¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un brete. Resulta que el OIJ desmanteló una operación narca bastante elaborada en la zona central y ahora nos dejan con la boca abierta porque encontraron más de 600 kilos de cocaína colombiana, pa' colmo, ¡con logo de jaguar! Uno se queda pensando, ¿qué onda con los felinos?
Según el subdirector del OIJ, Michael Soto, estos paquetes no son cualquier cosa; llevan estampados logos variados, desde marcas de carros hasta dibujitos animados. Pero, ¿por qué el jaguar? Pues dicen que es como una 'marca de garantía' pa’ el cliente final, asegura que la droga que sale de Colombia es la misma que llega aquí, bien empacada y lista para causar daño. Parece sacado de una novela, diay.
La cosa se puso seria la madrugada del lunes pasado, cuando la unidad de Crimen Organizado del OIJ de Cartago realizó trece allanamientos a punta de pala. No estaban jugando, buscando desarticular una banda dedicada al tráfico de marihuana, cocaína (pa' que se hagan una idea, pura sustancia que entra desde Colombia), marihuana hidropónica y la temida 'tusi', esa cocaína rosada que anda causando tantos problemas entre nuestros jóvenes.
Y ahí es donde la cosa se pone aún más turbia. Parece que este grupo no solo traficaba, sino que también funcionaban como unos ‘mixers’, término que utilizó el señor Soto. Es decir, tenían sus propias fábricas clandestinas donde mezclaban diferentes tipos de drogas, creando combinaciones potentes como la 'tusi', que, según él, es una mezcla peligrosa de cocaína, colorantes y otros psicotrópicos que incluso conseguían en la Caja (CCSS) de manera ilegal. ¡Qué barbaridad!
El cabecilla de esta banda, un tal Ortiz Rosas, tenía varios negocios que utilizaba para lavar dinero, pa' que no se note tanto el fruto de sus actividades ilegales. Tenía hasta un laboratorio sofisticado en Birrisito de Paraíso, con luces y temperatura controladas, pa’ producir marihuana hidropónica y esa cocaína rosada que ya les comentamos. ¡Se rifaron montando el escenario!
Leiva Arias, otro implicado, sería el encargado de proveer la marihuana y la cocaína que venía desde Colombia. Además, contaban con la colaboración de Barrantes Quesada, un tipo de Heredia, que también metía mano en el negocio. El juzgado ya clasificó el caso como crimen organizado, incluyendo acusaciones de lavado de dinero. Claramente, esto no es cosa sencilla, es una operación bien estructurada y con mucha plata de por medio.
Durante los allanamientos, se detuvo a diecisiete personas relacionadas con esta red criminal, repartidas entre Cartago, Limón y Heredia. El OIJ no anduvo con rodeos, y ahora toca esperar a ver cómo avanza la investigación y cuáles serán las consecuencias para estos personajes. La Fiscalía va a tener trabajo, chunches, eso seguro. Ya sabemos que el sistema judicial puede tardar, pero esperemos que actúen rápido.
Esta maraña de drogas, laboratorios clandestinos y lavado de dinero nos deja pensando... ¿Hasta dónde llegará esta corrupción en nuestro país? ¿Cómo podemos proteger a nuestros jóvenes de estas sustancias peligrosas y de quienes buscan lucrar con su vulnerabilidad? ¡Compas, déjenme saber sus ideas en los comentarios! ¿Qué medidas creen que deberían tomarse para combatir este flagelo y recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades?
Según el subdirector del OIJ, Michael Soto, estos paquetes no son cualquier cosa; llevan estampados logos variados, desde marcas de carros hasta dibujitos animados. Pero, ¿por qué el jaguar? Pues dicen que es como una 'marca de garantía' pa’ el cliente final, asegura que la droga que sale de Colombia es la misma que llega aquí, bien empacada y lista para causar daño. Parece sacado de una novela, diay.
La cosa se puso seria la madrugada del lunes pasado, cuando la unidad de Crimen Organizado del OIJ de Cartago realizó trece allanamientos a punta de pala. No estaban jugando, buscando desarticular una banda dedicada al tráfico de marihuana, cocaína (pa' que se hagan una idea, pura sustancia que entra desde Colombia), marihuana hidropónica y la temida 'tusi', esa cocaína rosada que anda causando tantos problemas entre nuestros jóvenes.
Y ahí es donde la cosa se pone aún más turbia. Parece que este grupo no solo traficaba, sino que también funcionaban como unos ‘mixers’, término que utilizó el señor Soto. Es decir, tenían sus propias fábricas clandestinas donde mezclaban diferentes tipos de drogas, creando combinaciones potentes como la 'tusi', que, según él, es una mezcla peligrosa de cocaína, colorantes y otros psicotrópicos que incluso conseguían en la Caja (CCSS) de manera ilegal. ¡Qué barbaridad!
El cabecilla de esta banda, un tal Ortiz Rosas, tenía varios negocios que utilizaba para lavar dinero, pa' que no se note tanto el fruto de sus actividades ilegales. Tenía hasta un laboratorio sofisticado en Birrisito de Paraíso, con luces y temperatura controladas, pa’ producir marihuana hidropónica y esa cocaína rosada que ya les comentamos. ¡Se rifaron montando el escenario!
Leiva Arias, otro implicado, sería el encargado de proveer la marihuana y la cocaína que venía desde Colombia. Además, contaban con la colaboración de Barrantes Quesada, un tipo de Heredia, que también metía mano en el negocio. El juzgado ya clasificó el caso como crimen organizado, incluyendo acusaciones de lavado de dinero. Claramente, esto no es cosa sencilla, es una operación bien estructurada y con mucha plata de por medio.
Durante los allanamientos, se detuvo a diecisiete personas relacionadas con esta red criminal, repartidas entre Cartago, Limón y Heredia. El OIJ no anduvo con rodeos, y ahora toca esperar a ver cómo avanza la investigación y cuáles serán las consecuencias para estos personajes. La Fiscalía va a tener trabajo, chunches, eso seguro. Ya sabemos que el sistema judicial puede tardar, pero esperemos que actúen rápido.
Esta maraña de drogas, laboratorios clandestinos y lavado de dinero nos deja pensando... ¿Hasta dónde llegará esta corrupción en nuestro país? ¿Cómo podemos proteger a nuestros jóvenes de estas sustancias peligrosas y de quienes buscan lucrar con su vulnerabilidad? ¡Compas, déjenme saber sus ideas en los comentarios! ¿Qué medidas creen que deberían tomarse para combatir este flagelo y recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades?