¡Ay, Dios mío, qué vara! El caso del director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, se le metió al ojo a todo el mundo. No es broma, porque ahora tanto la Fiscalía como la Corte Suprema de Justicia están revisándole hasta el chocolate, ¡y eso que el pobre hombre anda sudando la gota gorda!
Todo empezó con una denuncia – que todavía nadie dice exactamente de qué se trata, pero se rumorea de pasitos – y un video que soltó Zúñiga tratando de quitarle importancia. “Principio de inocencia” decía él, mientras que la Fiscalía, por acá nomás, ya estaba moviendo pericos buscando pruebas. Parecía que iba a ser una vaina rápida, pero claro, el OIJ es el OIJ, y meterse con sus directivos siempre es un brete.
La Fiscalía Adjunta de Corredores, específicamente la Unidad de Género, está llevando las riendas de la investigación, señalando que los hechos ocurrieron allá por Corredores, en enero del 2025. ¡Un año luz! Eso demuestra que estas cosas pueden tardar bastante, diay. Y dicen que le dieron todo el apoyo a la víctima, con psicólogos y todo el rollo para que se sienta segura y pueda contar lo que pasó. Qué bueno que así se hagan las cosas, aunque igual da chirria saber que esto pasó.
Ahora resulta que el Tribunal de la Inspección Judicial también se puso las pilas y abrió una investigación administrativa para ver si Zúñiga cometió alguna falta como funcionario público. ¡Imagínate la torta si sale culpable! Todo el mundo sabe que el OIJ necesita tener gente íntegra ahí arriba, y que cualquier escándalo les golpea la credibilidad como un balde de agua fría. Al final, todos estamos esperando a ver cómo se desarrolla esta novela.
Lo que más me sorprende es que, según la Fiscalía, Zúñiga no tiene ningún fuero especial por ser director del OIJ. Eso quiere decir que va a pasar por el mismo proceso que cualquiera de nosotros mortales, y que no van a darle manito tendida ni excusas baratas. Espero que así sea, porque la justicia tiene que ser igual para todos, ¿verdad?
Por supuesto, el Poder Judicial salió con su comunicado oficial, recalcando que respetan el debido proceso, la independencia judicial y todas esas cositas bonitas que ponen en papel para aparentar. Pero, vamos, todos sabemos que cuando hay humo, hay fuego. Y este caso huele a quemado, ¡qué sal!
El OIJ ha estado colaborando con la Fiscalía, aportando toda la información y pruebas que tienen a su alcance. Dicen que la víctima ha recibido apoyo profesional y que se han conformado equipos especializados para investigar este caso tan delicado. Realmente se nota que quieren demostrar que están haciendo bien su trabajo, pero a veces parece que llegan tarde a la fiesta, ¿no creen?
En fin, un caso que nos tiene a todos pegaditos a la tele y que seguramente dará mucho de qué hablar. Ahora pregunto, ¿creen que la transparencia en estos casos es suficiente para recuperar la confianza ciudadana en las instituciones, o necesitamos medidas más contundentes para evitar que este tipo de situaciones se repitan? ¡Den su opinión en el foro!
Todo empezó con una denuncia – que todavía nadie dice exactamente de qué se trata, pero se rumorea de pasitos – y un video que soltó Zúñiga tratando de quitarle importancia. “Principio de inocencia” decía él, mientras que la Fiscalía, por acá nomás, ya estaba moviendo pericos buscando pruebas. Parecía que iba a ser una vaina rápida, pero claro, el OIJ es el OIJ, y meterse con sus directivos siempre es un brete.
La Fiscalía Adjunta de Corredores, específicamente la Unidad de Género, está llevando las riendas de la investigación, señalando que los hechos ocurrieron allá por Corredores, en enero del 2025. ¡Un año luz! Eso demuestra que estas cosas pueden tardar bastante, diay. Y dicen que le dieron todo el apoyo a la víctima, con psicólogos y todo el rollo para que se sienta segura y pueda contar lo que pasó. Qué bueno que así se hagan las cosas, aunque igual da chirria saber que esto pasó.
Ahora resulta que el Tribunal de la Inspección Judicial también se puso las pilas y abrió una investigación administrativa para ver si Zúñiga cometió alguna falta como funcionario público. ¡Imagínate la torta si sale culpable! Todo el mundo sabe que el OIJ necesita tener gente íntegra ahí arriba, y que cualquier escándalo les golpea la credibilidad como un balde de agua fría. Al final, todos estamos esperando a ver cómo se desarrolla esta novela.
Lo que más me sorprende es que, según la Fiscalía, Zúñiga no tiene ningún fuero especial por ser director del OIJ. Eso quiere decir que va a pasar por el mismo proceso que cualquiera de nosotros mortales, y que no van a darle manito tendida ni excusas baratas. Espero que así sea, porque la justicia tiene que ser igual para todos, ¿verdad?
Por supuesto, el Poder Judicial salió con su comunicado oficial, recalcando que respetan el debido proceso, la independencia judicial y todas esas cositas bonitas que ponen en papel para aparentar. Pero, vamos, todos sabemos que cuando hay humo, hay fuego. Y este caso huele a quemado, ¡qué sal!
El OIJ ha estado colaborando con la Fiscalía, aportando toda la información y pruebas que tienen a su alcance. Dicen que la víctima ha recibido apoyo profesional y que se han conformado equipos especializados para investigar este caso tan delicado. Realmente se nota que quieren demostrar que están haciendo bien su trabajo, pero a veces parece que llegan tarde a la fiesta, ¿no creen?
En fin, un caso que nos tiene a todos pegaditos a la tele y que seguramente dará mucho de qué hablar. Ahora pregunto, ¿creen que la transparencia en estos casos es suficiente para recuperar la confianza ciudadana en las instituciones, o necesitamos medidas más contundentes para evitar que este tipo de situaciones se repitan? ¡Den su opinión en el foro!
