¡Ay, Dios mío! El ambiente en la Asamblea Legislativa explotó ayer, güevos. Resulta que el diputado David Segura intentó echar balones fuera defendiendo a su compañero de bancada, Fabricio Alvarado, en medio del escándalo por las acusaciones de abuso sexual contra Alicia Castillo. ¡Un bronca tremenda!
Como ya saben, Castillo denunció a Alvarado por varios delitos relacionados con presuntos abusos ocurridos allá por el 2006, cuando ella era apenas una chama de 13 añitos. Según la denuncia, Alvarado aprovechó la confianza de la familia y la vulnerabilidad de la víctima para cometer estos actos, entre ellos, en la casa de la afectada y dentro de un carro. ¡Qué barbaridad!
Pero bueno, ahí entró Segura a meter gamba, usando su momento de control político para justificar a Alvarado. Dijo que esto era una “campaña sucia” para golpearle justo ahora que lo reafirman como candidato presidencial por Nuevos Republicanos. ¡Imagínate el papelón! Una cosa es defender a un compañero, otra es tratar de minimizar un delito tan grave.
Y ahí fue cuando la diputada Kattia Cambronero le soltó la lengua. Le dijo a Segura que estaba faltando a todas las mujeres que creen en la denuncia y que no podía seguir atacando a Castillo en nombre de la defensa. Cambronero, que conoce a Castillo personalmente, expresó que la reconoce como “una gran mujer” y que ambos merecen justicia. ¡Se armó un cruce de palabras que pa’ espantar a los tigres!
Hasta Ariel Robles, del Frente Amplio, se metió en el brete. Dijo que aunque tengan que perder las elecciones, no pueden poner por encima intereses políticos la protección de una niña. Recordó que la víctima tenía solo 12 años cuando fueron cometidos los presuntos abusos y que lo más importante es escucharla y darle crédito a su testimonio. ¡Robles puso las cosas claras, diay!
Rocío Alfaro fue la que más picantito lo dejó claro: “Basura es el hombre que abusa de una niña”. Remarcó que no se trata de una campaña política, sino de un acto vergonzoso que debe ser investigado y castigado. Y añadió que la vergüenza no recae sobre quien denuncia, sino sobre quien abusó de su poder. ¡Una frase que dio vuelta a la mesa!
Alicia Castillo, la denunciante, rompió el silencio en sus redes sociales, expresando el miedo y la vergüenza que sintió durante años al guardar este secreto. Animó a otras víctimas de abuso a alzar la voz y a no quedarse calladas, recordando que “hablar sana y nos libera de una culpa que no nos corresponde”. ¡Es admirable su valentía, pura verdad!
Ahora, con toda esta polémica, la pregunta es: ¿Debería Fabricio Alvarado renunciar a su candidatura presidencial y a su inmunidad parlamentaria mientras se lleva a cabo la investigación? ¿O la defensa de sus compañeros de bancada justifica su postura, incluso ante estas graves acusaciones?
Como ya saben, Castillo denunció a Alvarado por varios delitos relacionados con presuntos abusos ocurridos allá por el 2006, cuando ella era apenas una chama de 13 añitos. Según la denuncia, Alvarado aprovechó la confianza de la familia y la vulnerabilidad de la víctima para cometer estos actos, entre ellos, en la casa de la afectada y dentro de un carro. ¡Qué barbaridad!
Pero bueno, ahí entró Segura a meter gamba, usando su momento de control político para justificar a Alvarado. Dijo que esto era una “campaña sucia” para golpearle justo ahora que lo reafirman como candidato presidencial por Nuevos Republicanos. ¡Imagínate el papelón! Una cosa es defender a un compañero, otra es tratar de minimizar un delito tan grave.
Y ahí fue cuando la diputada Kattia Cambronero le soltó la lengua. Le dijo a Segura que estaba faltando a todas las mujeres que creen en la denuncia y que no podía seguir atacando a Castillo en nombre de la defensa. Cambronero, que conoce a Castillo personalmente, expresó que la reconoce como “una gran mujer” y que ambos merecen justicia. ¡Se armó un cruce de palabras que pa’ espantar a los tigres!
Hasta Ariel Robles, del Frente Amplio, se metió en el brete. Dijo que aunque tengan que perder las elecciones, no pueden poner por encima intereses políticos la protección de una niña. Recordó que la víctima tenía solo 12 años cuando fueron cometidos los presuntos abusos y que lo más importante es escucharla y darle crédito a su testimonio. ¡Robles puso las cosas claras, diay!
Rocío Alfaro fue la que más picantito lo dejó claro: “Basura es el hombre que abusa de una niña”. Remarcó que no se trata de una campaña política, sino de un acto vergonzoso que debe ser investigado y castigado. Y añadió que la vergüenza no recae sobre quien denuncia, sino sobre quien abusó de su poder. ¡Una frase que dio vuelta a la mesa!
Alicia Castillo, la denunciante, rompió el silencio en sus redes sociales, expresando el miedo y la vergüenza que sintió durante años al guardar este secreto. Animó a otras víctimas de abuso a alzar la voz y a no quedarse calladas, recordando que “hablar sana y nos libera de una culpa que no nos corresponde”. ¡Es admirable su valentía, pura verdad!
Ahora, con toda esta polémica, la pregunta es: ¿Debería Fabricio Alvarado renunciar a su candidatura presidencial y a su inmunidad parlamentaria mientras se lleva a cabo la investigación? ¿O la defensa de sus compañeros de bancada justifica su postura, incluso ante estas graves acusaciones?