¡Ay, Dios mío, qué vara! Resulta que Estados Unidos le declaró guerra formal a la pandilla Barrio 18, etiquilándolos como organización terrorista extranjera. Uno pensaría que esto es pura cosa gringa, pero a ver si nos vamos olvidando que estas cosas tienen ramificaciones acá en nuestros territorios, ¿eh?
La onda es que, según el Departamento de Estado de los yanquis, Barrio 18 ha andado causando filias en El Salvador, Guatemala y Honduras, atacando a guardias, políticos y gente inocente. Dicen que son una de las pandillas más grandes del continente, así que imagínate el bronco que se armaron. Obviamente, ahora les van a apretar el tornillo con más ganas, usando toda la artillería legal que tienen a su disposición.
Lo que más me sorprende es que ya llevan rato nombrando pandillas y cárteles como terroristas, como esos carteles mexicanos que andan dando candela, o la Tren de Aragua, esa banda venezolana que tampoco es precisamente de fiar. Parece que se les está poniendo muy serio el asunto de la seguridad regional, aunque yo creo que siempre fue así, pero ahora lo quieren hacer público y visible.
Y hablando de público y visible, el presidente Bukele, ese mae que anda con la ley en la mano en El Salvador, salió corriendo a agradecerles a los gringos. Dice que Barrio 18 le ha hecho mucho daño a sus tierras y que la mayoría de sus integrantes están metidos en el Cecot, ese centro de confinamiento donde los tratan como animales. Ya saben, la ‘guerra’ que él inició contra las pandillas ha sido motivo de controversia internacional, porque los derechos humanos están gritando hasta las paredes.
Pero volviendo al tema, Barrio 18 no es precisamente un club de dominó, ¿entienden? En Guatemala y Honduras, estos tipos le andan extorsionando a los comerciantes y a los transportistas, exigiendo plata para poder trabajar tranquilos. Imagínate la presión que sufren los pobres campesinos y dueños de negocio... ¡Una torta!
La historia de cómo llegaron a ser tan poderosos es bastante interesante. Todo empezó en Los Ángeles, California, con jóvenes hispanos buscando pertenecer a algo. Luego, cuando los deportaban a Centroamérica, llevaban consigo la cultura pandillera y eso contribuyó a que la región fuera uno de los lugares más violentos del planeta. ¡Qué sal! Una historia triste, la verdad.
Ahora, lo que preocupa es cómo esta designación afectará a nosotros, acá en Costa Rica. Aunque oficialmente no tengamos problemas directos con Barrio 18, nunca hay que confiarse. El narcotráfico es una realidad y cualquier movimiento en la región puede tener consecuencias aquí. Además, si los gringos empiezan a meterse más en los asuntos internos de nuestros países vecinos, ¡qué brete nos espera!
Y aquí viene la reflexión para el foro, compas: ¿Creen que la medida de Estados Unidos será efectiva para combatir el crimen organizado en Centroamérica, o es simplemente otra jugada política que terminará afectando a la población civil? ¿Deberíamos estar preocupados por la posible extensión de esta problemática hacia Costa Rica y qué acciones deberíamos tomar para prevenirlo?
La onda es que, según el Departamento de Estado de los yanquis, Barrio 18 ha andado causando filias en El Salvador, Guatemala y Honduras, atacando a guardias, políticos y gente inocente. Dicen que son una de las pandillas más grandes del continente, así que imagínate el bronco que se armaron. Obviamente, ahora les van a apretar el tornillo con más ganas, usando toda la artillería legal que tienen a su disposición.
Lo que más me sorprende es que ya llevan rato nombrando pandillas y cárteles como terroristas, como esos carteles mexicanos que andan dando candela, o la Tren de Aragua, esa banda venezolana que tampoco es precisamente de fiar. Parece que se les está poniendo muy serio el asunto de la seguridad regional, aunque yo creo que siempre fue así, pero ahora lo quieren hacer público y visible.
Y hablando de público y visible, el presidente Bukele, ese mae que anda con la ley en la mano en El Salvador, salió corriendo a agradecerles a los gringos. Dice que Barrio 18 le ha hecho mucho daño a sus tierras y que la mayoría de sus integrantes están metidos en el Cecot, ese centro de confinamiento donde los tratan como animales. Ya saben, la ‘guerra’ que él inició contra las pandillas ha sido motivo de controversia internacional, porque los derechos humanos están gritando hasta las paredes.
Pero volviendo al tema, Barrio 18 no es precisamente un club de dominó, ¿entienden? En Guatemala y Honduras, estos tipos le andan extorsionando a los comerciantes y a los transportistas, exigiendo plata para poder trabajar tranquilos. Imagínate la presión que sufren los pobres campesinos y dueños de negocio... ¡Una torta!
La historia de cómo llegaron a ser tan poderosos es bastante interesante. Todo empezó en Los Ángeles, California, con jóvenes hispanos buscando pertenecer a algo. Luego, cuando los deportaban a Centroamérica, llevaban consigo la cultura pandillera y eso contribuyó a que la región fuera uno de los lugares más violentos del planeta. ¡Qué sal! Una historia triste, la verdad.
Ahora, lo que preocupa es cómo esta designación afectará a nosotros, acá en Costa Rica. Aunque oficialmente no tengamos problemas directos con Barrio 18, nunca hay que confiarse. El narcotráfico es una realidad y cualquier movimiento en la región puede tener consecuencias aquí. Además, si los gringos empiezan a meterse más en los asuntos internos de nuestros países vecinos, ¡qué brete nos espera!
Y aquí viene la reflexión para el foro, compas: ¿Creen que la medida de Estados Unidos será efectiva para combatir el crimen organizado en Centroamérica, o es simplemente otra jugada política que terminará afectando a la población civil? ¿Deberíamos estar preocupados por la posible extensión de esta problemática hacia Costa Rica y qué acciones deberíamos tomar para prevenirlo?