¡Bájale el volumen, mae! Parece mentira, pero sí, los nutriólogos nos están diciendo que lo que nos metemos al estómago puede hacer una gran diferencia contra el cáncer de próstata. Ya saben, esos problemas que a muchos de nosotros nos han tocado vivir de cerca. Así que, si te cuidas, puede que te evites un buen brete en el futuro.
El Colegio de Profesionales en Nutrición de Costa Rica (CPN) ha lanzado un llamado súper claro: hay que reforzar la alimentación y cuidarnos un poquito más, especialmente nosotros, los hombres. No es que digan que vamos a estar invictos, pero sí que podemos darle una batalla digna a cualquier problema de salud que se nos presente, empezando por el cáncer de próstata. Ya saben, prevenir siempre es mejor que lamentar.
Según Ismael Ureña, nutricionista y vocero del CPN, la comida es una pieza clave en todo esto. “No tenemos control absoluto sobre todo lo que nos pasa, pero sí podemos influir directamente en nuestra salud con lo que comemos,” enfatizó. Él nos recuerda que las decisiones que tomamos hoy en nuestro plato pueden definir la calidad de vida que tendremos dentro de diez o veinte años. ¡Imagínate eso, compa! Una ensalada ahora puede significar tranquilidad en el futuro.
¿Y qué debemos comer, entonces? Pues parece que los vegetales, las legumbres, el pescado fresco, las semillitas y los aceites ricos en omega 3 son nuestros aliados. Estos alimentos tienen compuestos antiinflamatorios y antioxidantes que le dan un empujón a nuestra próstata. Según Ureña, la ciencia lo respalda: una dieta variada y natural reduce la inflamación y ayuda a que el cuerpo funcione como debería. ¡Un verdadero manjar para la salud!
Pero ojo, no todo es meterse cualquier cosa a la boca. También importa cómo cocinamos, ¡y ahí es donde muchos nos estamos equivocando! Preparaciones a la leña o al carbón, o esas frituras que tanto nos gustan, generan sustancias que no le hacen bien al cuerpo. Un cambio simple en los métodos de cocción, como usar el horno o cocinar al vapor, puede marcar una gran diferencia. Nadie dice que tengamos que abandonar nuestras tradiciones culinarias, solo adaptarlas un poco, ¿eh?
Además de la alimentación, el CPN insiste en que la prevención integral va mucho más allá del plato. Dejar el cigarrillo, moderar el alcohol, mantener un peso saludable, mover el cuerpo regularmente y visitar al médico para chequeos periódicos son cosas que no podemos pasar por alto. ¿Para qué esperar a que surja el problema? ¡Mejor prevenirlo desde ahorita! Como dicen por acá, “más vale pájaro en mano que cien volando”.
Y hablando de chequeos, Ureña recalcó que ya no hay excusas. “Detectar a tiempo salva vidas y es un acto de responsabilidad con nosotros mismos y con quienes dependen de nosotros”. Así que, si todavía tienes miedo o sientes vergüenza de ir al médico, ¡quédate tranquilo! Cuidarte no te quita fuerza, al contrario, demuestra madurez y compromiso contigo mismo. La nutrición preventiva debe formar parte de nuestro día a día, no solo cuando ya estamos enfermos. ¡Ya sabes, tómatelo con calma y priorízate un rato!
Entonces, después de escuchar toda esta información, me pregunto… ¿cuánto estás dispuesto a cambiar en tus hábitos alimenticios y estilo de vida para cuidar tu salud prostática? ¿Te animas a poner manos a la obra y adoptar un enfoque más preventivo en tu bienestar general, o sigues esperando a que el problema toque a tu puerta? ¡Compárteme tu opinión en el foro!
El Colegio de Profesionales en Nutrición de Costa Rica (CPN) ha lanzado un llamado súper claro: hay que reforzar la alimentación y cuidarnos un poquito más, especialmente nosotros, los hombres. No es que digan que vamos a estar invictos, pero sí que podemos darle una batalla digna a cualquier problema de salud que se nos presente, empezando por el cáncer de próstata. Ya saben, prevenir siempre es mejor que lamentar.
Según Ismael Ureña, nutricionista y vocero del CPN, la comida es una pieza clave en todo esto. “No tenemos control absoluto sobre todo lo que nos pasa, pero sí podemos influir directamente en nuestra salud con lo que comemos,” enfatizó. Él nos recuerda que las decisiones que tomamos hoy en nuestro plato pueden definir la calidad de vida que tendremos dentro de diez o veinte años. ¡Imagínate eso, compa! Una ensalada ahora puede significar tranquilidad en el futuro.
¿Y qué debemos comer, entonces? Pues parece que los vegetales, las legumbres, el pescado fresco, las semillitas y los aceites ricos en omega 3 son nuestros aliados. Estos alimentos tienen compuestos antiinflamatorios y antioxidantes que le dan un empujón a nuestra próstata. Según Ureña, la ciencia lo respalda: una dieta variada y natural reduce la inflamación y ayuda a que el cuerpo funcione como debería. ¡Un verdadero manjar para la salud!
Pero ojo, no todo es meterse cualquier cosa a la boca. También importa cómo cocinamos, ¡y ahí es donde muchos nos estamos equivocando! Preparaciones a la leña o al carbón, o esas frituras que tanto nos gustan, generan sustancias que no le hacen bien al cuerpo. Un cambio simple en los métodos de cocción, como usar el horno o cocinar al vapor, puede marcar una gran diferencia. Nadie dice que tengamos que abandonar nuestras tradiciones culinarias, solo adaptarlas un poco, ¿eh?
Además de la alimentación, el CPN insiste en que la prevención integral va mucho más allá del plato. Dejar el cigarrillo, moderar el alcohol, mantener un peso saludable, mover el cuerpo regularmente y visitar al médico para chequeos periódicos son cosas que no podemos pasar por alto. ¿Para qué esperar a que surja el problema? ¡Mejor prevenirlo desde ahorita! Como dicen por acá, “más vale pájaro en mano que cien volando”.
Y hablando de chequeos, Ureña recalcó que ya no hay excusas. “Detectar a tiempo salva vidas y es un acto de responsabilidad con nosotros mismos y con quienes dependen de nosotros”. Así que, si todavía tienes miedo o sientes vergüenza de ir al médico, ¡quédate tranquilo! Cuidarte no te quita fuerza, al contrario, demuestra madurez y compromiso contigo mismo. La nutrición preventiva debe formar parte de nuestro día a día, no solo cuando ya estamos enfermos. ¡Ya sabes, tómatelo con calma y priorízate un rato!
Entonces, después de escuchar toda esta información, me pregunto… ¿cuánto estás dispuesto a cambiar en tus hábitos alimenticios y estilo de vida para cuidar tu salud prostática? ¿Te animas a poner manos a la obra y adoptar un enfoque más preventivo en tu bienestar general, o sigues esperando a que el problema toque a tu puerta? ¡Compárteme tu opinión en el foro!
