¡Aguanten bien esto, pura vida! Resulta que el AyA, esos que nos traen el agua a la caneria, soltaron unas verdades bastante amargas sobre cómo estamos manejando este recurso tan valioso, especialmente ahora que andamos con la temporada seca pegándole duro al país. Se trata de que gran parte del agua simplemente desaparece antes de llegar a nuestros grifos, ¡y eso sí que es un problema!
Según los números que nos pasaron, ¡más de la mitad del agua, casi el 56%, no llega a la factura! Imagínense eso, compas. Quieren que nosotros cuidemos el agua, pero ellos tienen fugas, problemas con la presión y hasta gente que se conecta a la red de forma ilegal. ¡Es un brete!, literalmente.
Y no piensen que esto es algo nuevo. El AyA dice que llevan décadas batallando contra este problema, desde los años 80. ¡Ochenta! Eso quiere decir que ya van varias generaciones tratando de solucionar esta vara. Uno se queda pensando qué estaría pasando si ese dinero y esfuerzo se hubieran invertido en prevenir estas pérdidas desde el principio. De verdad, ¡qué torta!
Ahora, vamos a los detalles técnicos, porque ahí está el meollo del asunto. Lo que llaman “pérdidas físicas” representa el 66.3% del agua no facturada. Fugas, cañerías viejas, problemas con la presión... es un cóctel de factores que contribuyen a que tanto agua se pierda. Y luego tenemos las “pérdidas comerciales”, que básicamente significa gente conectándose clandestinamente a la red y usando agua sin pagar. ¡Un robo descarado, diay!
Pero ojo, no todo es culpa del AyA. Nosotros también tenemos nuestra parte de responsabilidad. Ellos nos piden cosas sencillas, como tomar duchas más cortas, cerrar la llave mientras nos jabonamos, reutilizar el agua de la ducha para limpiar la casa o el carro, e incluso pedirle a los hoteles que usen toallas y sábanas varias veces antes de lavarlas. Cosas pequeñas que pueden hacer una gran diferencia, ¿me entienden?
Además, el AyA nos anima a reportar cualquier fuga que veamos en la calle o en los alojamientos turísticos. Como dicen ellos, “el agua es un recurso vital”. Pero si la institución no puede controlar las fugas internas, ¿cómo espera que nosotros cuidemos el agua en casa? ¡Parece un poco irónico, eh?
Y hablando de turismo, acá hay un punto importante. Con la temporada alta, muchos visitantes llegan a Costa Rica buscando playas paradisíacas y aventuras. Pero también aumentan el consumo de agua, especialmente en zonas costeras. Ahí es donde necesitamos ser aún más conscientes y responsables, para que todos puedan disfrutar de nuestro país sin agotar nuestros recursos naturales. Porque, seamos claros, ¡nos va en ley!
Entonces, compas, la pregunta del millón es esta: ¿cree usted que realmente podemos revertir esta situación y dejar de desperdiciar tanta agua? ¿Se necesita una intervención mucho más drástica o es suficiente con cambiar nuestros hábitos individuales y exigirle al gobierno medidas más efectivas para combatir las fugas y el robo de agua? Póngale pausa al celular un ratito y déjenos saber qué piensa del tema en los comentarios, ¡queremos escuchar sus ideas!
Según los números que nos pasaron, ¡más de la mitad del agua, casi el 56%, no llega a la factura! Imagínense eso, compas. Quieren que nosotros cuidemos el agua, pero ellos tienen fugas, problemas con la presión y hasta gente que se conecta a la red de forma ilegal. ¡Es un brete!, literalmente.
Y no piensen que esto es algo nuevo. El AyA dice que llevan décadas batallando contra este problema, desde los años 80. ¡Ochenta! Eso quiere decir que ya van varias generaciones tratando de solucionar esta vara. Uno se queda pensando qué estaría pasando si ese dinero y esfuerzo se hubieran invertido en prevenir estas pérdidas desde el principio. De verdad, ¡qué torta!
Ahora, vamos a los detalles técnicos, porque ahí está el meollo del asunto. Lo que llaman “pérdidas físicas” representa el 66.3% del agua no facturada. Fugas, cañerías viejas, problemas con la presión... es un cóctel de factores que contribuyen a que tanto agua se pierda. Y luego tenemos las “pérdidas comerciales”, que básicamente significa gente conectándose clandestinamente a la red y usando agua sin pagar. ¡Un robo descarado, diay!
Pero ojo, no todo es culpa del AyA. Nosotros también tenemos nuestra parte de responsabilidad. Ellos nos piden cosas sencillas, como tomar duchas más cortas, cerrar la llave mientras nos jabonamos, reutilizar el agua de la ducha para limpiar la casa o el carro, e incluso pedirle a los hoteles que usen toallas y sábanas varias veces antes de lavarlas. Cosas pequeñas que pueden hacer una gran diferencia, ¿me entienden?
Además, el AyA nos anima a reportar cualquier fuga que veamos en la calle o en los alojamientos turísticos. Como dicen ellos, “el agua es un recurso vital”. Pero si la institución no puede controlar las fugas internas, ¿cómo espera que nosotros cuidemos el agua en casa? ¡Parece un poco irónico, eh?
Y hablando de turismo, acá hay un punto importante. Con la temporada alta, muchos visitantes llegan a Costa Rica buscando playas paradisíacas y aventuras. Pero también aumentan el consumo de agua, especialmente en zonas costeras. Ahí es donde necesitamos ser aún más conscientes y responsables, para que todos puedan disfrutar de nuestro país sin agotar nuestros recursos naturales. Porque, seamos claros, ¡nos va en ley!
Entonces, compas, la pregunta del millón es esta: ¿cree usted que realmente podemos revertir esta situación y dejar de desperdiciar tanta agua? ¿Se necesita una intervención mucho más drástica o es suficiente con cambiar nuestros hábitos individuales y exigirle al gobierno medidas más efectivas para combatir las fugas y el robo de agua? Póngale pausa al celular un ratito y déjenos saber qué piensa del tema en los comentarios, ¡queremos escuchar sus ideas!
