¡Ay, Dios mío! Parece que estamos metidos en un brete gordo, mi gente. Un funcionario del INS tiró la bomba: hay vaina turbia con el extraditable Celso Gamboa y una movida de $10 millones que querían meterle al país. ¡Qué torta! La cosa pinta fea y huele a gallina flaca.
Según el reporte, la jugada consistía en que Gamboa, ese mae que anda dando vueltas en procesos judiciales, estaría vinculado a esta transacción sospechosa. El plan era usar el puesto de bolsa del INS para inyectar esa lana y luego prestarla a funcionarios de la institución. Pero, ¡qué sal!, la comisión que se iban a estar dejando atrás era del 50%, ¡un robo a mano armada!
Y no para ahí, diay. Resulta que el abogado de los implicados, ¿adivinen quién? ¡Precisamente el mismísimo Celso Gamboa! Fuentes judiciales confirman que esto es tan cierto como que el sol sale por el oriente. Esto, señores, ya tiene todos los ingredientes para convertirse en un escándalo nacional. Luis Fernando Monge Salas, el ex gerente del INS, le dio más sabor a la sopa en la Comisión de Ingreso y Gasto Público del Congreso.
Monge contó que hace un par de años, unos agentes de seguros le ofrecieron participar en un esquema de préstamos personales para empleados del INS, financiados por guita de afuera. Inicialmente, pensaron venderles la cartera de esos préstamos, pero la negociación se cayó. Luego, esos mismos agentes volvieron a asomar, ahora queriendo meter los $10 millones por el puesto de bolsa. ¡Imagínate qué carga!
Pero la cosa se puso aún más picante cuando Monge mencionó que Federico Cruz Saravanja, alias “Choreco”, amigo personal y asesor del presidente, presionó para que el INS aprobara la entrada de esa lana. Chorreco, ese mae que siempre anda tintineando con el presidente, parece que quería tener sus manos en la masa. ¡Esto ya es novela!
Y ni hablar de cuando Choreco llamó directamente a Gabriela Chacón, la presidenta del INS, para insistir en el tema. Monge, preocupado por lo que había encontrado el oficial de cumplimiento, le avisó a Chacón, pero ella respondió que se lo comunicaría al presidente Rodrigo Chaves, claro, porque Choreco es su amigote. ¡Qué papelón! El exgerente dejó claro que el oficial de cumplimiento encontró un vínculo con “una persona sumamente cuestionada” en el país, aunque evitó decir nombres por precaución.
Para rematar, el expediente de extradición de Gamboa revela que este mae está acusado de ser coordinador regional del Clan del Golfo y tener contacto con el Cártel de Sinaloa. ¡Parece que el pescado se pudrió desde arriba! Le estaban ofreciendo garantizar la recepción de cocaína en Costa Rica, ¡con el visto bueno del gobierno! Eso sí que es irse al traste, chunches. Y todo conectado con el caso BCIE-Cariñitos donde también aparece imputado el presidente Chaves…¡Qué nivel de maquinacciones!
¿Se imaginan cómo va a terminar esta vareta? Con tantos personajes involucrados y tanta plata de por medio, ¿creen que vamos a llegar al fondo del problema o será otro caso que se queda en la mitad del camino, engordando la lista de impuneidades en Costa Rica? ¡Dígame, mi gente! ¿Quién cree que debería caer primero?
Según el reporte, la jugada consistía en que Gamboa, ese mae que anda dando vueltas en procesos judiciales, estaría vinculado a esta transacción sospechosa. El plan era usar el puesto de bolsa del INS para inyectar esa lana y luego prestarla a funcionarios de la institución. Pero, ¡qué sal!, la comisión que se iban a estar dejando atrás era del 50%, ¡un robo a mano armada!
Y no para ahí, diay. Resulta que el abogado de los implicados, ¿adivinen quién? ¡Precisamente el mismísimo Celso Gamboa! Fuentes judiciales confirman que esto es tan cierto como que el sol sale por el oriente. Esto, señores, ya tiene todos los ingredientes para convertirse en un escándalo nacional. Luis Fernando Monge Salas, el ex gerente del INS, le dio más sabor a la sopa en la Comisión de Ingreso y Gasto Público del Congreso.
Monge contó que hace un par de años, unos agentes de seguros le ofrecieron participar en un esquema de préstamos personales para empleados del INS, financiados por guita de afuera. Inicialmente, pensaron venderles la cartera de esos préstamos, pero la negociación se cayó. Luego, esos mismos agentes volvieron a asomar, ahora queriendo meter los $10 millones por el puesto de bolsa. ¡Imagínate qué carga!
Pero la cosa se puso aún más picante cuando Monge mencionó que Federico Cruz Saravanja, alias “Choreco”, amigo personal y asesor del presidente, presionó para que el INS aprobara la entrada de esa lana. Chorreco, ese mae que siempre anda tintineando con el presidente, parece que quería tener sus manos en la masa. ¡Esto ya es novela!
Y ni hablar de cuando Choreco llamó directamente a Gabriela Chacón, la presidenta del INS, para insistir en el tema. Monge, preocupado por lo que había encontrado el oficial de cumplimiento, le avisó a Chacón, pero ella respondió que se lo comunicaría al presidente Rodrigo Chaves, claro, porque Choreco es su amigote. ¡Qué papelón! El exgerente dejó claro que el oficial de cumplimiento encontró un vínculo con “una persona sumamente cuestionada” en el país, aunque evitó decir nombres por precaución.
Para rematar, el expediente de extradición de Gamboa revela que este mae está acusado de ser coordinador regional del Clan del Golfo y tener contacto con el Cártel de Sinaloa. ¡Parece que el pescado se pudrió desde arriba! Le estaban ofreciendo garantizar la recepción de cocaína en Costa Rica, ¡con el visto bueno del gobierno! Eso sí que es irse al traste, chunches. Y todo conectado con el caso BCIE-Cariñitos donde también aparece imputado el presidente Chaves…¡Qué nivel de maquinacciones!
¿Se imaginan cómo va a terminar esta vareta? Con tantos personajes involucrados y tanta plata de por medio, ¿creen que vamos a llegar al fondo del problema o será otro caso que se queda en la mitad del camino, engordando la lista de impuneidades en Costa Rica? ¡Dígame, mi gente! ¿Quién cree que debería caer primero?
