¡Ay, Dios mío! Si intentaste llamar a Fuerza y Luz estas últimas horas y te quedaste esperando, no estás loco ni mucho menos. Resulta que una falla mundial de Amazon, sí, la mismísima, nos dejó prácticamente ciegos en cuanto a comunicación con la compañía eléctrica. Un verdadero despiche, porque nadie espera que algo así afecte nuestros servicios básicos, ¿verdad?
Según explicaron desde el departamento de comunicación de la CNFL, la compañía utiliza los servicios en la nube de Amazon Web Services (AWS) para albergar gran parte de su atención al cliente. Esto significa que canales vitales como WhatsApp, Messenger, el correo electrónico [email protected], la app móvil, el 1026 y hasta el famoso call center estaban presentando “intermitencias”. Imagínate el pandemonio de gente tratando de resolver problemas y no poder comunicarse. ¡Una torta!
Para ponerle un poco de calma a la bara, indicaron que el número 800-363-7442 está siendo priorizado para volver a funcionar correctamente. Por suerte, las sucursales físicas siguen operando normalmente, así que si tienes algún problema urgente, puedes ir corriendo a la oficina más cercana. Pero bueno, eso implica agarrar carro y perder tiempo, y nadie quiere eso.
Ahora, la gran incógnita es: ¿cuánto vamos a tener que aguantar esta situación? Según la CNFL, dependen totalmente de que los servidores de Amazon vuelvan a la normalidad. No dieron una hora estimada, lo cual es comprensible, pero la incertidumbre siempre da cosita, ¿no creen? Esta falla global demuestra qué tan dependientes somos de estos gigantes tecnológicos, y vaya golpe nos asesta cuando fallan.
Y no estamos solos en este brete. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) también reportó problemas en sus plataformas digitales debido a la misma caída de Amazon. Parece que varios sectores del país se vieron afectados por este fallo masivo, evidenciando una vulnerabilidad importante en nuestra infraestructura digital. Jalarse una torta cualquiera que tenga que recibir atención médica y necesite acceder a información online.
Este tipo de incidentes nos hace reflexionar sobre la importancia de diversificar las soluciones tecnológicas y no depender exclusivamente de un proveedor. Quizás es hora de que el Estado empiece a invertir en alternativas nacionales y fortalecer la seguridad cibernética de nuestras instituciones clave. Además, resalta la necesidad de tener planes de contingencia sólidos para afrontar situaciones como esta, porque, díganlo en voz alta, ¡esto puede pasarle a cualquiera!
Muchos se preguntarán, ¿por qué tantos servicios importantes dependen de Amazon? Bueno, resulta que AWS ofrece una plataforma escalable y relativamente económica para alojar aplicaciones y datos. Sin embargo, este caso nos muestra que esa conveniencia tiene un costo potencial: la dependencia de un sistema externo vulnerable a fallas globales. Es un catch-22, ¿no?
En fin, esperemos que Amazon solucione el problema pronto y podamos volver a la normalidad. Mientras tanto, paciencia y prepárense para largas filas en las sucursales de Fuerza y Luz. Ahora dime, ¿crees que el gobierno debería estar buscando activamente alternativas a depender de proveedores extranjeros para servicios esenciales como energía y salud, o la opción más rentable siempre va a primar?
Según explicaron desde el departamento de comunicación de la CNFL, la compañía utiliza los servicios en la nube de Amazon Web Services (AWS) para albergar gran parte de su atención al cliente. Esto significa que canales vitales como WhatsApp, Messenger, el correo electrónico [email protected], la app móvil, el 1026 y hasta el famoso call center estaban presentando “intermitencias”. Imagínate el pandemonio de gente tratando de resolver problemas y no poder comunicarse. ¡Una torta!
Para ponerle un poco de calma a la bara, indicaron que el número 800-363-7442 está siendo priorizado para volver a funcionar correctamente. Por suerte, las sucursales físicas siguen operando normalmente, así que si tienes algún problema urgente, puedes ir corriendo a la oficina más cercana. Pero bueno, eso implica agarrar carro y perder tiempo, y nadie quiere eso.
Ahora, la gran incógnita es: ¿cuánto vamos a tener que aguantar esta situación? Según la CNFL, dependen totalmente de que los servidores de Amazon vuelvan a la normalidad. No dieron una hora estimada, lo cual es comprensible, pero la incertidumbre siempre da cosita, ¿no creen? Esta falla global demuestra qué tan dependientes somos de estos gigantes tecnológicos, y vaya golpe nos asesta cuando fallan.
Y no estamos solos en este brete. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) también reportó problemas en sus plataformas digitales debido a la misma caída de Amazon. Parece que varios sectores del país se vieron afectados por este fallo masivo, evidenciando una vulnerabilidad importante en nuestra infraestructura digital. Jalarse una torta cualquiera que tenga que recibir atención médica y necesite acceder a información online.
Este tipo de incidentes nos hace reflexionar sobre la importancia de diversificar las soluciones tecnológicas y no depender exclusivamente de un proveedor. Quizás es hora de que el Estado empiece a invertir en alternativas nacionales y fortalecer la seguridad cibernética de nuestras instituciones clave. Además, resalta la necesidad de tener planes de contingencia sólidos para afrontar situaciones como esta, porque, díganlo en voz alta, ¡esto puede pasarle a cualquiera!
Muchos se preguntarán, ¿por qué tantos servicios importantes dependen de Amazon? Bueno, resulta que AWS ofrece una plataforma escalable y relativamente económica para alojar aplicaciones y datos. Sin embargo, este caso nos muestra que esa conveniencia tiene un costo potencial: la dependencia de un sistema externo vulnerable a fallas globales. Es un catch-22, ¿no?
En fin, esperemos que Amazon solucione el problema pronto y podamos volver a la normalidad. Mientras tanto, paciencia y prepárense para largas filas en las sucursales de Fuerza y Luz. Ahora dime, ¿crees que el gobierno debería estar buscando activamente alternativas a depender de proveedores extranjeros para servicios esenciales como energía y salud, o la opción más rentable siempre va a primar?