar emblemático que representa la idiosincrasia costarricense. Por eso, cuidarlo y mantenerlo en óptimas condiciones es responsabilidad de todos nosotros. ¡No podemos dejar que se vaya al traste!
Este tipo de iniciativas, donde lo deportivo se combina con lo social y ambiental, demuestran que se puede hacer un cambio positivo en la comunidad. No se trata solo de correr una maratón, sino de sembrar una semilla de solidaridad y compromiso con nuestro entorno. Ver a tanta gente junta, disfrutando del aire libre y contribuyendo a una causa noble, te llena el corazón de esperanza. ¡Se nota que hay fe en el futuro!
En fin, la maratón fue un éxito rotundo y deja claro que cuando nos ponemos las pilas, podemos lograr cosas increíbles. Ahora, me pregunto... ¿Qué otras acciones podríamos implementar desde nuestros barrios y comunidades para contribuir al bienestar de la ciudad y fortalecer el sentido de pertenencia que tenemos a Costa Rica?
La maratón, organizada como siempre por los amiguitos del Grupo INS, tuvo un toque especial porque además de ser un evento deportivo de primer nivel, demostró que acá en Costa Rica somos capaces de unirnos pa’ apoyar causas nobles. Ocho paratletas súper talentosos –Alexander Reyes, Amalia Ortuño, Laurens Molina y Heidy Arias, entre otros– se rifaron el circuito, inspirando a muchos con su entrega y mostrando que las capacidades no tienen límites. ¡Qué nivel, esos mae!
Y no es solo eso, mi gente. La onda es que el Grupo INS, con toda su buena voluntad, hizo posible que estos atletas puedan participar y darlo todo en competencias internacionales. Esto demuestra que el apoyo a los deportistas paralímpicos es fundamental pa’ seguir creciendo como país. ¡Pa’ qué les digo! Ellos nos dan motivos pa’ estar orgullosos.
Pero la verdadera jugada maestra es que el 100% de la taquilla de la maratón se va directo a la rehabilitación del Parque La Sabana. Ya saben, ese pulmón verde donde nos echamos unas risas con los amigos, hacemos ejercicio o simplemente disfrutamos de un día tranquilo en familia. ¡Necesitaba un buen empujoncito, el parque!
Para darle aún más sabor a la actividad, los organizadores diseñaron un recorrido con forma de corazón, abrazando así a San José. Hubo música, actividades culturales pa’ los más puros y espacios de recreación totalmente gratis pa’ los niños. Un verdadero plan familiar a todo dar, ¡y sin gastarle una fortuna!
Ahora, hablando en plata, ¿por qué es tan importante este parque? Pues miren, La Sabana es el espacio público más grande de la capital. Sirve pa’ casi todo: conciertos, ferias, campeonatos deportivos…Es un lugar emblemático que representa la idiosincrasia costarricense. Por eso, cuidarlo y mantenerlo en óptimas condiciones es responsabilidad de todos nosotros. ¡No podemos dejar que se vaya al traste!
Este tipo de iniciativas, donde lo deportivo se combina con lo social y ambiental, demuestran que se puede hacer un cambio positivo en la comunidad. No se trata solo de correr una maratón, sino de sembrar una semilla de solidaridad y compromiso con nuestro entorno. Ver a tanta gente junta, disfrutando del aire libre y contribuyendo a una causa noble, te llena el corazón de esperanza. ¡Se nota que hay fe en el futuro!
En fin, la maratón fue un éxito rotundo y deja claro que cuando nos ponemos las pilas, podemos lograr cosas increíbles. Ahora, me pregunto... ¿Qué otras acciones podríamos implementar desde nuestros barrios y comunidades para contribuir al bienestar de la ciudad y fortalecer el sentido de pertenencia que tenemos a Costa Rica?