Maes, seamos honestos: la vara con la inseguridad en el país es un despiche monumental. Ya ni siquiera sorprende abrir las noticias y ver que los números de homicidios siguen subiendo como la espuma. Para este lunes ya íbamos por 583 muertes y, si la cosa sigue así, vamos a cerrar el 2025 con casi 900. ¡Qué torta! Es el tercer año seguido rompiendo récords que nadie quiere romper. En medio de este caos, y con las elecciones ya asomándose, sale el candidato de Liberación, Álvaro Ramos, a decir que él tiene la solución mágica.
La propuesta de Ramos no es la típica de “más policías en la calle y mano dura”, que ya la hemos oído hasta el cansancio. No, el mae dice que el tiro tiene que ir a otro lado: a la billetera. Su plan es endurecer los controles financieros para que a los narcos les sea imposible lavar la plata aquí. La lógica es simple y hasta suena bien: si no pueden usar la plata, su poder se debilita. Quieren cerrarles el tubo a las organizaciones criminales para que dejen de usar negocios legítimos como fachada y se queden sin gasolina para operar. Es, en teoría, atacar la raíz del poder del narco, no solo las consecuencias.
Y es que diay, algo hay que hacer. Las cifras no mienten y son para ponerse a llorar. San José, Limón y Puntarenas se convirtieron en el lejano oeste. Ya la gente anda con miedo hasta de ir a la pulpería. El discurso de que “solo entre ellos se matan” hace rato se fue al traste; la violencia nos está salpicando a todos. Este ambiente es el que Ramos aprovecha para lanzar su “viraje estratégico”. Su argumento es que mientras el crimen organizado tenga un chorro de plata fluyendo, de nada sirve meter a tres o cuatro gatilleros a la cárcel, porque al día siguiente contratan a diez más.
Ahora, aquí es donde uno se pone el sombrero de cínico. ¿Suena bien? Claro. ¿Es realista? Mmm, ahí está el detalle. Esto de atacar la legitimación de capitales no es un invento de Ramos. Es un brete complejísimo que requiere una coordinación brutal entre bancos, el OIJ, el Ministerio de Hacienda y un montón de instituciones más que no siempre se hablan entre ellas. La pregunta del millón es si esto es una propuesta seria y bien estructurada o si es el típico discurso de campaña para sonar diferente y ganar puntos. Porque prometer no empobrece, y en política, menos.
Al final del día, estamos ante el mismo dilema de siempre. Tenemos un problema gigantesco que nos ahoga y un político que nos ofrece una luz al final del túnel. La idea de asfixiar económicamente al narco es, sin duda, atractiva y lógica. Pero del dicho al hecho hay un trecho larguísimo, y más en la política tica. Necesitamos mucho más que buenas intenciones para arreglar este chunche que se nos salió de las manos. Así que, abro el debate para el foro: ¿Ustedes le compran la idea a Ramos? ¿Creen que un ataque a las finanzas del narco pueda de verdad cambiar algo o es más de lo mismo para pulsear votos?
La propuesta de Ramos no es la típica de “más policías en la calle y mano dura”, que ya la hemos oído hasta el cansancio. No, el mae dice que el tiro tiene que ir a otro lado: a la billetera. Su plan es endurecer los controles financieros para que a los narcos les sea imposible lavar la plata aquí. La lógica es simple y hasta suena bien: si no pueden usar la plata, su poder se debilita. Quieren cerrarles el tubo a las organizaciones criminales para que dejen de usar negocios legítimos como fachada y se queden sin gasolina para operar. Es, en teoría, atacar la raíz del poder del narco, no solo las consecuencias.
Y es que diay, algo hay que hacer. Las cifras no mienten y son para ponerse a llorar. San José, Limón y Puntarenas se convirtieron en el lejano oeste. Ya la gente anda con miedo hasta de ir a la pulpería. El discurso de que “solo entre ellos se matan” hace rato se fue al traste; la violencia nos está salpicando a todos. Este ambiente es el que Ramos aprovecha para lanzar su “viraje estratégico”. Su argumento es que mientras el crimen organizado tenga un chorro de plata fluyendo, de nada sirve meter a tres o cuatro gatilleros a la cárcel, porque al día siguiente contratan a diez más.
Ahora, aquí es donde uno se pone el sombrero de cínico. ¿Suena bien? Claro. ¿Es realista? Mmm, ahí está el detalle. Esto de atacar la legitimación de capitales no es un invento de Ramos. Es un brete complejísimo que requiere una coordinación brutal entre bancos, el OIJ, el Ministerio de Hacienda y un montón de instituciones más que no siempre se hablan entre ellas. La pregunta del millón es si esto es una propuesta seria y bien estructurada o si es el típico discurso de campaña para sonar diferente y ganar puntos. Porque prometer no empobrece, y en política, menos.
Al final del día, estamos ante el mismo dilema de siempre. Tenemos un problema gigantesco que nos ahoga y un político que nos ofrece una luz al final del túnel. La idea de asfixiar económicamente al narco es, sin duda, atractiva y lógica. Pero del dicho al hecho hay un trecho larguísimo, y más en la política tica. Necesitamos mucho más que buenas intenciones para arreglar este chunche que se nos salió de las manos. Así que, abro el debate para el foro: ¿Ustedes le compran la idea a Ramos? ¿Creen que un ataque a las finanzas del narco pueda de verdad cambiar algo o es más de lo mismo para pulsear votos?