¡Ay, Dios mío! Parece que San Ramón se convirtió en un festival de rayos la semana pasada. Según los números fresquitos del ICE, registramos nada más y nada menos que 10.359 descargas atmosféricas entre el 3 y el 9 de noviembre. Sí, leíste bien, ¡más de diez mil! Esto sí que da para echarse unas butifarras pensando en cómo evitar un golpe seco, mánguido.
Para ponerle pausa a la cosa, la mayoría de estos “fulminazos” se concentraron en la Zona Norte y el Pacífico Norte, esas zonas que siempre andan recibiendo los peores golpes de la naturaleza. Por eso digo, esos lugares ya saben cómo aguantar la lluvia y el trueno, ¡son unos guerreros! Pero la verdad es que es impresionante ver la cantidad de energía que se descarga por ahí arriba. Al parecer, estamos viviendo una temporada particularmente activa en cuanto a descargas eléctricas.
El reporte completo del Grupo ICE nos dice que la Zona Norte fue la campeona indiscutible con 4.089 descargas, seguido de cerca por el Pacífico Norte con 3.370. Aquí en el Valle Central, tuvimos “solo” 842, mientras que en la costa Caribe Norte llegaron a 1.035. Para que se haga una idea, las áreas más tranquilas fueron el Pacífico Central con 242 descargas, el Pacífico Sur con 590 y el Caribe Sur con apenas 182. Imaginen la diferencia, ¡es como comparar un concierto de metal pesado con un paseo tranquilo por el Parque Nacional!
Si revisamos el panorama general, desde inicios de este año ya vamos sumando 874.571 descargas atmosféricas. O sea, ¡casi un millón! Dicen que esto sigue una tendencia más o menos estable comparado con el año pasado, así que parece que los rayos son parte de nuestra vida diaria, diay. Y ojo, que esto tiende a aumentar conforme nos acercamos a la época seca, precisamente por esas tardes de inestabilidad que nos hacen sudar la gota gorda.
Pero bueno, no todo es drama. Entre el 13 y el 19 de octubre, tuvimos una verdadera avalancha con 38.172 descargas; luego bajó a 15.655 entre el 20 y el 26 de octubre, y después subimos ligeramente a 18.999 del 27 de octubre al 2 de noviembre. Ahora la cosa se calmó un poco gracias a que las lluvias también se han reducido en algunas partes del país. ¡Un respiro para los nervios de todos!
Y hablando de tranquilidad, el ICE nos recuerda que estar pendientes de estas descargas es súper importante para prevenir problemas y proteger nuestras instalaciones eléctricas, especialmente en pueblos pequeños y zonas donde las tormentas siempre están dando lata. Así que, ¡ojo abierto! Ellos seguirán dándonos información actualizada cada semana para que estemos al tanto de lo que pasa en el cielo.
Ahora, cambiando un poquito de tema, resulta que el próximo curso lectivo 2026 arrancará con dos semanitas de capacitación para los maestros. El Ministerio de Educación Pública (MEP) está poniendo manos a la obra para que nuestros profes lleguen renovados y listos para darle caña a la enseñanza. Ya sabemos que la educación es la clave para el futuro, ¡y hay que invertir en ella!
En fin, con toda esta información, me pregunto... ¿Ustedes creen que deberíamos empezar a considerar la posibilidad de instalar pararrayos en cada techo de casa, o eso sería llevarlo demasiado lejos? ¿Cuál es su opinión sobre la preparación ante fenómenos naturales como estos en Costa Rica?
Para ponerle pausa a la cosa, la mayoría de estos “fulminazos” se concentraron en la Zona Norte y el Pacífico Norte, esas zonas que siempre andan recibiendo los peores golpes de la naturaleza. Por eso digo, esos lugares ya saben cómo aguantar la lluvia y el trueno, ¡son unos guerreros! Pero la verdad es que es impresionante ver la cantidad de energía que se descarga por ahí arriba. Al parecer, estamos viviendo una temporada particularmente activa en cuanto a descargas eléctricas.
El reporte completo del Grupo ICE nos dice que la Zona Norte fue la campeona indiscutible con 4.089 descargas, seguido de cerca por el Pacífico Norte con 3.370. Aquí en el Valle Central, tuvimos “solo” 842, mientras que en la costa Caribe Norte llegaron a 1.035. Para que se haga una idea, las áreas más tranquilas fueron el Pacífico Central con 242 descargas, el Pacífico Sur con 590 y el Caribe Sur con apenas 182. Imaginen la diferencia, ¡es como comparar un concierto de metal pesado con un paseo tranquilo por el Parque Nacional!
Si revisamos el panorama general, desde inicios de este año ya vamos sumando 874.571 descargas atmosféricas. O sea, ¡casi un millón! Dicen que esto sigue una tendencia más o menos estable comparado con el año pasado, así que parece que los rayos son parte de nuestra vida diaria, diay. Y ojo, que esto tiende a aumentar conforme nos acercamos a la época seca, precisamente por esas tardes de inestabilidad que nos hacen sudar la gota gorda.
Pero bueno, no todo es drama. Entre el 13 y el 19 de octubre, tuvimos una verdadera avalancha con 38.172 descargas; luego bajó a 15.655 entre el 20 y el 26 de octubre, y después subimos ligeramente a 18.999 del 27 de octubre al 2 de noviembre. Ahora la cosa se calmó un poco gracias a que las lluvias también se han reducido en algunas partes del país. ¡Un respiro para los nervios de todos!
Y hablando de tranquilidad, el ICE nos recuerda que estar pendientes de estas descargas es súper importante para prevenir problemas y proteger nuestras instalaciones eléctricas, especialmente en pueblos pequeños y zonas donde las tormentas siempre están dando lata. Así que, ¡ojo abierto! Ellos seguirán dándonos información actualizada cada semana para que estemos al tanto de lo que pasa en el cielo.
Ahora, cambiando un poquito de tema, resulta que el próximo curso lectivo 2026 arrancará con dos semanitas de capacitación para los maestros. El Ministerio de Educación Pública (MEP) está poniendo manos a la obra para que nuestros profes lleguen renovados y listos para darle caña a la enseñanza. Ya sabemos que la educación es la clave para el futuro, ¡y hay que invertir en ella!
En fin, con toda esta información, me pregunto... ¿Ustedes creen que deberíamos empezar a considerar la posibilidad de instalar pararrayos en cada techo de casa, o eso sería llevarlo demasiado lejos? ¿Cuál es su opinión sobre la preparación ante fenómenos naturales como estos en Costa Rica?