¡Ay, Dios mío, qué torta! La vida a veces te da unos sopapos que ni los puedes creer. Resulta que la familia Moya, de aquí cerca, está pasando por una situación terrible: su hijito, Emmanuel, cariñosamente llamado 'Emma', tiene un problemón de corazón que requiere una operación urgente allá en España. Con apenas tres añitos, este máster andante ya lleva encima dos cirugías y ahora necesitan sumar una más para darle una oportunidad de vivir una vida normal.
La historia de Emmanuel es de esas que te tocan el alma. Desde que la mami, María Fernanda, descubrió durante el embarazo que él venía con una cardiopatía compleja, la vida dio un giro inesperado. Imagínate el susto, la incertidumbre... Pero bueno, ahí va la familia luchando con toda la fuerza que tienen, buscando soluciones y aferrándose a la esperanza. Ya le hicieron dos operaciones en el Hospital de Niños, pero dicen que esta tercera, la llamada Fontan, es crucial. Se trata de un procedimiento a corazón abierto que, aunque complicado, podría mejorarle significativamente la calidad de vida, dejándolo con la mitad del corazón funcionando, pero pudiendo disfrutar de cosas que muchos damos por sentado.
Pero, ¿cómo conseguir medio centavo si necesitamos 50 millones de colones? Ahí radica el brete. La familia organizó una campaña de recaudación de fondos para lograr reunir esa suma considerable que les permitirá viajar a Barcelona y someter a Emmanuel a la intervención quirúrgica. Según cuentan, la cifra puede sonar alta, pero representa todos los gastos relacionados con la operación, traslados, estadía y cuidados postoperatorios. No es un paseo precisamente, diay.
“A Emma lo han operado dos veces ya, cuando tenía dos meses y luego un añito y nueve”, nos contó doña María Fernanda entre lágrimas, revelando el estrés y la angustia que vive día a día. “Necesita esta tercera cirugía para completar el proceso, así que estamos haciendo todo lo posible para llegar a Barcelona”. Escucharla hablar del esfuerzo físico y emocional que implica cuidar a un niño con estas condiciones te pone la piel de gallina, te digo yo.
Y claro, la gente se solidariza. Hay rifas, colectas, conciertos benéficos… Un concienzudo movimiento social se ha movilizado para apoyar a Emmanuel y a su familia. Porque, al final, todos queremos que nuestros niños tengan la oportunidad de crecer sanos y felices, ¿verdad? Ver el apoyo de la comunidad es verdaderamente qué chiva, demuestra que todavía hay mucha solidaridad en nuestro país.
Esta campaña además resalta las limitaciones del sistema de salud público costarricense para casos complejos como el de Emmanuel. Aunque cuenta con profesionales altamente capacitados, a veces carece de los recursos necesarios para cubrir todas las necesidades de los pacientes, especialmente aquellos que requieren tratamientos especializados en otros países. Es un tema que deberíamos analizar con más detenimiento, buscar formas de fortalecer nuestro sistema para que nadie tenga que pasar por esta angustia.
Para quienes quieran colaborar, la familia Moya ha habilitado diferentes canales para recibir donaciones. Puedes enviar dinero a través de sus cuentas bancarias (les pedimos que se comuniquen con nosotros si desean tenerlas), participar en las rifas que organiza la comunidad, o simplemente difundir su historia en redes sociales. Cada granito de arena cuenta, literalmente. El corazón de Emmanuel necesita nuestra ayuda.
Ahora dime tú, ¿qué opinas de la situación de Emmanuel y su familia? ¿Crees que el Estado debería intervenir más en estos casos donde las familias se ven abrumadas por los costos médicos? ¿Cómo podemos, como sociedad, asegurarnos de que todos los niños tengan acceso a la atención médica que necesitan, independientemente de su condición económica?
La historia de Emmanuel es de esas que te tocan el alma. Desde que la mami, María Fernanda, descubrió durante el embarazo que él venía con una cardiopatía compleja, la vida dio un giro inesperado. Imagínate el susto, la incertidumbre... Pero bueno, ahí va la familia luchando con toda la fuerza que tienen, buscando soluciones y aferrándose a la esperanza. Ya le hicieron dos operaciones en el Hospital de Niños, pero dicen que esta tercera, la llamada Fontan, es crucial. Se trata de un procedimiento a corazón abierto que, aunque complicado, podría mejorarle significativamente la calidad de vida, dejándolo con la mitad del corazón funcionando, pero pudiendo disfrutar de cosas que muchos damos por sentado.
Pero, ¿cómo conseguir medio centavo si necesitamos 50 millones de colones? Ahí radica el brete. La familia organizó una campaña de recaudación de fondos para lograr reunir esa suma considerable que les permitirá viajar a Barcelona y someter a Emmanuel a la intervención quirúrgica. Según cuentan, la cifra puede sonar alta, pero representa todos los gastos relacionados con la operación, traslados, estadía y cuidados postoperatorios. No es un paseo precisamente, diay.
“A Emma lo han operado dos veces ya, cuando tenía dos meses y luego un añito y nueve”, nos contó doña María Fernanda entre lágrimas, revelando el estrés y la angustia que vive día a día. “Necesita esta tercera cirugía para completar el proceso, así que estamos haciendo todo lo posible para llegar a Barcelona”. Escucharla hablar del esfuerzo físico y emocional que implica cuidar a un niño con estas condiciones te pone la piel de gallina, te digo yo.
Y claro, la gente se solidariza. Hay rifas, colectas, conciertos benéficos… Un concienzudo movimiento social se ha movilizado para apoyar a Emmanuel y a su familia. Porque, al final, todos queremos que nuestros niños tengan la oportunidad de crecer sanos y felices, ¿verdad? Ver el apoyo de la comunidad es verdaderamente qué chiva, demuestra que todavía hay mucha solidaridad en nuestro país.
Esta campaña además resalta las limitaciones del sistema de salud público costarricense para casos complejos como el de Emmanuel. Aunque cuenta con profesionales altamente capacitados, a veces carece de los recursos necesarios para cubrir todas las necesidades de los pacientes, especialmente aquellos que requieren tratamientos especializados en otros países. Es un tema que deberíamos analizar con más detenimiento, buscar formas de fortalecer nuestro sistema para que nadie tenga que pasar por esta angustia.
Para quienes quieran colaborar, la familia Moya ha habilitado diferentes canales para recibir donaciones. Puedes enviar dinero a través de sus cuentas bancarias (les pedimos que se comuniquen con nosotros si desean tenerlas), participar en las rifas que organiza la comunidad, o simplemente difundir su historia en redes sociales. Cada granito de arena cuenta, literalmente. El corazón de Emmanuel necesita nuestra ayuda.
Ahora dime tú, ¿qué opinas de la situación de Emmanuel y su familia? ¿Crees que el Estado debería intervenir más en estos casos donde las familias se ven abrumadas por los costos médicos? ¿Cómo podemos, como sociedad, asegurarnos de que todos los niños tengan acceso a la atención médica que necesitan, independientemente de su condición económica?