Maes, pónganse cómodos porque el novelón que se está armando alrededor de la cárcel La Reforma está para alquilar balcón. Resulta que la cosa está que arde en Máxima Seguridad y no es para menos. Los familiares de varios privados de libertad ya tiraron el grito al cielo y anunciaron que se van a tirar a la calle, directito a las oficinas del Ministerio de Justicia y Paz. ¿La razón? Un nuevo reglamento que, según ellos, es una completa pasada y les está complicando la vida a niveles insospechados. Toda esta vara pinta para un encontronazo serio entre las familias y las autoridades, y honestamente, el panorama se ve bastante gris.
Diay, es que si uno se pone a ver los detalles, entiende el enojo. La agrupación que se hace llamar "Familia Penitenciaria Unidad CR" dice que el Ministerio se jaló una torta monumental con las nuevas reglas. Estamos hablando de restricciones durísimas en temas que para ellos son vitales: las visitas, las llamadas telefónicas y hasta las encomiendas que les llevan a sus familiares. Imagínense el estrés. Y por si fuera poco, denuncian que la comida dentro del penal es un desastre. La vocera, Maureen Esquivel, lo dijo clarito: están cansados de la "manipulación" de las autoridades. Así que ya le pusieron fecha al despiche: el miércoles 17 de setiembre piensan paralizar parte de Chepe para que los escuchen.
Pero esperen, que la trama se pone más densa. Esto no es solo una protesta y ya. Como medida de presión, varios pabellones de alta contención se declararon en huelga de hambre, una movida que ya fue confirmada por el propio sistema penitenciario. Y aquí viene el detalle que le pone el picante al asunto: los reos designaron un vocero para que canalice todas sus quejas ante el Poder Judicial. ¿Y a quién escogieron? Nada más y nada menos que al extraditable Celso Gamboa. Sí, leyeron bien. El exmagistrado. Una jugada que, como mínimo, demuestra que esta gente no se está andando por las ramas y que saben cómo llamar la atención. La elección de Gamboa como representante es, sin duda, un mensaje directo y filoso para el sistema.
Y mientras todo esto pasa, hay otra batalla legal cocinándose a fuego lento que tiene que ver con las próximas elecciones. Una jueza de ejecución de la pena ya ordenó que les devuelvan los televisores y los microondas a los reos de alta contención. El argumento de fondo, presentado por abogados y activistas, es que de cara a las elecciones presidenciales del 2026, los privados de libertad necesitan acceso a la información para poder ejercer su derecho al voto. De hecho, un representante de otra asociación ya clavó un amparo electoral ante el TSE. El Tribunal le dio a Justicia y Paz apenas tres días para que rinda cuentas sobre por qué prohibió televisores, radios y periódicos. ¡Qué sal! Les cayó la fecha límite encima.
Entonces, en resumen, tenemos un despiche por todos lados. Por un lado, familiares furiosos organizando una manifestación por condiciones que consideran inhumanas. Por otro, reos en huelga de hambre con un vocero de altísimo perfil mediático. Y como si fuera poco, una pelea legal contra el reloj por el derecho a la información y al voto. La situación es un puro nudo que enfrenta la necesidad de control y seguridad del Estado con los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad. Ahí se las dejo picando... Diay, ¿ustedes de qué lado mascan? ¿Mano dura necesaria en Máxima Seguridad o se les está pasando la mano y violentando derechos? ¿Y lo de Celso Gamboa como vocero... qué nivel de ironía, no? Cuenten a ver qué opinan de este novelón.
Diay, es que si uno se pone a ver los detalles, entiende el enojo. La agrupación que se hace llamar "Familia Penitenciaria Unidad CR" dice que el Ministerio se jaló una torta monumental con las nuevas reglas. Estamos hablando de restricciones durísimas en temas que para ellos son vitales: las visitas, las llamadas telefónicas y hasta las encomiendas que les llevan a sus familiares. Imagínense el estrés. Y por si fuera poco, denuncian que la comida dentro del penal es un desastre. La vocera, Maureen Esquivel, lo dijo clarito: están cansados de la "manipulación" de las autoridades. Así que ya le pusieron fecha al despiche: el miércoles 17 de setiembre piensan paralizar parte de Chepe para que los escuchen.
Pero esperen, que la trama se pone más densa. Esto no es solo una protesta y ya. Como medida de presión, varios pabellones de alta contención se declararon en huelga de hambre, una movida que ya fue confirmada por el propio sistema penitenciario. Y aquí viene el detalle que le pone el picante al asunto: los reos designaron un vocero para que canalice todas sus quejas ante el Poder Judicial. ¿Y a quién escogieron? Nada más y nada menos que al extraditable Celso Gamboa. Sí, leyeron bien. El exmagistrado. Una jugada que, como mínimo, demuestra que esta gente no se está andando por las ramas y que saben cómo llamar la atención. La elección de Gamboa como representante es, sin duda, un mensaje directo y filoso para el sistema.
Y mientras todo esto pasa, hay otra batalla legal cocinándose a fuego lento que tiene que ver con las próximas elecciones. Una jueza de ejecución de la pena ya ordenó que les devuelvan los televisores y los microondas a los reos de alta contención. El argumento de fondo, presentado por abogados y activistas, es que de cara a las elecciones presidenciales del 2026, los privados de libertad necesitan acceso a la información para poder ejercer su derecho al voto. De hecho, un representante de otra asociación ya clavó un amparo electoral ante el TSE. El Tribunal le dio a Justicia y Paz apenas tres días para que rinda cuentas sobre por qué prohibió televisores, radios y periódicos. ¡Qué sal! Les cayó la fecha límite encima.
Entonces, en resumen, tenemos un despiche por todos lados. Por un lado, familiares furiosos organizando una manifestación por condiciones que consideran inhumanas. Por otro, reos en huelga de hambre con un vocero de altísimo perfil mediático. Y como si fuera poco, una pelea legal contra el reloj por el derecho a la información y al voto. La situación es un puro nudo que enfrenta la necesidad de control y seguridad del Estado con los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad. Ahí se las dejo picando... Diay, ¿ustedes de qué lado mascan? ¿Mano dura necesaria en Máxima Seguridad o se les está pasando la mano y violentando derechos? ¿Y lo de Celso Gamboa como vocero... qué nivel de ironía, no? Cuenten a ver qué opinan de este novelón.