¡Ay, Dios mío, qué bronca! Aquí estamos otra vez, lidiando con el mismo rollo. Resulta que Laura Fernández, la candidata de Pueblo Soberano, le propone a nuestro querido (y problemático) presidente Rodrigo Chaves un juguetito: nombrarlo ministro de la Presidencia si llega al poder. Una movida que, según muchos, huele peor que zapatos viejos mojados.
La diputada Sofía Guillén, de Frente Amplio, no tardó en explotar el tema. Lo calificó de “propuesta indecente”, y vaya que lo dijo. Según ella, esto no es más que un intento desesperado de armar una ‘red de cuido’ para proteger a Chaves de cualquier señalamiento, juicio o investigación futura. ¡Imagínate, tratando de blindarlo de todo!
Guillén, con su labia característica, soltó unas verdades durísimas en sus redes sociales. Ironizó diciendo que Fernández estaría dispuesta a hacer “todo lo posible” para que Chaves no tenga que dar la cara por todos esos 'cariñitos', sobornos y demás cosas turbias que lo rodean. Vamos, que quiere que se olvide de todo y siga campante, ¿me entienden?
Pero lo que realmente sacudió a la diputada fue ver cómo el oficialismo, que tanto criticaba al PLN y al PUSC por sus propios manejos para evitar responsabilidades, ahora anda haciendo exactamente lo mismo. ¡El mismo 'chorizo'! Repite la receta de turnarse cargos e inmunidades para esquivar la justicia, como si fuera la forma correcta de gobernar este país. Un mamarracho, diay.
Y ahí radica la clave de toda esta novela. Pueblo Soberano llegó prometiendo romper con todo eso, con la corrupción endémica y los juegos sucios de siempre. Pero parece que, poco a poco, se van metiendo en el mismo lodazal del que tanto se burlaban. Una pena, porque al principio tenían cierta chispa, ¿verdad?
La polarización política en Costa Rica sigue aumentando a pasos agigantados. Ya estamos viendo cómo se preparan las trincheras para las elecciones del 2026. Por un lado, el oficialismo con su propuesta controversial; por el otro, la oposición buscando sacarles raja a cada error. No sé ustedes, pero yo ya me cansé de tanta pelea y quiero ver soluciones reales para los problemas del país. ¡Por favor, que alguien nos salve!
Además, no podemos olvidarnos de otros temas urgentes que siguen dando de qué hablar. Jafet Soto amenazando con boicotear a las marcas que no patrocinen el nuevo Rosabal Cordero – ¡qué invento!, sinceramente –, y la triste noticia del asesinato de un joven en Hatillo. En medio de tanta crisis, estas situaciones parecen sumergirnos aún más en el caos. Y ni hablemos de la problemática de las personas en condición de calle usando las alcantarillas como refugio... ¡Qué pena ajena!
En fin, esta historia de Chaves y Fernández deja mucho que pensar. ¿Creen que esta jugada de Fernández es una estrategia efectiva para ganar votos o simplemente un acto de desesperación? ¿Les parece que el oficialismo está cometiendo un error al intentar proteger a Chaves a toda costa, o es solo política normal en Costa Rica? ¿Hasta dónde llegará esta polarización política y cómo afectará al futuro del país? ¡Den sus opiniones en el foro, a ver qué sale de esta!
La diputada Sofía Guillén, de Frente Amplio, no tardó en explotar el tema. Lo calificó de “propuesta indecente”, y vaya que lo dijo. Según ella, esto no es más que un intento desesperado de armar una ‘red de cuido’ para proteger a Chaves de cualquier señalamiento, juicio o investigación futura. ¡Imagínate, tratando de blindarlo de todo!
Guillén, con su labia característica, soltó unas verdades durísimas en sus redes sociales. Ironizó diciendo que Fernández estaría dispuesta a hacer “todo lo posible” para que Chaves no tenga que dar la cara por todos esos 'cariñitos', sobornos y demás cosas turbias que lo rodean. Vamos, que quiere que se olvide de todo y siga campante, ¿me entienden?
Pero lo que realmente sacudió a la diputada fue ver cómo el oficialismo, que tanto criticaba al PLN y al PUSC por sus propios manejos para evitar responsabilidades, ahora anda haciendo exactamente lo mismo. ¡El mismo 'chorizo'! Repite la receta de turnarse cargos e inmunidades para esquivar la justicia, como si fuera la forma correcta de gobernar este país. Un mamarracho, diay.
Y ahí radica la clave de toda esta novela. Pueblo Soberano llegó prometiendo romper con todo eso, con la corrupción endémica y los juegos sucios de siempre. Pero parece que, poco a poco, se van metiendo en el mismo lodazal del que tanto se burlaban. Una pena, porque al principio tenían cierta chispa, ¿verdad?
La polarización política en Costa Rica sigue aumentando a pasos agigantados. Ya estamos viendo cómo se preparan las trincheras para las elecciones del 2026. Por un lado, el oficialismo con su propuesta controversial; por el otro, la oposición buscando sacarles raja a cada error. No sé ustedes, pero yo ya me cansé de tanta pelea y quiero ver soluciones reales para los problemas del país. ¡Por favor, que alguien nos salve!
Además, no podemos olvidarnos de otros temas urgentes que siguen dando de qué hablar. Jafet Soto amenazando con boicotear a las marcas que no patrocinen el nuevo Rosabal Cordero – ¡qué invento!, sinceramente –, y la triste noticia del asesinato de un joven en Hatillo. En medio de tanta crisis, estas situaciones parecen sumergirnos aún más en el caos. Y ni hablemos de la problemática de las personas en condición de calle usando las alcantarillas como refugio... ¡Qué pena ajena!
En fin, esta historia de Chaves y Fernández deja mucho que pensar. ¿Creen que esta jugada de Fernández es una estrategia efectiva para ganar votos o simplemente un acto de desesperación? ¿Les parece que el oficialismo está cometiendo un error al intentar proteger a Chaves a toda costa, o es solo política normal en Costa Rica? ¿Hasta dónde llegará esta polarización política y cómo afectará al futuro del país? ¡Den sus opiniones en el foro, a ver qué sale de esta!