¡Ay, Dios mío! Se armó un ganzúo tremendo entre el gobierno y los ganaderos, y parece que Fernando Zamora, el candidato del Partido Nueva Generación, anda encendido defendiendo al campo tico. El mae dice que nos quieren asfixiar con unas leyes nuevas pa’ transportar el ganado, ¡una verdadera torta!
La bronca viene de unos cambios en cómo le toca mover el ganado a los agricultores. Resulta que ahora les ponen más trabas, revisan hasta el tamaño de los camiones y las tarjetas de peso. Según Zamora, esto afecta duro a los pequeños productores, a esos que le meten empeño y sudor al brete pa' alimentar al país, ¿me entienden?
El candidato no se anduvo con rodeos y soltó que estos cambios son ‘desproporcionados’, que encima vienen en un momento en el que el campo ya está batallando con los precios y los gastos. Imagínate, el mae explicando que antes un camión podía llevar diez reses, ¡diez!, y ahora apenas autorizan para tonelada y media, lo que equivale a cuatro animalitos. ¡Qué sal!
Y ahí no quedó la cosa. Zamora remarcó que esta medida, que dicen que es pa’ cuidar las carreteras, en realidad hace todo lo contrario. Más viajes, más quemazón de gasolina, más plata pa’ pagar el flete y, ¡aguante!, más contaminación al aire. Una combinación explosiva, chunche.
La bronca viene de unos cambios en cómo le toca mover el ganado a los agricultores. Resulta que ahora les ponen más trabas, revisan hasta el tamaño de los camiones y las tarjetas de peso. Según Zamora, esto afecta duro a los pequeños productores, a esos que le meten empeño y sudor al brete pa' alimentar al país, ¿me entienden?
El candidato no se anduvo con rodeos y soltó que estos cambios son ‘desproporcionados’, que encima vienen en un momento en el que el campo ya está batallando con los precios y los gastos. Imagínate, el mae explicando que antes un camión podía llevar diez reses, ¡diez!, y ahora apenas autorizan para tonelada y media, lo que equivale a cuatro animalitos. ¡Qué sal!
Y ahí no quedó la cosa. Zamora remarcó que esta medida, que dicen que es pa’ cuidar las carreteras, en realidad hace todo lo contrario. Más viajes, más quemazón de gasolina, más plata pa’ pagar el flete y, ¡aguante!, más contaminación al aire. Una combinación explosiva, chunche.
