¡Ay, Dios mío! Qué torta, má! La Asamblea Legislativa se echó pa’ atrás ayer, dejando tirada la discusión del Tercer Presupuesto Extraordinario. Resulta que faltaron tanto diputados que ni pa’ hacer cuórum alcanzaba, y ahí quedó la vaina, suspendida como una macana en el aire. Parece que algunos prefirieron irse a tomar café negrito y comer pan con queso, en vez de trabajar por el país, diay.
La cosa es así: pa’ que la Asamblea funcione y se pueda debatir y aprobar leyes, se necesita la presencia de al menos 38 de los 57 diputados que tenemos. Pero ayer, amigos, solo aparecieron 35. Según la Secretaria Administrativa, Gloria Navas, tuvo que pasar lista varias veces pa' asegurarse de que no se trataba de un error. Pero no, la realidad era dura: muchos ausentes, y el quórum, lejos de poderse alcanzar. Un verdadero papelón, para colmo.
Y no es la primera vez que pasa esto, ¿eh? Desde que aprobaron la famosa “vía rápida” de jornadas 4x3, parece que los diputados han perdido el norte. Han roto el quórum en varias ocasiones, hasta el punto de levantar la sesión a medio camino, porque literalmente, no podían seguir adelante. Esto me da qué pensar, má… ¿Están realmente comprometidos con sus responsabilidades o solo andan de paseo?
Entre los ausentes de renombre encontramos figuras como Rodrigo Arias, quien sigue incapacitado tras una cirugía, y Sofía Guillén, que goza de su licencia materna. ¡Pero ay, cómpadre! Eso no justifica la ausencia de otros 20 diputados que estaban perfectamente capacitados para asistir a la sesión. Tenemos a gente del PLN, PUSC, PPSD, PLP e incluso independientes que simplemente decidieron no presentarse. ¡Qué falta de compromiso!
Si revisamos la lista, se puede ver que hay diputados de todos los colores políticos. Ni siquiera la oposición aprovechó la oportunidad para presionar al gobierno, ya que ellos también brillaron por su ausencia. Al final, el resultado es el mismo: el país queda paralizado, esperando que los diputados decidan ponerle empeño a su trabajo. La verdad, esto empieza a rayar en lo ridículo, ¿no creen?
Ahora, el debate del Tercer Presupuesto Extraordinario tendrá que posponerse hasta el próximo lunes. Lo que significa que la incertidumbre sobre cómo se financiarán ciertos proyectos clave seguirá latente durante el fin de semana. ¿Será que la próxima vez sí logran reunir el quórum o seguiremos viendo este circo legislativo? Esperemos que por una vez, hagan bien su trabajo y piensen en el bienestar del país.
Algunos analistas políticos señalan que esta situación refleja una crisis de legitimidad en la Asamblea Legislativa. Dicen que la apatía de los diputados, sumada a la creciente desconfianza de la ciudadanía, está minando la capacidad del órgano legislativo para funcionar correctamente. Otros sugieren que se deberían implementar mecanismos más estrictos para controlar la asistencia de los diputados, como multas económicas o incluso sanciones más severas. Pero eso ya sería llevar la vara demasiado lejos, ¿verdad?
En fin, la Asamblea sigue siendo un misterio. Mientras tanto, nosotros seguimos aquí, esperando que nuestros representantes nos den una razón para sentirnos orgullosos. Ahora les pregunto, mis queridos foreros: ¿creen que la actual Asamblea Legislativa está cumpliendo con su deber o estamos frente a una crisis de representación que amerita una profunda reflexión sobre nuestro sistema político?
La cosa es así: pa’ que la Asamblea funcione y se pueda debatir y aprobar leyes, se necesita la presencia de al menos 38 de los 57 diputados que tenemos. Pero ayer, amigos, solo aparecieron 35. Según la Secretaria Administrativa, Gloria Navas, tuvo que pasar lista varias veces pa' asegurarse de que no se trataba de un error. Pero no, la realidad era dura: muchos ausentes, y el quórum, lejos de poderse alcanzar. Un verdadero papelón, para colmo.
Y no es la primera vez que pasa esto, ¿eh? Desde que aprobaron la famosa “vía rápida” de jornadas 4x3, parece que los diputados han perdido el norte. Han roto el quórum en varias ocasiones, hasta el punto de levantar la sesión a medio camino, porque literalmente, no podían seguir adelante. Esto me da qué pensar, má… ¿Están realmente comprometidos con sus responsabilidades o solo andan de paseo?
Entre los ausentes de renombre encontramos figuras como Rodrigo Arias, quien sigue incapacitado tras una cirugía, y Sofía Guillén, que goza de su licencia materna. ¡Pero ay, cómpadre! Eso no justifica la ausencia de otros 20 diputados que estaban perfectamente capacitados para asistir a la sesión. Tenemos a gente del PLN, PUSC, PPSD, PLP e incluso independientes que simplemente decidieron no presentarse. ¡Qué falta de compromiso!
Si revisamos la lista, se puede ver que hay diputados de todos los colores políticos. Ni siquiera la oposición aprovechó la oportunidad para presionar al gobierno, ya que ellos también brillaron por su ausencia. Al final, el resultado es el mismo: el país queda paralizado, esperando que los diputados decidan ponerle empeño a su trabajo. La verdad, esto empieza a rayar en lo ridículo, ¿no creen?
Ahora, el debate del Tercer Presupuesto Extraordinario tendrá que posponerse hasta el próximo lunes. Lo que significa que la incertidumbre sobre cómo se financiarán ciertos proyectos clave seguirá latente durante el fin de semana. ¿Será que la próxima vez sí logran reunir el quórum o seguiremos viendo este circo legislativo? Esperemos que por una vez, hagan bien su trabajo y piensen en el bienestar del país.
Algunos analistas políticos señalan que esta situación refleja una crisis de legitimidad en la Asamblea Legislativa. Dicen que la apatía de los diputados, sumada a la creciente desconfianza de la ciudadanía, está minando la capacidad del órgano legislativo para funcionar correctamente. Otros sugieren que se deberían implementar mecanismos más estrictos para controlar la asistencia de los diputados, como multas económicas o incluso sanciones más severas. Pero eso ya sería llevar la vara demasiado lejos, ¿verdad?
En fin, la Asamblea sigue siendo un misterio. Mientras tanto, nosotros seguimos aquí, esperando que nuestros representantes nos den una razón para sentirnos orgullosos. Ahora les pregunto, mis queridos foreros: ¿creen que la actual Asamblea Legislativa está cumpliendo con su deber o estamos frente a una crisis de representación que amerita una profunda reflexión sobre nuestro sistema político?
