¡Ay, Dios mío! Las lluvias no dan tregua y ahora tocan al sistema educativo. El MEP tuvo que suspender clases presenciales este martes 7 de octubre en varios centros educativos de las regiones de Puntarenas y Occidente. Un golpe duro pa’ los padres que andan buscando cómo entretener a los nenes y pa’ los estudiantes que ya estaban listos pa' aprender... o pa' echar el chunche, eso nunca falta.
La situación se puso fea con la alerta #33 de la CNE, que avisaba de suelos saturados y riesgos everywhere. No se anda con juegos, los funcionarios del MEP prefirieron prevenir y cerrar las escuelas, pensando en la seguridad de todos. Mejor así, que andar lamentándose después si pasa algo malo, ¿verdad?
La lista de colegios cerrados es larga, diay. En la Dirección Regional de Occidente, casi medio cantón completo quedó sin escuela. Desde Bajo San Antonio hasta El Salvador, pasando por el Liceo Magallanes y varias otras escuelas rurales. Imagínate el jale de esos profes y alumnos que tienen que viajar largas distancias para llegar a la escuela; ahora, ni hablar.
Y en Puntarenas, la cosa no pinta mucho mejor. Escuelas en Río Landia, IPEC Augusto Colombari y otros centros educativos tuvieron que bajar las cortinas. El Chagüite, Flora Guevara Barahona, Barrio San Luis… ¡una lista interminable! Parece que las lluvias decidieron llevarse las clases de vacaciones anticipadas, qué pena.
Ahora, claro, surge la gran pregunta: ¿cuánto tiempo van a durar estos cierres? Depende del clima, dicen. Pero aquí en Costa Rica sabemos que el clima es más impredecible que el gallito en la pelea. Podríamos tener clases virtuales, pero ya saben cómo va eso, algunos no tienen internet, otros no tienen computadora, y otros simplemente prefieren ir a jugar fútbol al parque.
El MEP dice que mantiene contacto constante con la CNE, el IMN y los comités municipales de emergencia, vigilando la situación como gatos monteses. Recomiendan a la gente estar atenta a los comunicados oficiales, pero la verdad, con tanta información cruzada, uno se pierde más que con Google Maps en Heredia.
Esto nos recuerda, otra vez, lo vulnerable que es nuestra infraestructura educativa a estos fenómenos naturales. Muchas escuelas son antiguas, construidas en zonas propensas a deslizamientos e inundaciones. Se necesita inversión seria, planificación a largo plazo y, sobre todo, voluntad política para mejorar la calidad de vida de nuestros niños y jóvenes. Porque educar es sembrar futuro, y no podemos seguir poniendo semillas en tierra movediza.
En fin, parece que toca improvisar actividades en casa, buscar tutoriales de cocina en YouTube o simplemente dejar que los picos revoloteen libres. Pero díganme, ¿ustedes qué hacen con sus hijos mientras la lluvia golpea contra los cristales? ¿Les ponen a estudiar online, les dejan ver tele o aprovechan para enseñarles a hacer pan sodero?
La situación se puso fea con la alerta #33 de la CNE, que avisaba de suelos saturados y riesgos everywhere. No se anda con juegos, los funcionarios del MEP prefirieron prevenir y cerrar las escuelas, pensando en la seguridad de todos. Mejor así, que andar lamentándose después si pasa algo malo, ¿verdad?
La lista de colegios cerrados es larga, diay. En la Dirección Regional de Occidente, casi medio cantón completo quedó sin escuela. Desde Bajo San Antonio hasta El Salvador, pasando por el Liceo Magallanes y varias otras escuelas rurales. Imagínate el jale de esos profes y alumnos que tienen que viajar largas distancias para llegar a la escuela; ahora, ni hablar.
Y en Puntarenas, la cosa no pinta mucho mejor. Escuelas en Río Landia, IPEC Augusto Colombari y otros centros educativos tuvieron que bajar las cortinas. El Chagüite, Flora Guevara Barahona, Barrio San Luis… ¡una lista interminable! Parece que las lluvias decidieron llevarse las clases de vacaciones anticipadas, qué pena.
Ahora, claro, surge la gran pregunta: ¿cuánto tiempo van a durar estos cierres? Depende del clima, dicen. Pero aquí en Costa Rica sabemos que el clima es más impredecible que el gallito en la pelea. Podríamos tener clases virtuales, pero ya saben cómo va eso, algunos no tienen internet, otros no tienen computadora, y otros simplemente prefieren ir a jugar fútbol al parque.
El MEP dice que mantiene contacto constante con la CNE, el IMN y los comités municipales de emergencia, vigilando la situación como gatos monteses. Recomiendan a la gente estar atenta a los comunicados oficiales, pero la verdad, con tanta información cruzada, uno se pierde más que con Google Maps en Heredia.
Esto nos recuerda, otra vez, lo vulnerable que es nuestra infraestructura educativa a estos fenómenos naturales. Muchas escuelas son antiguas, construidas en zonas propensas a deslizamientos e inundaciones. Se necesita inversión seria, planificación a largo plazo y, sobre todo, voluntad política para mejorar la calidad de vida de nuestros niños y jóvenes. Porque educar es sembrar futuro, y no podemos seguir poniendo semillas en tierra movediza.
En fin, parece que toca improvisar actividades en casa, buscar tutoriales de cocina en YouTube o simplemente dejar que los picos revoloteen libres. Pero díganme, ¿ustedes qué hacen con sus hijos mientras la lluvia golpea contra los cristales? ¿Les ponen a estudiar online, les dejan ver tele o aprovechan para enseñarles a hacer pan sodero?
