¡Ay, Dios mío! Otro brete más para Paso Canoas. La policía anda chambeando a toda máquina y esta vez cayó parejo un par de señores dedicándose al narcomenudeo en plena La Libertad. ¡Qué torta la situación por la que andamos pasando en algunas zonas del país!
Según fuentes oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD), la operación contra el tráfico de drogas se llevó a cabo con varias intervenciones en el barrio La Libertad, en Paso Canoas. Parece que algunos mae pensaron que podían operar impunemente, vendiendo sus churches a diestra y siniestra, generando más problemas de seguridad en la comunidad.
Lo primero que hicieron los agentes fue allanar una vivienda donde encontraron a un hombre identificado como Aguilar, un panameño sin antecedentes, dedicado a este negocio ilícito. Imagínate, un mae nuevo metiéndose en este lío… Parece que el dinero fácil le cegó la vista, ¡qué pena!
Pero eso no es todo, amigos. En otra casa, muy cerquita del parque, también los agarraron con las manos en la masa. Se trata de Morales, un tipo que ya tiene historial por agresión, violencia física, desobediencia y hasta por tenencia de drogas. Este mae sí que estaba cargado de problemas desde antes. Ya se le echaba encima esto.
Al final, la PCD decomisó una buena cantidad de evidencia: 74 gramos y 14 envoltorios de marihuana, un pedazo decente de crack, ¡más de medio millón de colones!, y casi cuatrocientos dólares en efectivo. Además, encontraron todos los implementos necesarios para preparar y dosificar la droga. ¡Una verdadera fábrica de calamidades!
Las autoridades recalcan que estas acciones eran prioritarias debido a las constantes denuncias recibidas a través de la línea 1-1-7-6. Gracias a la gente que se atreve a levantar la voz y reportar estos asuntos, podemos hacerle frente a esta problemática. La ciudadanía está demostrando que no se queda callada ante la inseguridad.
Y hablando de seguridad, los detenidos ahora enfrentarán la justicia. Fueron presentados ante la Fiscalía de Corredores, donde determinarán su situación legal y qué castigo les espera por sus fechorías. Esperemos que sirva de ejemplo para otros que piensen seguir este camino equivocado. Porque a la larga, siempre terminan pagando las cuentas.
Ahora bien, con toda esta movida en Paso Canoas, me pregunto: ¿Creemos que las denuncias anónimas a la línea 1-1-7-6 realmente hacen la diferencia en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, o seguimos siendo víctimas de una falsa sensación de seguridad?
Según fuentes oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD), la operación contra el tráfico de drogas se llevó a cabo con varias intervenciones en el barrio La Libertad, en Paso Canoas. Parece que algunos mae pensaron que podían operar impunemente, vendiendo sus churches a diestra y siniestra, generando más problemas de seguridad en la comunidad.
Lo primero que hicieron los agentes fue allanar una vivienda donde encontraron a un hombre identificado como Aguilar, un panameño sin antecedentes, dedicado a este negocio ilícito. Imagínate, un mae nuevo metiéndose en este lío… Parece que el dinero fácil le cegó la vista, ¡qué pena!
Pero eso no es todo, amigos. En otra casa, muy cerquita del parque, también los agarraron con las manos en la masa. Se trata de Morales, un tipo que ya tiene historial por agresión, violencia física, desobediencia y hasta por tenencia de drogas. Este mae sí que estaba cargado de problemas desde antes. Ya se le echaba encima esto.
Al final, la PCD decomisó una buena cantidad de evidencia: 74 gramos y 14 envoltorios de marihuana, un pedazo decente de crack, ¡más de medio millón de colones!, y casi cuatrocientos dólares en efectivo. Además, encontraron todos los implementos necesarios para preparar y dosificar la droga. ¡Una verdadera fábrica de calamidades!
Las autoridades recalcan que estas acciones eran prioritarias debido a las constantes denuncias recibidas a través de la línea 1-1-7-6. Gracias a la gente que se atreve a levantar la voz y reportar estos asuntos, podemos hacerle frente a esta problemática. La ciudadanía está demostrando que no se queda callada ante la inseguridad.
Y hablando de seguridad, los detenidos ahora enfrentarán la justicia. Fueron presentados ante la Fiscalía de Corredores, donde determinarán su situación legal y qué castigo les espera por sus fechorías. Esperemos que sirva de ejemplo para otros que piensen seguir este camino equivocado. Porque a la larga, siempre terminan pagando las cuentas.
Ahora bien, con toda esta movida en Paso Canoas, me pregunto: ¿Creemos que las denuncias anónimas a la línea 1-1-7-6 realmente hacen la diferencia en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, o seguimos siendo víctimas de una falsa sensación de seguridad?