¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) quería gastarnos unos ¢1.7 millones anualmente en el alquiler de una máquina de café para el ministro Manuel Tovar. Sí, así como lo leen, ¡una máquina de café! Y todo esto iba dentro del proyecto de presupuesto para el año que viene, el 2026. Pero claro, como somos Costa Rica, los diputados no se dejaron llevar por la corriente y decidieron frenar este ‘chilazo’.
La jugada se dio en la Comisión de Asuntos Hacendarios, donde los legisladores estaban revisando minuciosamente cada detalle del presupuesto nacional. Ahí fue cuando el diputado José Pablo Sibaja, del Partido Nueva República (NR), levantó la mano y dijo “¡Basta!” Propuso que en lugar de comprar café como si estuviéramos en Starbucks, usaran esos billetes para ayudar a los estudiantes que necesitan becas. Y la verdad, ¡le dieron la razón!
Imagínense la escena: ahí sentados los diputados, revisando miles de páginas llenas de números y de repente, ¡zas!, aparece la solicitud de la máquina de café. Uno se queda pensando, ¿será que el ministro no sabe cómo prepararse un café solito? ¿O será que piensa que ser ministro da derecho a tener lujos innecesarios? A ver, díganme, ¿ustedes creen que es justo este tipo de gasto público?
Y ni hablar del revuelo que causó esto en redes sociales. La gente se frotó los ojos, incrédula. #MáquinaDeCaféParaMinistro comenzó a trending topic y los memes no se hicieron esperar. Desde videos de políticos tomando café hasta caricaturas burlándose de la situación, internet explotó de risa y crítica. Una verdadera 'torta', como dicen por acá.
Pero la cosa no quedó ahí. Los diputados, viendo la magnitud del problema, aprovecharon la oportunidad para hacer cambios más profundos en el presupuesto. Decidieron destinar una parte importante de esos fondos al Ministerio de Educación Pública (MEP), específicamente para financiar becas y programas de apoyo a estudiantes meritorios. Un buen gesto, ¿eh? Al final, parece que el sentido común pudo prevalecer.
Este episodio nos recuerda que debemos estar siempre vigilantes ante el manejo del dinero público. No podemos permitir que los funcionarios gástelo en caprichos mientras hay niños y jóvenes que necesitan ayuda para acceder a una educación de calidad. Es nuestro deber exigir transparencia y responsabilidad a nuestros representantes, porque al final, estos son los que nos representan a nosotros, la gran mayoría de los ticos trabajadores.
Ahora bien, analizando la situación desde una perspectiva más amplia, ¿no es acaso reflejo de una cultura de privilegios arraigada en nuestra sociedad? Demasiadas veces vemos a los funcionarios actuando como si estuvieran por encima de nosotros, olvidando que son servidores públicos y no reyes. Será necesario que cambiemos esa mentalidad para construir un país más justo e igualitario, donde todos tengamos las mismas oportunidades.
En fin, este brete del café ministerial nos dejó varias reflexiones. Por un lado, celebramos que los diputados hayan hecho lo correcto y detuvieran este gasto absurdo. Por otro lado, nos preocupa la falta de sensibilidad de algunos funcionarios públicos. Así que mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro de Costa Rica, es esta: ¿qué medidas deberían tomarse para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro y garantizar que el dinero de los impuestos se utilice de manera eficiente y transparente?
La jugada se dio en la Comisión de Asuntos Hacendarios, donde los legisladores estaban revisando minuciosamente cada detalle del presupuesto nacional. Ahí fue cuando el diputado José Pablo Sibaja, del Partido Nueva República (NR), levantó la mano y dijo “¡Basta!” Propuso que en lugar de comprar café como si estuviéramos en Starbucks, usaran esos billetes para ayudar a los estudiantes que necesitan becas. Y la verdad, ¡le dieron la razón!
Imagínense la escena: ahí sentados los diputados, revisando miles de páginas llenas de números y de repente, ¡zas!, aparece la solicitud de la máquina de café. Uno se queda pensando, ¿será que el ministro no sabe cómo prepararse un café solito? ¿O será que piensa que ser ministro da derecho a tener lujos innecesarios? A ver, díganme, ¿ustedes creen que es justo este tipo de gasto público?
Y ni hablar del revuelo que causó esto en redes sociales. La gente se frotó los ojos, incrédula. #MáquinaDeCaféParaMinistro comenzó a trending topic y los memes no se hicieron esperar. Desde videos de políticos tomando café hasta caricaturas burlándose de la situación, internet explotó de risa y crítica. Una verdadera 'torta', como dicen por acá.
Pero la cosa no quedó ahí. Los diputados, viendo la magnitud del problema, aprovecharon la oportunidad para hacer cambios más profundos en el presupuesto. Decidieron destinar una parte importante de esos fondos al Ministerio de Educación Pública (MEP), específicamente para financiar becas y programas de apoyo a estudiantes meritorios. Un buen gesto, ¿eh? Al final, parece que el sentido común pudo prevalecer.
Este episodio nos recuerda que debemos estar siempre vigilantes ante el manejo del dinero público. No podemos permitir que los funcionarios gástelo en caprichos mientras hay niños y jóvenes que necesitan ayuda para acceder a una educación de calidad. Es nuestro deber exigir transparencia y responsabilidad a nuestros representantes, porque al final, estos son los que nos representan a nosotros, la gran mayoría de los ticos trabajadores.
Ahora bien, analizando la situación desde una perspectiva más amplia, ¿no es acaso reflejo de una cultura de privilegios arraigada en nuestra sociedad? Demasiadas veces vemos a los funcionarios actuando como si estuvieran por encima de nosotros, olvidando que son servidores públicos y no reyes. Será necesario que cambiemos esa mentalidad para construir un país más justo e igualitario, donde todos tengamos las mismas oportunidades.
En fin, este brete del café ministerial nos dejó varias reflexiones. Por un lado, celebramos que los diputados hayan hecho lo correcto y detuvieran este gasto absurdo. Por otro lado, nos preocupa la falta de sensibilidad de algunos funcionarios públicos. Así que mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro de Costa Rica, es esta: ¿qué medidas deberían tomarse para evitar que situaciones como esta se repitan en el futuro y garantizar que el dinero de los impuestos se utilice de manera eficiente y transparente?
