¡Ay, Dios mío, qué bronca! Parece que la gata se les anda escapando a nuestros primos yanquis. Resulta que el Departamento de Estado de Estados Unidos estaría dando candela a personas que trabajan verificando datos y moderando contenido, y esto ha levantado un churro de polvo en la comunidad internacional. La Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN), que es donde se meten los profesionales serios de chequear la onda, ya salió con un comunicado diciendo que están profundamente preocupados, y con razón.
La jugada, según dicen los rumores que circulan más rápido que un pozolazo en Carnaval, viene de un memo interno que le dio instrucciones al personal consular para ponerle lupa a los solicitantes de visa H-1B – esas visas para los profes que vienen a trabajar aquí. Parece que ahora van a investigar si alguien ha andado “censurando” la libertad de expresión, lo cual, vamos, suena medio raro porque la verificación de datos precisamente busca evitar la difusión de mentiras y fake news. ¡Esto va en contra de todo lo que ellos mismos predican sobre la libertad de información!
Y ojo, que la IFCN no está jugando. Ellos mismos nos recuerdan que esa labor, la de verificar la data, no es para ir apagando voces, sino para fortalecer el debate público. Piensen en eso: protegiendo a los ninos de abusos, previniendo fraudes, combatiendo el acoso online… ¡todo eso está en riesgo si este asunto se sale de control! Además, señalan que Estados Unidos siempre ha sido defensor de la libertad de prensa, y esto parece darle una patada al balde.
Ahora, pa’ entenderlo bien, estos memos no son novedad. Ya hemos visto cosas parecidas antes, donde gobiernos intentan controlar el flujo de información desde afuera. Pero que venga de unos gringos que se creen los defensores de la democracia mundial… bueno, ahí sí duele. Me da una pena tremenda que estén poniendo trabas a gente que hace un trabajo tan importante en estos tiempos donde hasta mi abuela comparte noticias falsas en Facebook.
Lo que realmente me preocupa es el mensaje que esto manda al resto del mundo. ¿Van a empezar a castigar a los periodistas y verificadores de datos que buscan la verdad? ¿Vamos a vivir en un planeta donde solo se permite escuchar lo que le conviene al gobierno de turno? ¡Eso sería una verdadera torta! Porque, seamos honestos, todos necesitamos tener acceso a información confiable para poder tomar decisiones informadas, diay.
Imaginen a los colegas ticos que quieren buscar oportunidades en Estados Unidos, tener que enfrentar esta barrera extra. Muchos de nosotros dependemos de estas visas para crecer profesionalmente, para aprender nuevas técnicas, para traer conocimiento a nuestro país. Que les cierren esa puerta sería un golpe duro para toda la industria periodística nacional, y pa' la economía también, claro que sí. Esto impactaría directamente en nuestra capacidad de mantenernos informados y exigir cuentas a quienes tienen el poder.
Pero no todo está perdido, chunche. La presión internacional puede hacer mella. La IFCN ya ha movido sus contactos y otros organismos de derechos humanos también se están pronunciando. Hay que esperar y ver cómo sigue la cosa, pero mientras tanto, sigamos defendiendo la libertad de prensa y el derecho a acceder a información veraz. No podemos permitir que el miedo silencie nuestras voces ni limite nuestra capacidad de analizar y cuestionar lo que pasa en el mundo, ¡ni aunque nos lo quieran meter por la fuerza!
En fin, todo este rollo me deja pensando: ¿Creen ustedes que esta medida de Estados Unidos podría sentar un precedente peligroso para la libertad de expresión a nivel global? ¿Deberíamos estar exigiendo a nuestros representantes que tomen cartas en el asunto y defiendan los derechos de los verificadores de datos en el escenario internacional? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
La jugada, según dicen los rumores que circulan más rápido que un pozolazo en Carnaval, viene de un memo interno que le dio instrucciones al personal consular para ponerle lupa a los solicitantes de visa H-1B – esas visas para los profes que vienen a trabajar aquí. Parece que ahora van a investigar si alguien ha andado “censurando” la libertad de expresión, lo cual, vamos, suena medio raro porque la verificación de datos precisamente busca evitar la difusión de mentiras y fake news. ¡Esto va en contra de todo lo que ellos mismos predican sobre la libertad de información!
Y ojo, que la IFCN no está jugando. Ellos mismos nos recuerdan que esa labor, la de verificar la data, no es para ir apagando voces, sino para fortalecer el debate público. Piensen en eso: protegiendo a los ninos de abusos, previniendo fraudes, combatiendo el acoso online… ¡todo eso está en riesgo si este asunto se sale de control! Además, señalan que Estados Unidos siempre ha sido defensor de la libertad de prensa, y esto parece darle una patada al balde.
Ahora, pa’ entenderlo bien, estos memos no son novedad. Ya hemos visto cosas parecidas antes, donde gobiernos intentan controlar el flujo de información desde afuera. Pero que venga de unos gringos que se creen los defensores de la democracia mundial… bueno, ahí sí duele. Me da una pena tremenda que estén poniendo trabas a gente que hace un trabajo tan importante en estos tiempos donde hasta mi abuela comparte noticias falsas en Facebook.
Lo que realmente me preocupa es el mensaje que esto manda al resto del mundo. ¿Van a empezar a castigar a los periodistas y verificadores de datos que buscan la verdad? ¿Vamos a vivir en un planeta donde solo se permite escuchar lo que le conviene al gobierno de turno? ¡Eso sería una verdadera torta! Porque, seamos honestos, todos necesitamos tener acceso a información confiable para poder tomar decisiones informadas, diay.
Imaginen a los colegas ticos que quieren buscar oportunidades en Estados Unidos, tener que enfrentar esta barrera extra. Muchos de nosotros dependemos de estas visas para crecer profesionalmente, para aprender nuevas técnicas, para traer conocimiento a nuestro país. Que les cierren esa puerta sería un golpe duro para toda la industria periodística nacional, y pa' la economía también, claro que sí. Esto impactaría directamente en nuestra capacidad de mantenernos informados y exigir cuentas a quienes tienen el poder.
Pero no todo está perdido, chunche. La presión internacional puede hacer mella. La IFCN ya ha movido sus contactos y otros organismos de derechos humanos también se están pronunciando. Hay que esperar y ver cómo sigue la cosa, pero mientras tanto, sigamos defendiendo la libertad de prensa y el derecho a acceder a información veraz. No podemos permitir que el miedo silencie nuestras voces ni limite nuestra capacidad de analizar y cuestionar lo que pasa en el mundo, ¡ni aunque nos lo quieran meter por la fuerza!
En fin, todo este rollo me deja pensando: ¿Creen ustedes que esta medida de Estados Unidos podría sentar un precedente peligroso para la libertad de expresión a nivel global? ¿Deberíamos estar exigiendo a nuestros representantes que tomen cartas en el asunto y defiendan los derechos de los verificadores de datos en el escenario internacional? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!