¡Ay, Dios mío, qué torta! Resulta que nuestros datos más íntimos, esos que le mandamos a los amigos por WhatsApp, podrían estar en manos equivocadas. Una investigación de Kaspersky sacudió al país revelando que bandas criminales sofisticadas están usando tácticas ingeniosas para robar información valiosa de empresas e instituciones públicas, aprovechándose de nuestro amor por mandar audios y fotos por la app.
Según los expertos de Kaspersky, el grupo llamado “Mysterious Elephant” no ataca directamente a WhatsApp, sino que se enfoca en infectar los equipos de trabajo de los empleados. Desde ahí, como si fueran mosquitos chupando sangre, empiezan a buscar documentos, imágenes y cualquier archivo importante que hayamos compartido vía WhatsApp Desktop o el navegador. ¡Imagínate!, todos esos boletas, contratos, y hasta los chistes internos del brete, ¡podrían caerle en las manos a los malos!
La manera en que estos tipos operan es bastante diablera, mae. En lugar de romper sistemas complejos, prefieren ir directo al grano: nos envían correos electrónicos falsos (¡el famoso spear phishing!) con documentos que parecen normales, pero que llevan un virus escondido. Cuando abrimos esos archivos, sin saberlo, les damos la llave para entrar a nuestra computadora y empezar a husmear entre nuestros archivos. Diay, quién lo diría, hasta los mails pueden traernos problemas.
Y luego entran en juego unos trucos más avanzados, utilizando herramientas como PowerShell, que suena a magia negra para algunos, para ejecutar comandos sin que nos demos cuenta. Además, usan algo llamado “BabShell”, una puerta trasera que les permite controlar nuestras computadoras remotamente, como si fueran dueños del pedazo de metal. Lo peor es que tienen otro programita, MemLoader HiddenDesk, que esconde el código dañino en la memoria del sistema, haciéndolo casi invisible para los antivirus tradicionales. ¡Qué nivel de maña!
Lo preocupante, según Fabio Assolini, jefe de investigación de Kaspersky Latinoamérica, es que estos tipos pueden permanecer ocultos durante meses, acumulando información y esperando el momento oportuno para hacer su jugada maestra. Es como si estuvieran sembrando trampas en nuestra propia casa digital. Nos advierten que la verdadera amenaza es perder el control de nuestro entorno online, porque estamos confiando ciegamente en herramientas que usamos a diario, sin pensar que podrían ser una puerta de entrada para los ciberdelincuentes. Qué sal!
Entonces, ¿qué podemos hacer para protegernos de estas artimañas? Los expertos de Kaspersky nos dan algunas recomendaciones. Primero, evitemos usar WhatsApp u otras apps similares para enviar información confidencial. Mejor usar correo electrónico corporativo o plataformas seguras proporcionadas por la empresa. Segundo, fortalezcamos la protección contra el phishing revisando bien los correos electrónicos antes de abrir cualquier enlace o adjunto. Tercero, eduquemos al personal sobre los peligros de internet y cómo reconocer mensajes sospechosos. ¡La cultura de seguridad es clave, mi pana!
Además, nos aconsejan utilizar herramientas de inteligencia de amenazas para estar al tanto de las últimas tendencias en ciberseguridad y poder anticiparnos a los ataques. Es como tener un radar que nos avisa cuándo hay peligro cerca. Y recuerden, mae, no somos los únicos que estamos en riesgo. Empresas gubernamentales, hospitales, ¡todos estamos en la mira de estos ciberpiratas! Tenemos que tomar cartas en el asunto y poner barreras para proteger nuestra información, porque, díganlo claro, si no cuidamos nuestros datos, otros van a lucrarse a nuestra costa.
Ahora dime, ¿tú has pensado alguna vez en el riesgo de usar WhatsApp para temas laborales? ¿Crees que las empresas deberían prohibir completamente el uso de apps personales para asuntos de trabajo o es suficiente con educar a los empleados sobre los riesgos? ¡Comenta abajo y cuéntame tu opinión!
Según los expertos de Kaspersky, el grupo llamado “Mysterious Elephant” no ataca directamente a WhatsApp, sino que se enfoca en infectar los equipos de trabajo de los empleados. Desde ahí, como si fueran mosquitos chupando sangre, empiezan a buscar documentos, imágenes y cualquier archivo importante que hayamos compartido vía WhatsApp Desktop o el navegador. ¡Imagínate!, todos esos boletas, contratos, y hasta los chistes internos del brete, ¡podrían caerle en las manos a los malos!
La manera en que estos tipos operan es bastante diablera, mae. En lugar de romper sistemas complejos, prefieren ir directo al grano: nos envían correos electrónicos falsos (¡el famoso spear phishing!) con documentos que parecen normales, pero que llevan un virus escondido. Cuando abrimos esos archivos, sin saberlo, les damos la llave para entrar a nuestra computadora y empezar a husmear entre nuestros archivos. Diay, quién lo diría, hasta los mails pueden traernos problemas.
Y luego entran en juego unos trucos más avanzados, utilizando herramientas como PowerShell, que suena a magia negra para algunos, para ejecutar comandos sin que nos demos cuenta. Además, usan algo llamado “BabShell”, una puerta trasera que les permite controlar nuestras computadoras remotamente, como si fueran dueños del pedazo de metal. Lo peor es que tienen otro programita, MemLoader HiddenDesk, que esconde el código dañino en la memoria del sistema, haciéndolo casi invisible para los antivirus tradicionales. ¡Qué nivel de maña!
Lo preocupante, según Fabio Assolini, jefe de investigación de Kaspersky Latinoamérica, es que estos tipos pueden permanecer ocultos durante meses, acumulando información y esperando el momento oportuno para hacer su jugada maestra. Es como si estuvieran sembrando trampas en nuestra propia casa digital. Nos advierten que la verdadera amenaza es perder el control de nuestro entorno online, porque estamos confiando ciegamente en herramientas que usamos a diario, sin pensar que podrían ser una puerta de entrada para los ciberdelincuentes. Qué sal!
Entonces, ¿qué podemos hacer para protegernos de estas artimañas? Los expertos de Kaspersky nos dan algunas recomendaciones. Primero, evitemos usar WhatsApp u otras apps similares para enviar información confidencial. Mejor usar correo electrónico corporativo o plataformas seguras proporcionadas por la empresa. Segundo, fortalezcamos la protección contra el phishing revisando bien los correos electrónicos antes de abrir cualquier enlace o adjunto. Tercero, eduquemos al personal sobre los peligros de internet y cómo reconocer mensajes sospechosos. ¡La cultura de seguridad es clave, mi pana!
Además, nos aconsejan utilizar herramientas de inteligencia de amenazas para estar al tanto de las últimas tendencias en ciberseguridad y poder anticiparnos a los ataques. Es como tener un radar que nos avisa cuándo hay peligro cerca. Y recuerden, mae, no somos los únicos que estamos en riesgo. Empresas gubernamentales, hospitales, ¡todos estamos en la mira de estos ciberpiratas! Tenemos que tomar cartas en el asunto y poner barreras para proteger nuestra información, porque, díganlo claro, si no cuidamos nuestros datos, otros van a lucrarse a nuestra costa.
Ahora dime, ¿tú has pensado alguna vez en el riesgo de usar WhatsApp para temas laborales? ¿Crees que las empresas deberían prohibir completamente el uso de apps personales para asuntos de trabajo o es suficiente con educar a los empleados sobre los riesgos? ¡Comenta abajo y cuéntame tu opinión!
