¡Ay, Dios mío! Esto sí que está que arde. Resulta que el diputado Jorge Antonio Rojas, del PPSD, se mandó una varonada tremenda en el Plenario Legislativo, sugiriendo que los que andamos criticando al gobierno deberíamos hacernos unas vacaciones... ¡y fuera del país! Una propuesta, digámoslo así, poco amistosa para la democracia, y la Universidad Nacional no tardó en darle caña.
Como bien saben, la UNA es pura tradición de defender los derechos y las libertades, y esta vez no se quedó calladita. Lanzaron un comunicado que te hace pensar si el señor Rojas vive en otro planeta. El Consejo Universitario, esos que cuidan la U con hachas, emitieron un acuerdo retando al diputado de una forma que, bueno, digamos que no precisamente lo hicieron quedar muy bien. Lo acusaron de ir totalmente en contra de los principios básicos de Costa Rica, de los derechos humanos y, encima, de irrespetar la paz y la convivencia que tanto nos gusta pregonar.
El acuerdo, con número técnico raro – UNA-SCU-ACUE-355-2025, pa’ que sepan – va dirigido directo al presidente de la Asamblea, Don Rodrigo Arias, y básicamente le dicen: “Diputao, explícate”. Dicen que esas declaraciones son como echarle gasolina al fuego, especialmente ahora que la polarización política está más candela que nunca. La UNA, como institución seria, se pone del lado de la libertad de expresión, claro, pero también enfatiza que eso no significa que puedas andar diciendo barbaridades que buscan silenciar a los demás.
Para ponerle pausa a esta telenovela, el acuerdo incluye varios puntos clave. Primero, rechazan rotundamente las declaraciones del diputado. Segundo, ratifican que la libertad de pensamiento es sagrada. Tercero, le ponen el dedo en el botón a quien intente callar el debate académico y el análisis crítico – cosas que, pa’ nosotros los ticos, son casi como respirar. Cuarto, recuerdan al diputado que nadie puede obligarnos a salirnos del país, ni mucho menos amenazarnos por nuestras opiniones. Y quinto, hacen un llamado a todos los poderes del Estado y a la sociedad para que defendamos el Estado Social de Derecho y respetemos las diferencias.
Y hablando del diputado Rojas, parece que se le fue la mano con los comentarios. En medio de un espacio de control político, aprovechó para lanzar indirectas a varios personajes, incluyendo a la presidenta del TSE, Eugenia Zamora, y al fiscal general, Carlo Díaz, acusándolos de querer meterle presión al presidente Chaves. Pero el colmo fue decirle a los detractores del presidente que “hagan maletas y salgan de este país por su propia voluntad antes de que el pueblo los destierre”. ¡Imagínense qué bronca! Esa frase, obviamente, explotó en redes sociales y generó un debate encendido.
Hasta la ex Presidenta Laura Chinchilla tuvo que opinar al respecto, condenando las declaraciones del diputado y recordándole que en Costa Rica tenemos una larga tradición de tolerancia y respeto mutuo. Por supuesto, la gente empezó a comentar en Facebook, Twitter e Instagram, algunos apoyando al diputado (los hay pa’ todo), otros criticándolo duramente y muchos preguntándose cómo alguien que representa al país pueda soltar semejantes atrocidades. El caso es que esto ha levantado polvareda y puso a la UNA en primera línea de la defensa de la democracia.
Ahora, ¿qué esperamos de todo esto? Bueno, la UNA le pidió al diputado que se retracte y ofrezca disculpas públicas. Veremos si el señor Rojas aprende la lección y reconoce que sus palabras fueron inapropiadas, o si se aferra a su postura y sigue alimentando la polémica. En fin, un nuevo capítulo en la novela política de Costa Rica, con tintes de drama y mucha tela que cortar. ¡Qué brígido!
Después de todo este revuelo, me pregunto: ¿Creen que el diputado Rojas debería pedir disculpas públicamente, o considera que sus comentarios estaban justificados dentro del debate político? ¿Estamos frente a una crisis de civismo en nuestro país, o es simplemente el resultado de la polarización que vivimos?
Como bien saben, la UNA es pura tradición de defender los derechos y las libertades, y esta vez no se quedó calladita. Lanzaron un comunicado que te hace pensar si el señor Rojas vive en otro planeta. El Consejo Universitario, esos que cuidan la U con hachas, emitieron un acuerdo retando al diputado de una forma que, bueno, digamos que no precisamente lo hicieron quedar muy bien. Lo acusaron de ir totalmente en contra de los principios básicos de Costa Rica, de los derechos humanos y, encima, de irrespetar la paz y la convivencia que tanto nos gusta pregonar.
El acuerdo, con número técnico raro – UNA-SCU-ACUE-355-2025, pa’ que sepan – va dirigido directo al presidente de la Asamblea, Don Rodrigo Arias, y básicamente le dicen: “Diputao, explícate”. Dicen que esas declaraciones son como echarle gasolina al fuego, especialmente ahora que la polarización política está más candela que nunca. La UNA, como institución seria, se pone del lado de la libertad de expresión, claro, pero también enfatiza que eso no significa que puedas andar diciendo barbaridades que buscan silenciar a los demás.
Para ponerle pausa a esta telenovela, el acuerdo incluye varios puntos clave. Primero, rechazan rotundamente las declaraciones del diputado. Segundo, ratifican que la libertad de pensamiento es sagrada. Tercero, le ponen el dedo en el botón a quien intente callar el debate académico y el análisis crítico – cosas que, pa’ nosotros los ticos, son casi como respirar. Cuarto, recuerdan al diputado que nadie puede obligarnos a salirnos del país, ni mucho menos amenazarnos por nuestras opiniones. Y quinto, hacen un llamado a todos los poderes del Estado y a la sociedad para que defendamos el Estado Social de Derecho y respetemos las diferencias.
Y hablando del diputado Rojas, parece que se le fue la mano con los comentarios. En medio de un espacio de control político, aprovechó para lanzar indirectas a varios personajes, incluyendo a la presidenta del TSE, Eugenia Zamora, y al fiscal general, Carlo Díaz, acusándolos de querer meterle presión al presidente Chaves. Pero el colmo fue decirle a los detractores del presidente que “hagan maletas y salgan de este país por su propia voluntad antes de que el pueblo los destierre”. ¡Imagínense qué bronca! Esa frase, obviamente, explotó en redes sociales y generó un debate encendido.
Hasta la ex Presidenta Laura Chinchilla tuvo que opinar al respecto, condenando las declaraciones del diputado y recordándole que en Costa Rica tenemos una larga tradición de tolerancia y respeto mutuo. Por supuesto, la gente empezó a comentar en Facebook, Twitter e Instagram, algunos apoyando al diputado (los hay pa’ todo), otros criticándolo duramente y muchos preguntándose cómo alguien que representa al país pueda soltar semejantes atrocidades. El caso es que esto ha levantado polvareda y puso a la UNA en primera línea de la defensa de la democracia.
Ahora, ¿qué esperamos de todo esto? Bueno, la UNA le pidió al diputado que se retracte y ofrezca disculpas públicas. Veremos si el señor Rojas aprende la lección y reconoce que sus palabras fueron inapropiadas, o si se aferra a su postura y sigue alimentando la polémica. En fin, un nuevo capítulo en la novela política de Costa Rica, con tintes de drama y mucha tela que cortar. ¡Qué brígido!
Después de todo este revuelo, me pregunto: ¿Creen que el diputado Rojas debería pedir disculpas públicamente, o considera que sus comentarios estaban justificados dentro del debate político? ¿Estamos frente a una crisis de civismo en nuestro país, o es simplemente el resultado de la polarización que vivimos?
