¡Ay, Dios mío! Esto sí que es una vara rara. Resulta que unos vándalos, sinvergüenzas, entraron a robarle a la iglesia católica ubicada en Aguas Zarcas, San Carlos, dejando a toda la comunidad patas arriba. No se imaginan la indignación que hay en el pueblo, mae. Un robo así, a un lugar tan sagrado... ¡qué torta!
Todo empezó cuando estos malecones, aprovechándose de que la iglesia estaba tranquila, rompieron una ventana para meterse. Según testigos, buscaron qué llevarse y terminaron con un ventilador, eso sí, después de causar destrozos en un armario donde guardaban objetos sagrados. Pero lo peor de todo, ¡literalmente se comieron las hostias consagradas! Diay, esto ya va más allá de lo entendible, ¿no creen?
La gente del barrio, obviamente furiosa, salió corriendo a ver qué pasaba. Según cuentan, lograron agarrarle a un sospechoso cerca de la iglesia, un tipo que andaba medio sospechoso desde antes. Rápidamente, la Fuerza Pública llegó al sitio para llevarse al tipo y evitar cualquier bronca mayor, porque la tensión era a flor de piel. Imagínense la escena, ¿quién no se alteraría si ve algo así?
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llegaron luego al lugar para hacer la investigación respectiva. Buscaron evidencia y encontraron una botella de licor tirada dentro de la iglesia, que ahora esperan que les dé alguna pista sobre quiénes son los responsables de este desastre. Vaya brete el que le tocó resolver a los judiciales.
La corresponsal de Diario Extra, Mariluz Rojas, estuvo presente en el lugar cubriendo la noticia y nos cuenta que la comunidad está devastada. “Es terrible ver cómo alguien puede faltarle el respeto a un lugar de fe”, comentó. Se siente la tristeza en el ambiente, pero también la determinación de encontrar a los culpables y ponerlos tras las rejas. Que paguen por semejante atrevimiento, digo yo.
Este incidente ha encendido las alarmas en la zona, porque últimamente han aumentado los robos en iglesias y centros religiosos. Muchos se preguntan cómo es posible que esto esté pasando a plena luz del día, y exigen más seguridad para proteger estos lugares importantes para la comunidad. Parece que toca reforzar los sistemas de vigilancia, ¿verdad?
Más allá del robo material, lo que realmente duele es la falta de respeto hacia la religión y las creencias de la gente. Las hostias consagradas tienen un significado muy especial para los católicos, y profanarlas es algo imperdonable. Este hecho demuestra que hay personas que carecen totalmente de valores y principios, y que están dispuestas a todo para conseguir lo que quieren, aunque eso implique herir la sensibilidad de los demás. ¡Qué pena la que da!
Ahora me pregunto, ¿cómo podemos, como sociedad costarricense, combatir esta ola de vandalismo y delincuencia que parece estar sacudiendo nuestras comunidades? ¿Será que necesitamos fortalecer la educación en valores o implementar medidas más estrictas para castigar a estos tipos? ¡Vamos a debatir sobre esto en el foro!
Todo empezó cuando estos malecones, aprovechándose de que la iglesia estaba tranquila, rompieron una ventana para meterse. Según testigos, buscaron qué llevarse y terminaron con un ventilador, eso sí, después de causar destrozos en un armario donde guardaban objetos sagrados. Pero lo peor de todo, ¡literalmente se comieron las hostias consagradas! Diay, esto ya va más allá de lo entendible, ¿no creen?
La gente del barrio, obviamente furiosa, salió corriendo a ver qué pasaba. Según cuentan, lograron agarrarle a un sospechoso cerca de la iglesia, un tipo que andaba medio sospechoso desde antes. Rápidamente, la Fuerza Pública llegó al sitio para llevarse al tipo y evitar cualquier bronca mayor, porque la tensión era a flor de piel. Imagínense la escena, ¿quién no se alteraría si ve algo así?
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llegaron luego al lugar para hacer la investigación respectiva. Buscaron evidencia y encontraron una botella de licor tirada dentro de la iglesia, que ahora esperan que les dé alguna pista sobre quiénes son los responsables de este desastre. Vaya brete el que le tocó resolver a los judiciales.
La corresponsal de Diario Extra, Mariluz Rojas, estuvo presente en el lugar cubriendo la noticia y nos cuenta que la comunidad está devastada. “Es terrible ver cómo alguien puede faltarle el respeto a un lugar de fe”, comentó. Se siente la tristeza en el ambiente, pero también la determinación de encontrar a los culpables y ponerlos tras las rejas. Que paguen por semejante atrevimiento, digo yo.
Este incidente ha encendido las alarmas en la zona, porque últimamente han aumentado los robos en iglesias y centros religiosos. Muchos se preguntan cómo es posible que esto esté pasando a plena luz del día, y exigen más seguridad para proteger estos lugares importantes para la comunidad. Parece que toca reforzar los sistemas de vigilancia, ¿verdad?
Más allá del robo material, lo que realmente duele es la falta de respeto hacia la religión y las creencias de la gente. Las hostias consagradas tienen un significado muy especial para los católicos, y profanarlas es algo imperdonable. Este hecho demuestra que hay personas que carecen totalmente de valores y principios, y que están dispuestas a todo para conseguir lo que quieren, aunque eso implique herir la sensibilidad de los demás. ¡Qué pena la que da!
Ahora me pregunto, ¿cómo podemos, como sociedad costarricense, combatir esta ola de vandalismo y delincuencia que parece estar sacudiendo nuestras comunidades? ¿Será que necesitamos fortalecer la educación en valores o implementar medidas más estrictas para castigar a estos tipos? ¡Vamos a debatir sobre esto en el foro!